Análisis de Driver Renegade

Análisis de Driver Renegade
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La conocida saga de velocidad y acción de Ubisoft, Driver, se estrena en Nintendo 3DS. Y lo hace con una versión que no guarda demasiados elementos en común con el reciente Driver: San Francisco aparecido en las consolas domésticas… y es una pena, porque nos encontramos ante la versión más descafeinada de todas.

Puede que John Tanner no sea el tipo más conocido del mundo, pero desde luego dicho nombre les sonará bastante a los seguidores de la franquicia Driver. Bien, pues este ex policía está de regreso, tipo que pretende limpiar las calles de su ciudad de los criminales más peligrosos que operan en ella.

Limpieza total
Dichos criminales a los que Tanner persigue tan desesperadamente tienen nombres y apellidos, a saber. John Woodworth es un tipejo que posee múltiples prostíbulos, Leonard Ashton es un indeseable estafador, el Dr. Lewis trafica con órganos humanos, Lena Robbins negocia con armas de forma ilegal y, por fin, Jonah Ramsey hace lo propio con todo tipo de drogas. ¡Menudo elenco! Y detrás de todos ellos, se esconde el cerebro, el cabecilla que desde la oscuridad realiza todo tipo de trapicheos. Nuestro deber consiste en atraparles a todos.

Uno de los puntos más interesantes del título lo encontramos en su argumento. Antes y después de cada una de las misiones somos agraciados con escenas de vídeo en plan dibujos animados en la que se va desvelando la trama progresivamente. Ante nosotros van desfilando tanto los peligrosos delincuentes de los que os hablábamos hace un momento con algunos aliados y otros personajes secundarios. Y entre unos y otros, aportan cierta enjundia y empaque a la narrativa. Además, muchas de estas escenas son bastante violentas, por lo que se trata de un juego dirigido especialmente al público adulto, algo de lo que no pueden presumir muchos títulos actuales disponibles en esta consola.

El control de los vehículos en Driver: Renegade es en plan arcade total, fácil de asimilar.
El control de los vehículos en Driver: Renegade es en plan arcade total, fácil de asimilar.

Acción sobre ruedas
La propuesta de esta nueva incursión de Driver sigue las líneas maestras de los capítulos originales. O lo que es lo mismo, que debemos llevar a cabo una serie de misiones en las que en todo momento nos encontramos al volante de algún vehículo. ¿Y de qué objetivos estamos hablando? Pues de perseguir a vehículos sospechosos en plan Chase HQ (el clásico de Taito), huir de las embestidas de coches rivales, acabar a golpes con ciertos locales, alcanzar determinados puntos de los escenarios… Al principio la variedad es aceptable, pero bien es cierto que a medio plazo la mecánica de juego acaba haciéndose realmente repetitiva.

El control de los vehículos es bastante sencillo, arcade a más no poder, y tan solo se emplean un par de botones para realizar las maniobras básicas (acelerar y frenar), a lo que se añaden un par de acciones especiales. Una de ellas es la posibilidad de usar turbos, para lo cual primeramente debemos llenar un medidor que figura en la parte inferior y que responde al nombre de Ira. Para cargarlo debemos destrozar elementos de los escenarios, efectuar saltos, realizar maniobras arriesgadas y cosas por el estilo, lo que añade algo más de gracia a la dinámica de juego. A esto último también contribuye la posibilidad de embestir a los rivales, para lo cual se emplean los botones superiores de la consola.

Al margen de obtener el derecho a avanzar al siguiente nivel, la recompensa que obtenemos al superar cada reto (al menos en el nivel más difícil de dificultad) es un nuevo coche. Dichos vehículos podemos visualizarlos en nuestro garaje y, además, es posible utilizarlos en otros modos de juego complementarios que incorpora el cartucho. A decir verdad, el comportamiento de todos estos vehículos es bastante parecido, si bien todos ellos presentan características únicas relativas a su velocidad punta, aceleración y demás.

Como os acabamos de señalar, aparte del modo Historia el título presenta otro más llamado Carrera que nos ofrece siete pruebas diferentes: Contrarreloj, Carrera Libre, Eliminación, Postcombustión… Todas ellas nos invitan a participar en retos de diversa índole y, si bien ninguno de ellos resulta especialmente original o excitante, entre todos ellos prolongan la vida útil del juego.

Las secuencias animadas son uno de los puntos más destacados e interesantes del cartucho.
Las secuencias animadas son uno de los puntos más destacados e interesantes del cartucho.

Ciudad fantasma
Técnicamente el título deja bastante que desear, para qué vamos a andarnos con rodeos. Y es que a la acertada línea estética de las escenas de vídeo, lo más meritorio en el terreno visual, se añade un motor gráfico que no da la talla. Debido a esto el modelado de los coches no pasa de correcto, vehículos que por cierto no son reales ni parecen pretenderlo. Sus diseños son muy básicos y poligonales, y su física tampoco es que sea la más pulida que hayamos visto. Y por si fuera poco, la sensación de velocidad que desprenden no es que consiga “despeinarnos” precisamente. Por lo menos el número de estos vehículos sí que es elevado, más de medio centenar…

Pero es el aspecto de los escenarios lo que nos ha dejado más fríos. La ciudad en la que tienen lugar las persecuciones muestra un buen tamaño, pero el precio a pagar por este hecho nos parece demasiado alto. En ninguna de sus calles divisamos rastro alguno de transeúntes, algo que cuando menos queda “raro”. Pero es que la cantidad de vehículos que transitan por el asfalto también es realmente reducida, por lo que entre unas cosas y otras siempre tenemos la impresión de estar en una ciudad fantasma. Además, los escenarios van generándose ante nuestros ojos de una forma que hacía tiempo que no advertíamos en un juego de estas características, fondos no especialmente detallados.

Al margen del modo de juego principal, el cartucho presenta varias submodalidades complementarias.
Al margen del modo de juego principal, el cartucho presenta varias submodalidades complementarias.

El apartado sonoro, en cambio, sí que alcanza un nivel notable. Y lo hace gracias al conseguido doblaje en castellano que se ha integrado, realizado por actores profesionales. Por medio de este doblaje el juego consigue transmitirnos las emociones de todos los protagonistas con bastante acierto, algo vital durante las numerosas escenas de vídeo que se suceden en la aventura. Acompañando a este notable trabajo interpretativo encontramos una banda sonora que ameniza las partidas correctamente, y unos efectos sonoros algo menos logrados (especialmente el rugir de los motores, muy “light”) pero que cumplen con su cometido.

En definitiva, Driver Renegade 3D es un título divertido y algo corto que presenta bastantes altibajos. Nintendo 3DS está ávida de juegos, pero aún así éstos deberían contar con una calidad mayor si pretende remontar el vuelo.

Regular

Sin sello

Driver Renegade

Por: El equipo de 3DJuegos
Sin sello

Esta versión para Nintendo 3DS del nuevo Driver no ha salido especialmente bien parada. Y es que sus problemas jugables y técnicos le convierten un juego correcto y divertido por momentos, pero difícilmente recomendable más allá de los fans incondicionales de la serie o títulos de este género.

Comprar Driver Renegade
Jugadores: 1
Idioma: Manual en español y textos en español
Duración:
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