Ryse, el título presentado el año pasado para Kinect, se transforma en Ryse: Son of Rome, un juego de acción pura y dura exclusivo para Xbox One que también puede controlarse con el pad, y que nos propone librar encarnizadas batallas mientras luchamos contra la invasión bárbara y devolvemos la gloria a Roma.
Llegó Ryse, y con él se despejaron las dudas acerca de este juego exclusivo de Xbox One que se presentó el año pasado como una apuesta para Kinect, y que sin embargo ha decidido centrarse en la acción directa y con mando. La demo nos pone en la piel del héroe romano Marius Titus, que comandará una de las últimas legiones del otrora poderoso imperio romano, sumido en la decadencia por las constantes traiciones, conspiraciones y depravaciones que han asediado Roma, provocando la invasión de las tribus bárbaras.
La demo que pudimos probar era la misma que presentó Crytek en la conferencia de Microsoft, donde pudimos comprobar a los mandos la jugabilidad del título, muy centrada en los combates y en algunas órdenes que dar a nuestros soldados para sortear situaciones o que nos apoyen en la batalla.
El combate es sencillo, pero gratificante: un botón para atacar con nuestra Gladius y otro para el escudo romano con el que protegernos. Los combates se resuelven rápidamente, aunque las cosas se nos pueden poner peliagudas si no despachamos a los enemigos eficazmente. Una buena manera de hacerlo es realizando "contras" con el escudo; pulsando el botón para sacarlo en el momento adecuado dejamos a nuestro rival indefenso, listo para una muerte rápida y violenta. Es fundamental hacerlo en el momento justo, inspirándose en los contraataques de juegos de acción como Ninja Gaiden o la defensa secundaria de Dark Soul. Cuando el enemigo esté desequilibrado podremos rematarlo con una serie de Quick-Time Events que, de realizarlos correctamente, concluirán con la muerte del rival de formas muy diversas e impactantes.
Violencia romana
Ryse: Son of Rome no escatima en violencia. Su objetivo es representar la crudeza de las batallas romanas, y más aún contra los bárbaros que pretenden reducir a cenizas el imperio. Lo visto hasta ahora denota que el combate será el grueso de toda la aventura, aunque tendremos algunos toques de variedad a la hora de asaltar fortificaciones. Por ejemplo, utilizando la famosa defensa romana para ir avanzando y sorteando las flechas de los enemigos. Si no medimos bien los tiempos iremos perdiendo hombres, mientras que tendremos que aprovechar las recargas de los enemigos para arrojar nuestras lanzas y acabar con el asedio. Tanto la acción de cubrirse, pulsando A, como la de tirar las lanzas, con el gatillo son sencillas, pulsando un único botón para realizarlas.
Pero la capacidad para dirigir a nuestras tropas no termina ahí, ya que en algunos momentos de la batalla podremos dar órdenes directas a nuestros compañeros de armas cuando el combate se nos haga demasiado cuesta arriba, o nos veamos rodeados de soldados. Simplemente pulsamos un botón superior y pedimos una lluvia de flechas que nos facilitará la batalla. El título ejecuta muy bien los combates. Aunque parezca que en ocasiones los enemigos esperan un poco para atacar de uno en uno, la combinación de animaciones para terminar con un enemigo y enlazar con el siguiente está muy bien conseguida.
En cambio, se nos antoja algo simple el sistema de combate, que se reduce básicamente a acabar con los oponentes de una forma simple y muy guiada, así como las distintas situaciones que nos encontramos, donde no hay mucha libertad de acción a la hora de movernos por el escenario.
Belleza cruel
El punto fuerte lo encontramos en su apartado gráfico, que aprovecha bien la tecnología de Xbox One para realzar la crudeza de la guerra y ofrecer algunos primeros planos, sobre todo en las cinemáticas, que denotan el buen trabajo realizado en las animaciones faciales y cómo todos los gestos y músculos se adecuan perfectamente a los gestos y las palabras de cada soldado. Además, como curiosidad, la demo que probamos venía acompañada de una segunda pantalla en una tableta, que nos iba mostrando información sobre el progreso de la misión, aunque no dudamos que sus características se extenderán en la versión final del juego.
Ryse: Son of Rome, título de lanzamiento para Xbox One, promete inaugurar la intensidad de una batalla encarnizada y demostrar lo envolvente que es vivirla llena de detalles gracias a un apartado técnico muy sólido. Una nueva franquicia a tener en cuenta para el catálogo de lanzamiento, sobre todo por aquellos aficionados a la acción más accesible, pero igual de brutal.