Dispensador de justicia, exterminador de la maldad y héroe de los oprimidos. DeathSpank llega al mundo de los videojuegos y lo hace a hombros de Ron Gilbert, que nos sorprende con una aventura artesanal mezcla entre el humor de Monkey Island y la acción sin parangón de Diablo. Sin duda, un experimento artesanal, inteligente y encantador que defiende como sus principales armas a la originalidad y la diversión.
Ron Gilbert, creador de títulos tan carismáticos y recordados como Maniac Mansion y Monkey Island, regresa después de tantos años al panorama del entretenimiento electrónico con un proyecto en el que lleva trabajando media década. Su nombre, DeathSpank, un videojuego que nace en el mismo momento "en que Monkey Island conoce a una obra como Diablo".
Es decir, un Action-RPG con combates, elementos de aventura conversacional y resolución de puzles que ya prepara su llegada a PS3 y Xbox 360 (en concreto, a PlayStation Network y Xbox Live Arcade) hacia finales de este mismo verano.
Y no lo hará de manera episódica, sino como lo que es: un inteligente, encantador y enigmático videojuego de aproximadamente 15-20 horas de juego con todos los elementos para convertirse en una de las más gratas sorpresas para aquellos amantes de las creaciones electrónicas más artesanales. Y es que Hothead Games, compañía canadiense de apenas 50 empleados, rescata para todos nosotros una experiencia de juego de esas que consiguen llamar la atención tanto a jugadores ocasionales como a usuarios veteranos, ya sea por su sencillo control, por su original acabado artístico o por su descalabrado humor.
El antihéroe que vino para salvar al mundo
DeathSpank no sólo sirve como nombre al título, sino también para denominar al personaje dispensador de justicia, exterminador de maldad y salvador de los oprimidos al que encarnaremos. Nuestro héroe -o más bien antihéroe- es un imán para los problemas, tiene delirios de grandeza y además goza de una extrema verborrea, pero cuenta con un noble fin: acabar con todo lo que se interponga entre su persona y "el artefacto", un instrumento que parece tener la clave para devolver la paz al mundo.
Por el camino, diálogos ingeniosos, escenarios improbables, villanos inesperados y un conjunto de armas (pistolas, ballestas, hachas, espadas, mazos...), armaduras (cascos, corazas, botas...) e items de pociones y habilidades que serán los encargados de nutrir una mecánica de juego a medio camino entre el "hack 'n slash" y la aventura gráfica.
Es decir, que la acción estará muy presente, con decenas de esqueletos y gallinas locas a los que matar en combates de gran escala dentro de un mundo esférico donde no faltarán cofres que saquear, puertas que abrir y personajes con los que dialogar.
Un inteligente cóctel de diversión
Una disparatada historia, conversaciones por doquier, algunos puzles complejos que resolver, capacidad de personalización, sangrientos y numerosos combates... Los elementos individuales de DeathSpank son más que atractivos, pero cuando se ponen en conjunción multiplican aún más el carácter jugable de una obra donde podemos escoger hasta qué arma asignar a cada uno de los cuatro botones de nuestro controlador, mientras que las direcciones del pad digital se dedican a la activación de un ítem que hayamos adquirido previamente (pócimas y recuperadores de salud, entre otros).
Así, el stick analógico queda libre para manejar a nuestro particular héroe justiciero a través de un entorno esférico que va rotando conforme avanzamos por él; matando, completando nuevas misiones y, en definitiva, accediendo a los variados y artísticos entornos que comprende una obra que también nos permite usar un escudo para defendernos de los ataques (gatillo derecho) o aprender variados ataques mientras progresamos, como un demoledor golpe giratorio.
Y es que, precisamente, una de las claves de la creación de Hothead Games reside en la progresión de nuestro protagonista. A más rivales abatidos, más recompensas y niveles obtendremos, mejorando tanto nuestros atributos (ataque, defensa, velocidad...) como armas.
Un experimento encantador, original y muy adictivo
Además, con cada nuevo nivel se nos entregará una tarjeta de héroe, la cual incrementará nuestras estadísticas de ataque cuerpo a cuerpo, de ofensivas a distancia, de tiempo de escudo... y que también servirán para crear nuestro propio estilo de juego, ya que podremos activar hasta seis tarjetas simultáneamente a fin de obtener el guerrero que siempre hemos deseado.
Otra de las características más notables de DeathSpank es que su mundo no está fragmentado. Nada más iniciar partida (la cual se podrá guardar), el entorno cargará para no tener que soportar tiempos de carga nunca más. Así el avance a través de este "button-smasher" se hará mucho más llevadero, sobre todo si tenemos en cuenta que ha sido diseñado pensando en aquellos que no tienen mucho tiempo para jugar e incluso en los que suelen atascarse con frecuencia (el videojuego incluye pistas que podremos comprar).
Y si a esto le sumamos el contar con una divertida y más que vistosa combinación entre gráficos 2D y 3D, además de con un acabado que parece meternos directamente dentro de un libro en relieve repleto de fantasía -adornado con personajes estrambólicos-, entonces obtenemos uno de esos títulos que nadie debería perderse cuando aparezca en Xbox 360 y PS3 a finales de verano.