Confirmado. Dirt 3 regresa al espíritu clásico de los rallies que todos conocemos, y todo sin olvidarse de su más reciente pasado. Pasamos nuestras primeras horas dentro de lo último de Codemasters para ser vuestros copilotos antes de que el próximo 24 de mayo el motor Ego 2.0 comience a levantar polvo en vuestras máquinas.
Dirt 2 supuso uno de los exponentes más destacados dentro de la laureada serie Colin McRae Rally, pero no fue ni mucho menos la piedra angular dentro del concepto de simulación de rallies con la que nació la franquicia hace ya más de una década.
En su deseo de expandirse hacia un elenco de jugadores cada vez más amplio, el concepto de simulador se desplazó hacia el deporte extremo, aportando una sensación extraña a aquellos que venían siguiendo a la franquicia desde su nacimiento allá por el año 1998. Pero con Dirt 3, los desarrolladores de Codemasters Southam quieren equilibrar la situación, con un enfoque que siga apostando por atrapar a nuevos usuarios pero sin que ello signifique dejar de lado a los amantes de una experiencia puramente rally.
Rally en estado puro
De esta manera, la compañía británica promete que, al menos, el 60% del juego versará sobre la simulación de conducción original, con trazados donde correr sobre barro, nieve, gravilla o tierra desde un punto A hasta otro B, como en el campeonato real de la World Rally Championship.
El resto del juego, el 40%, tendrá su expresión en otra forma de manifestaciones, concretamente más arcade. Así pues, el modo trayectoria se convierte en un "remix" de todo lo visto en la anterior entrega, pero esta vez inclinado más hacia el espíritu original de la saga, todo un acierto según hemos podido comprobar tras nuestras primeras de juego con el título, que nos han dejado igualmente grandes sensaciones en cuanto a maniobrabilidad se refiere.
El terreno influye, y mucho, a la hora de mantener nuestro vehículo sobre el trazado, mucho más las asistencias desactivadas (como el control automático de frenado), donde la conducción se convierte en especialmente exigente. La técnica del "drift", de igual manera, recibe una actualización, ganando en satisfacción y realismo, máxime cuando vemos los efectos de partículas, especialmente notorios en escenarios tan espectaculares como Kenya.
En cuanto al copiloto (ya sea hombre o mujer), mantiene la vital función de darnos indicaciones con cronometrada precisión, característica que desde el primer juego de Colin McRae ha sido vital para superar con éxito cada prueba. No obstante, no estará siempre presente, ya que -como comentábamos- a pesar de que los rallies llevan el peso del producto, también gozaremos de otras alternativas que se irán alternando durante el modo carrera, a fin de aportar variedad a la experiencia.
En este sentido, veremos el regreso de las pruebas de competición (para varios pilotos simultáneos), así como los eventos Land Rush. Pero tendremos otros inéditos, especialmente, el conocido como Gymkhana, que nos propone realizar "slaloms", "drifts" de 360 grados y grandes saltos dentro de escenarios cerrados. El objetivo es recrearnos con nuestra habilidad en el menor tiempo posible.
Pero no es la única novedad. Existe otro tipo de eventos dignos de mención, los Head2Head, algo así como recorridos híbridos donde competimos contra otro vehículo. La única cuestión es que nunca podremos encontrarnos físicamente con nuestro rival, y es que cada uno circulamos dentro de nuestra pista, la cual es estrecha -por cierto- al estar separada de la otra por un pequeño muro de hormigón. En definitiva, una tipología de evento que no es la primera vez que vemos en videojuego de conducción, pero que resulta gratificante, más cuando podemos tener rápidas referencias sobre cómo lo está haciendo nuestro competidor.
Otra gran diferencia con respecto a Dirt 2 es que nuestra carrera como pilotos ya no tiene "paddock" ni caravana para viajar a lo largo del mundo. En esta ocasión, se ha optado por los clásicos menús, eso sí, muy elegantes y cuidados.
Por otra parte, nada más comenzar, se nos pide escoger un equipo y un coche. Dependiendo de nuestra selección, además, se nos propondrán retos adicionales en cada carrera, los cuales nos dan un número variable de puntos de reputación. Por poner algunos ejemplos: acabar una carrera con cierta ventaja, superar la meta a la velocidad propuesta, marcar un "record" de vuelta...
Y para que nadie se preocupe, confirmar que tendremos un área específica donde configurar determinados aspectos del coche (como la suspensión), la dificultad de los oponentes, las asistencias a la conducción o el número de "flashbacks" a emplear. Todo para hacer posible manejar los diferentes modelos del titulo (Peugeot 207, Impreza, Lanzer, Opel Kadett GT...) con las máximas garantías de acuerdo con nuestra destreza al volante.
En este aspecto, cabe resaltar que tendremos vehículos de varias clases. De esta manera, aparte de los oficiales de la WRC, están los de la Super Rally 2000, sin olvidarnos de la brillante incorporación que suponen los coches del Grupo B, esas leyendas motorizadas que en los años 80 crearon sensación en el mundo de los rallies por su desatada cilindrada.
Una potencia que también contemplaremos en el apartado gráfico, y es que en la versión que nos ha enviado Codemasters -y a pesar de no ser final- ya se pueden vislumbrar los avances realizados en aspectos como partículas de polvo (gracias al nuevo motor Ego 2.0), que suponen el efecto gráfico estrella del programa. Y eso sin desmerecer a las cinco vistas disponibles (destacando el detalle de la interior) o al sistema de daños, que nos hará ver fracturas de cristales en el salpicadero, y de físicas, el cual influye en la mecánica en el caso de que nos empotremos contra un árbol o protagonicemos realistas vueltas de campana.
La nieve de Finlandia, escenarios grises como los de Michigan Smelter o el desierto de Kenya ponen la guinda a una representación visual formidable y que ya esperamos con ansia en la redacción. Y es que puede que el próximo 24 de mayo la serie Colin McRae vuelva a sus orígenes como nunca lo había hecho en los últimos años, y eso es una gran noticia para los amantes de los rallies que posean un PC, una Xbox 360 o una PlayStation 3.