Diablo 2 es mi juego favorito y jugar a Resurrected ha sido muy emocionante

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He regresado al oscuro y sangriento mundo de Santuario y tras masacrar a cientos de demonios y criaturas de pesadilla, vuelvo de allí con la ilusión de un niño. Tras jugar a la alpha técnica de Diablo II Resurrection me he emocionado reviviendo la brutal acción de este mítico RPG. Y esto es solo un anticipo.

Para alguien que considera Diablo II como uno de sus videojuegos favoritos, regresar a los campos de batalla de Santuario para revivir la épica lucha contra el Señor del terror en Diablo II: Resurrected ha sido una experiencia increíble. Un salto atrás en el tiempo que me ha hecho recordar por qué en su día y aún ahora, 20 años después, este clásico de Blizzard me cautivó del modo en que lo hizo. Solo ha sido un breve -pero intenso- anticipo de lo que está por llegar, pero no me ando con rodeos: me ha encantado. Alucino con sus gráficos, con lo asombrosamente bien que se ve; pero también me fascina lo bien que ha envejecido un juego al que tantos y tantos miraron durante años para replicar su éxito. Hay aspectos de Diablo 2 que ahora se sienten anticuados, que no son tan emocionantes como los de otros action RPG, pero sigue siendo tan divertido como antaño. Empiezas una partida y ya no piensas en nada más que en exterminar a las hordas de Diablo; en recoger botín y mejorar las habilidades de tu héroe. Y así he estado durante todo el fin de semana; masacrando demonios, probando nuevas formas de luchar, alegrándome con cada nuevo botín legendario con el que me cruzaba. Y esto, como digo, es solo un anticipo.

La alpha técnica de Diablo 2: Resurrected solo daba acceso a tres personajes a lo largo de los dos primeros actos que componen la historia de este clásico de Blizzard, sin opción de compartir viaje con otros jugadores mediante el multijugador cooperativo que es, sin duda, una pieza vital para disfrutar al máximo de la lucha contra las fuerzas demoníacas. A mi me ha bastado para saber que necesito más, y que lo necesito ya, porque me lo he pasado en grande redescubriendo el clásico con un apartado gráfico simplemente espectacular. Pero antes de profundizar en ello convendría dejar claro que Resurrected no es un remake, sino una remasterización plus al estilo de Crash Bandicoot: N. Sane Trilogy, también desarrollado por el equipo de Vicarious Vision. Esto significa que más allá de los gráficos y leves ajustes aquí y allá, el juego es en esencia el mismo que disfrutamos hace ya veinte años (su versión final, 1.14) con todo lo bueno y malo que eso implica. Y ahora sí, adentrémonos en el oscuro mundo de Santuario para hablar en detalle de un action RPG con el que será difícil no pasarlo bien.

El regreso de un action RPG imprescindible


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Insisto mucho en lo bien que se ve Diablo II: Resurrected porque es verdaderamente asombroso el trabajo realizado por Vicarious Vision. Cada escenario, cada enemigo y jefe final del clásico de Blizzard se han rediseñado con la última tecnología para que luzcan mejor que nunca siempre conservando la estética y el tono sombrío de la obra original. Y creo que nada hay más espectacular que pasar de los gráficos originales a los de esta remasterización para comprobar, instantáneamente, cuánto ha cambiado Diablo 2. Las verdes praderas de Tristán son tal cual las recordaba, pero ahora, infinitamente más detalladas; con montones de elementos estéticos que te harán suspirar de asombro en más de una ocasión. Y lo mismo ocurre con el mortal desierto de Lut Gholein, o las oscuras catacumbas y cuevas en las que te adentrarás. Las texturas muestran un nivel de detalle enfermizo, con unos efectos de iluminación muy llamativos y otros detalles gráficos impecables como los reflejos en charcos y otras superficies.

Diablo 2 es mi juego favorito y jugar a Resurrected ha sido muy emocionante


Diablo 2 es mi juego favorito y jugar a Resurrected ha sido muy emocionante

La catedral de Tristán, por ejemplo, es ahora infinitamente más vistosa. Cuando te adentras en sus oscuros pasajes, a diferencia del original, aquí ves el propio exterior del edificio y no un simple fondo negro; contemplas las torres, contrafuertes y demás elementos arquitectónicos que dan forma a este ruinoso escenario. En las cuevas, por ejemplo, los suelos y paredes lisas dan paso a campamentos improvisados de las amazonas, mientras que el interior de las casas están repletos de objetos decorativos. Mires donde mires hay algo increíble que llamará tu atención, con efectos para recrear el fuego o los relámpagos que te harán desear ver más y más aunque ello signifique enfrentarse a enemigos mortalmente peligrosos. Y luego está la oscuridad. He escuchado a varias personas decir que apenas puedes ver a los enemigos cuando te adentras en una mazmorra, ¡pero es que así debe ser! En Diablo 2 hay objetos que aumentan tu radio de luz para que te resulte más fácil adentrarse en escenarios sombríos, y esa es la gracia; adentrarse en lugares tenebrosos en los que no sabes qué pesadilla aguarda a solo dos pasos de distancia.

