Aunque desgraciadamente el piloto escocés ya no se encuentra entre nosotros, su legado fue más allá de lo directamente ligado al mundo del motor. Y es que Codemasters realizó un exquisito juego de velocidad avalado por dicho maestro del volante, título que apareció en PS1 hace más de una década y que llega ahora a formatos iOS con gráficos actualizados.
Uno de los pilotos más emblemáticos de la historia del mundial de rallies (WRC), Colin McRae, protagonizó un simulador de esta misma disciplina que fue creado por Codemasters allá por finales de los 90. Colin McRae Rally fue un auténtico precursor de los juegos de velocidad en PlayStation, acaparando toda clase de elogios por sus notables virtudes… las cuales esta misma compañía ha querido recuperar en esta conversión para formatos iOS.
Gran conversión
Codemasters se ha tomado muy en serio el diseño y la puesta a punto de este simulador de velocidad para iOS, siendo desde ya mismo uno de los mejores juegos disponibles dentro de su género. Y lo es por su desafiante y más que notable jugabilidad, capaz de meternos de lleno en el Campeonato del Mundo de Rallies.
El título nos ofrece la posibilidad de pisar a fondo el acelerador en un buen surtido de rallies que resultan lo suficientemente variados (asfalto, tierra, barro, etc.), así como participar en un número de modos de juego no especialmente amplio pero suficiente en cualquier caso. Lo que sí que “canta” un tanto es la cantidad de coches disponibles (Ford Focus, Subaru Impreza, Mitsubishi Lancer Evolution VI y el clásico Lancia Stratos), cuatro únicamente, cifra a todas luces ridícula en los tiempos que corren. Menos mal que por lo menos sí que es cierto que todos ellos poseen sus propias características…
El control de los coches está muy conseguido, siendo uno de los aspectos clave de cualquier simulador de estas características. Si optamos por jugar mediante los controles táctiles, vamos a disfrutar de una precisión bastante decente, si bien es verdad que como suele ser habitual en estos casos, no es lo mismo que hacerlo a través de un control pad tradicional. Por desgracia la otra opción que nos posibilita el control que hace uso del acelerómetro del dispositivo nos ha parecido mucho más engorrosa, reconociendo de manera errónea algunos de nuestros movimientos con más frecuencia de la deseada.
El comportamiento de los coches en carrera es brillante, sobre todo teniendo en consideración la solera del juego, diseñado hace más de una década. Derrapes, saltos, contra volantes y demás acciones suceden con la naturalidad suficiente, mostrando un sistema de físicas muy bueno. Además nuestro coche sufre los desperfectos correspondientes a nuestras salidas de pista y accidentes, problemas que afectan tanto a la carrocería como a los diferentes aspectos relacionados con la suspensión, la dirección, el motor, etc.
Todo esto, unido a la excelente sensación de velocidad, consigue recrear unas carreras muy emocionantes, divertidas y en ciertos momentos incluso excitantes, algo de lo que no todos los juegos de velocidad pueden presumir.
En términos técnicos no estamos ante una obra de arte en movimiento, es algo evidente, pero aún así gráficamente el simulador alcanza un nivel notable. La recreación de los coches es bastante sólida y poseen un grado de detalle moderado, calificativo que bien podríamos usar igualmente para definir el tratamiento de los recorridos. Es cierto que a veces el juego denota algo de tosquedad en el paso de imágenes (aunque eso depende bastante del dispositivo en el que hagamos funcionar el título), pero aún así es algo que no afecta casi para nada a la jugabilidad.
Codemasters ha realizado un trabajo notable en la concepción de esta conversión para iOS del clásico simulador de rallies de PlayStation, título que como ya os comentamos al comienzo de este análisis se sitúa en la parte noble de la oferta de juegos de esta misma disciplina almacenada en Apple Store.
A pesar de su veterana edad, Codemasters ha conseguido resucitar y reciclar un clásico de la velocidad de PS1 a las pequeñas pantallas de iPhone, iPad e iPod Touch de manera solvente. Puede que en ciertas áreas Colin McRae Rally denote su edad, pero en lo que realmente importa, su jugabilidad, sigue teniendo ese toque especial que siempre atesoró este simulador.
