Encontramos muchos juegos que se centran en el crimen como eje central tales como Grand Thef Auto, Saints Row o PayDay, pero pocos o ninguno pueden presumir de tener a Chuck Norris como personaje. Eso ya es reclamo suficiente para probar Crime Boss: Rockay City, el nuevo juego de INGAME STUDIOS y 505 Games que estará disponible a partir del 28 de marzo.
Y no solo cuenta con la compañía del famoso actor de Walker, Texas Ranger, sino que entrar en el juego implica hacer un viaje a los años noventa con un Michael Madsen, (Kill Bill, Sin City, Reservoir Dogs...), como protagonista o una rejuvenecida Kim Basinger. El casting lo acaban de completar Danny Trejo, Danny Glover o el propio Vanilla Ice, conocido rapero noventero.
Con este elenco, es lógico pensar que estamos ante una película de Tarantino y que la acción y la violencia están servidas a partes iguales. Y no nos equivocamos. Nos encontramos ante un FPS en el que, en el rol de Travis Baker, nuestro objetivo es el ser nuevo Rey de Rockay City. Con esa premisa, nosotros ya decidimos si queremos embarcarnos en la experiencia para un jugador o cualquiera de las otras dos modalidades disponibles. En mi caso, tuve acceso al modo Urban Legends y más concretamente a dos de la seis mini campañas que hay disponibles. Así, en compañía de otros tres jugadores, pude tener mi primer contacto con Crime Boss.
Uno de los puntos fundamentales que el equipo se encargó de transmitir es que estamos ante un juego de crimen organizado y no de atracos. Esto implica cierta coordinación con tu equipo, requiriendo de una estrategia. Por ello, nos vamos a encontrar con una serie de misiones tales como atracar un furgón y llevarnos el botín, robarle la droga a algún capo o similares que requieren de trabajo cooperativo para ser un éxito. A la hora de la verdad, es cierto que este es fundamental para cumplir los objetivos. Con una jugabilidad que a mí personalmente me ha recordado a Back 4 Blood, pasamos de misión en misión gracias a la cooperación. Ya sea desde decidir si vamos a utilizar sigilo o ir a punta de pistola, la necesidad de organizarse es imperativa.
Morir es muy sencillo y eso se debe a los toques rogue-like con los que cuenta el juego. Cada vez que empezamos una misión de nuevo, la localización de los elementos que tenemos que encontrar cambia y los personajes caídos no regresan. Eso hace que tengamos que ir seleccionando opciones entre un plantel de criminales que cuentan con diferentes armas y habilidades propias, siendo algunos más del gusto del usuario que otros. Por supuesto que durante la campaña tus aliados pueden dedicar unos segundos a curarte, pero conforme la misión se alarga, la dificultad escala y los enemigos que encontramos, -ya sean mafiosos o policías-, son más difíciles de derrotar, por lo que esto no siempre es posible.
Lo cierto es que me ha parecido un juego divertido. Los first person shootter me gustan, pero no soy de la dedica horas a Call of Duty o Battlefield 2042 en busca de una clasificación extraordinaria. Sin embargo, a nivel jugable nos encontramos ante un juego accesible, que es apto para los más experimentados y los menos. El gunplay se percibe cómodo y fluido, permitiéndome hacer buenas jugadas y unos cuantos headshots. El sigilo es otra parte fundamental y, si bien creo que está implementado de una forma sencilla, nada de infiltraciones complicadas, es suficiente para cumplir su cometido y dar esa alternativa a la jugabilidad.
A nivel jugable nos encontramos ante un juego accesible, que es apto para los más experimentados y los menos.
De la misma manera, tras probar este adelanto, me siento optimista. Al menos la parte que yo he visto está perfectamente rematada y funciona bien, (agradezco la ausencia de bugs). También todo el juego cuenta con esa atmósfera noir-criminal típica de los Estados Unidos y cierto toque de humor ácido en las cinemáticas que hacen que esos personajes que reconoces y estás viendo se sientan bastante creíbles. Por contra, creo que la experiencia mejoraría con un contador de muertes al terminar las misiones que te permita tener esa pequeña motivación, en el caso de jugar con amigos, para tratar de superarlos y ser el que más destaque.
¿Y cuál es el papel de Chuck Norris en todo esto? Se trata del sherriff, como no podía ser de otra manera. Cuando utilizas las armas y el ataque directo para completar las misiones, vas dejando más pistas en tu contra para que él te pise los talones. Por ello, la opción del sigilo de la que os hablaba siempre es una alternativa a tener muy en cuenta si no queremos que nos de caza. Por desgracia, en mi experiencia no he podido tener una cara a cara con él. ¡Una pena! Me conformo con haber escuchado las voces originales de todos los actores que he citado en un inicio dando vida a sus personajes.
Ahora bien, no me atrevo a destacar este título como una de las revoluciones del año. Sí que creo que ofrece una experiencia divertida, que trata de profundizar dentro de unos parámetros, pero que ya hemos visto antes. La aceptación del título ya dependerá de la visión completa que nos proporcione la versión final y de las ganas que tenga el público de sumergirse en una atmósfera noventera con personajes icónicos del momento. Lo bueno es que es un título pensado para jugar tanto con amigos como en solitario, por lo que se adapta a toda clase de perfiles. Yo personalmente opino que este tipo de experiencias se disfrutan mucho más en compañía, pero depende de cada persona. Ahora solo falta esperar al 28 de marzo para poder jugar a Crime Boss en diferentes consolas y PC y ver qué tal se nos da enfrentarnos al mismísimo Chuck Norris.
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