No es extraño que de vez en cuando nos encontremos con noticias en las que un menor de edad ha gastado una disparatada suma de dinero en compras dentro de juegos. Dado que las desarrolladoras cada vez apuestan más por este tipo de estrategias para aumentar los beneficios de sus productos, el peligro de compras deseadas o no deseadas es cada vez mayor.
Cuando los menores de edad acceden a títulos que sustentan compras dentro del juego o que permiten transacciones con dinero real para desbloquear contenidos, existe un peligro potencial para las cuentas bancarias vinculadas a las distintas plataformas, ya sean consolas o dispositivos móviles. El desconocimiento o la falta de atención por parte de padres e hijos puede traducirse en importantes pérdidas de ahorros, pero también en situaciones más que curiosas para repasar.
Por ese motivo, a continuación recopilamos algunos de los casos y juegos que más importancia y notoriedad mediáticas han logrado, a la vez que os instamos a tener bien atado todo lo que tiene que ver con la configuración de pagos en vuestras plataformas de videojuegos para no sufrir ningún susto repentino.
1.700 dólares en Xbox
Con tan solo once años, Brendan Jordan gastó casi 2.000 dólares en compras en la plataforma de Microsoft. Su madre dejó los datos de su tarjeta en la consola para que le pequeño pudiera mantener activa la suscripción a su juego favorito, pero no vigiló que el pequeño Brendan no accediera a otros contenidos de pago libremente.
2.500 dólares en Zombies vs. Ninjas
A Danny Kitchen, de tan solo 5 años, le bastaron diez minutos para realizar un abultado gasto de 2.500 dólares en objetos para este juego. El título, en sí, es gratuito, por lo que le pequeño no sospechó que los objetos que adquiría eran de pago. Finalmente Apple devolvió el dinero.
3.000 dólares en Clash of Clans
El título de Supercell amenazaba con comerse todo el tiempo de aquellos jugadores que se le acercaran, pero también los ahorros. Dos chavales realizaron compras en el juego por valor de 3.000 dólares, y su madre se convirtió en una de las portavoces más importantes de este tipo de situaciones, llamando la atención de otros padres desprevenidos sobre la situación. Supercell terminó devolviendo el dinero.
4.300 dólares en Tiny Monsters
Los dos hijos pequeños del jugador de Rugby Sam Vesty gastaron 4.300 dólares en este juego, claramente dirigido a un público infantil. Con esta inversión, los dos niños lograron alimentar a sus mascotas virtuales 54 veces. Casi como mantener a otra familia.
4.500 dólares en App Store
Algunas veces no es un solo título el que supone un problema, si no la afición a ellos de manera general. La App Store de Apple ofrece una ingente cantidad de juegos. Nova 3, Gun Bros 2, Gun Builder, Infinity Blade y Plants vs. Zombies, entre otros, fueron responsables de que Doug Crosson gastara una gran cantidad de dinero en compras. Su caso fue uno de los más seguidos por los medios.
5.300 dólares en FIFA 16
El conocido juego de fútbol de EA Sports es uno de los títulos más polémicos en este sentido. Su gran popularidad lo ha colocado, año tras año, en millones de hogares, al alcance de los más pequeños. La apuesta de EA por las compras de contenidos dentro de la franquicia lleva varios años dando sustos a muchos padres.
6.000 dólares en Jurassic World
"No hemos reparado en gastos", decía John Hammond en la primera película de la saga Jurassic Park. Y eso precisamente es lo que hizo un pequeño de 7 años para montar su propia versión del parque temático. Su padre se querelló contra Apple alegando que la empresa debería haberle informado con rapidez de la gran cantidad de dinero que se estaba gastando en el juego. Consiguió que le devolvieran el dinero.
6.000 dólares en My Horse y Smurfs Village
Alguna alarma debería haber saltado en cierto momento si alguien se hubiera parado a pensar en que ningún adulto se gastaría tanto dinero en montar una aldea pitufa. Pero, ¿quién sabe? Cuando un juego gusta… Los padres de esta niña se vieron obligados a vender sus coches para poder pagar la suma. Cuando el hecho llegó a las noticias, Apple devolvió el dinero.
12.000 dólares en Dragon City
Una de las historias más duras de esta lista. Una pequeña de 9 años no solo gastó el límite establecido de la tarjeta de crédito de sus padres, también gastó una buena parte de los ahorros de la familia antes de que nadie se diera cuenta. El despilfarro sumió a esta familia en una difícil situación financiera.
46.000 dólares en Game of War: Fire Age
Esta desorbitada cifra fue lo que este joven belga llegó a gastar en apenas tres meses. El joven pidió el número de la tarjeta a sus padres para poder comprar un ebook, pero no fue lo único que adquirió, al parecer sin ser consciente. La historia de Robin está en lo límites de la leyenda urbana, el tipo de historias que los padres cuentan a sus hijos para advertirles de los peligros de esta clase de comprar.
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