Alucino con sus gráficos, con lo asombrosamente bien que se ve

En cuanto a los héroes y monstruos se mantiene la misma filosofía. Son tal cual los recordabas, conservan intacto el estilo visual del clásico, pero ahora están infinitamente más detallados, se sienten mucho más vivos gracias a las animaciones con las que se recrean sus espantosas muertes. Algunas son brutales, como la de las criaturas que te asedian en el desierto, que al recibir un impacto, rodarán por el suelo con una naturalidad pasmosa para seguidamente recuperarse y volver a la carga. Y luego hay otras muy sutiles, como ver al héroe mirar a los murciélagos que sobrevuelan su cabeza, que muestran el mimo con el que se trabaja en esta remasterización. Hay otros ajustes no menos importantes como un minimapa menos intrusivo, o novedades como la posibilidad de recoger el oro automáticamente.

Diablo 2 es mi juego favorito y jugar a Resurrected ha sido muy emocionante

Como veis, hasta aquí, solo he hablado de los gráficos… pues al final es la gran novedad. El resto se mantiene fiel al original, incluyendo la interfaz de usuario, la gestión del inventario o la progresión de habilidades de los héroes, que conserva el espíritu de la última versión del mítico Diablo 2 con algunos pequeños retoques, como un cofre del tesoro compartido para todos los héroes. Es importante tenerlo claro porque si habéis crecido con action RPG más actuales es probable que echéis en falta algo más de dinamismo en los combates, o una mejor gestión del inventario, así como otras muchas características que han ido evolucionando a lo largo de las dos últimas décadas y aquí ni están presentes. Resurrected se olvida de todas ellas, se queda con la esencia del clásico, plantándote frente a los demonios con las armas y opciones propias de la época en la que nació. No es algo negativo; como os decía he vuelto a caer rendido a los pies del que durante muchos años fuera el rey de los juegos de acción y rol, pero es importantísimo saber qué vas a encontrar para evitar decepciones o engaños. Dicho esto, vuelvo a la acción.

Diablo 2 es mi juego favorito y jugar a Resurrected ha sido muy emocionante


Nada hay mejor que observar al detalle el nuevo equipo de tu héroe, y ahora podrás hacerlo gracias a la opción de hacer zoom
Nada hay mejor que observar al detalle el nuevo equipo de tu héroe, y ahora podrás hacerlo gracias a la opción de hacer zoom

Esta primera alpha técnica ha estado protagonizada por la Amazona, el Bárbaro y la Hechicera, que son tres clases muy distintas entre sí con varias opciones de progresión que pueden cambiar de forma radical tu estilo de juego. Volver a ellas significa estudiar sus árboles de habilidad, entender cómo sus estadísticas de combate afectan a la defensa y ataque, a las esquivas o el poder de tus conjuros. Y es una sensación fantástica, aunque algo dura. Difícil ha sido también acostumbrarse un poco a la interfaz de juego con teclado y ratón, que es tal cual la del clásico, sin opción de añadir accesos rápidos en el teclado a tus habilidades especiales. Todo se lleva a cabo como antaño. Tal vez por ello me ha sorprendido tantísimo el control con mando, que es perfecto. Muy en la línea de lo ya visto en Diablo III, tienes un control directo sobre el héroe y tus habilidades se asignan a los botones frontales del mando, con accesos rápidos a las pociones a través de la cruceta.

He vuelto a caer rendido a los pies del que durante años fuera el rey de los juegos de acción y rol

Ha sido tan cómodo jugar a Diablo II con mando (aún con el margen de mejora que tiene), que ya me emociono solo de pensar en disfrutar del clásico en una consola como Nintendo Switch. Y básicamente estas han sido mis primeras impresiones con Diablo 2 Resurrected. Queda mucho por ver, aún quedan detalles que ajustar, pero ha sido maravilloso redescubrir este clásico de la acción y el rol con un apartado gráfico tan espectacular. En su día fue un juego que me cautivó y me tuvo horas y horas delante del PC, y 20 años después, ha despertado en mí la misma ilusión y ganas por exterminar demonios y conseguir el mejor equipo posible. Lo único que pido es que en la próxima fase de pruebas, además de poder controlar a otros héroes, pueda jugar con algunos de vosotros, porque Diablo 2 en cooperativo es pura y oscura fantasía.

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