Una de las señas de identidad de esta saga, y su principal atractivo, es hacernos rememorar las sensaciones que vivimos con los títulos de conducción de antaño, trayendo a la memoria nombres como Out Run, Lotus Esprit Turbo Challenge o Jaguar XJ220. Ahora, con su lanzamiento en ordenadores domésticos y la consola híbrida de Nintendo, sus creadores pretenden trasladar todo el buen hacer de la primera entrega, añadiendo un lavado de cara visual y algunas funciones adicionales. ¿Sus armas? Un sistema de control sencillo pero desafiante y diversión directa. ¿Es suficiente? Vamos a verlo.
La velocidad como estilo de vida
En el pasado, cuando los salones recreativos dominaban con puño de hierro el mundo de los videojuegos, la jugabilidad arcade reinaba sin discusión entre los títulos de conducción. Esto se debía, en gran medida, a las limitaciones del hardware de la época, pues los desarrolladores de aquella época debían hacer auténticos malabarismos para conseguir una sensación de velocidad medianamente creíble.
Hoy en día esto no es ningún problema, ya que las máquinas con las que contamos en la actualidad están sobradamente preparadas para mostrar entornos muy detallados y moverlos con soltura. Por ello, hemos visto que la jugabilidad en los juegos de carreras ha ido evolucionando con el tiempo, buscando un control que intenta emular la realidad. Incluso en sagas como Need For Speed o Forza Horizon, las cuales han seguido apostando por una conducción en la que prima la sencillez, notamos cierto grado de complejidad, especialmente en los modos más altos de dificultad.
Pues bien, Horizon Chase 2 recupera esa jugabilidad sencilla de antaño. Aquí lo que prima es ser rápido. Para ello hay que pisar el acelerador a fondo, evitar el contacto con los otros vehículos del circuito y usar el freno con cabeza, pero de forma mucho menos intensiva que en otros títulos del género. Un ligero toque al botón del freno en el momento oportuno será más que suficiente para iniciar un oportuno derrape, el cual pondrá tu coche en la posición ideal para encarar la curva. Teniendo en cuenta estos sencillos conceptos, estarás más que preparado para afrontar cualquier desafío que se te ponga por delante.
Modos de juego divertidos, aunque escasos
Una vez entramos al título, veremos tres opciones principales. Lo ideal es empezar por Gira Mundial, ya que aquí desbloquearás los circuitos que podrás usar en el resto de modalidades, además de ganar créditos con los que comprar opciones de personalización para los coches. La selección inicial de vehículos es un tanto escasa, pero no tardarás demasiado en conseguir algunos más con los que ampliar tu garaje. Este modo es posible afrontarlo tanto en solitario como en compañía de otros usuarios, algo que es muy recomendable, pues en compañía gana en diversión. Mención especial para la opción de cuatro jugadores a pantalla dividida.
Si lo que estáis buscando es competir contra vuestros amigos en línea, debéis encaminaros hacia Zona de Juego. Eso sí, hay que tener en cuenta un detalle: al acceder al multijugador, te saltará un aviso en el que te indican que, para poder disfrutar de las funciones en línea, debes aceptar los términos de un acuerdo en el que permites el procesamiento de tus datos por parte del equipo desarrollador. Entiendo que esto es algo que no hará mucha gracia a algunos aficionados, pero es requisito indispensable para poder activar la Zona de Juego y los equipos en línea. Una vez finalizado el trámite, podréis crear grupos para competir contra los usuarios que tengáis añadidos.
Para terminar, tenemos los Torneos, un lugar en el que podrás realizar carreras que cuentan con modificadores especiales, usando los circuitos que hayáis desbloqueado previamente en Gira Mundial. Cada cierto tiempo, el juego propondrá diferentes pruebas en las que hay que adaptarse para ser el más rápido. Al superar estos desafíos, seréis recompensados con unos tickets especiales, los cuales se pueden canjear en una especie de pase de batalla (completamente gratuito). Aunque las pruebas son divertidas, la sensación de repetición se hace muy palpable con el tiempo, algo que le resta valor a largo plazo.
Visualmente resultón, pero poco más
Horizon Chase 2 puede presumir de unos gráficos vistosos y coloridos, pero nada que os vaya a desencajar la mandíbula. Tampoco lo pretende. El título entra por los ojos con unos escenarios muy resultones que muestran una paleta de colores llamativos. Los circuitos son bastante variados, con una interesante variedad de escenarios, pasando de entornos naturales a urbes repletas de edificios con una facilidad pasmosa. En cierto modo, el aspecto visual recuerda a Fortnite, aunque tiene personalidad propia. Es un estilo cartoon que, en mi opinión, le sienta como un guante. La banda sonora, por su parte, tiene el sello de Barry Leitch, un compositor con un amplio historial de títulos a sus espaldas. Los temas de corte electrónico son vibrantes y animados, ideales para un título de estas características.
Lo cierto es que Horizon Chase 2 entrega justo lo que promete: diversión directa y sin complicaciones dentro de un envoltorio que recuerda a los juegos de carreras de antaño. La jugabilidad es fluida y satisfactoria, aunque su simplicidad le pasa factura con el tiempo. Es ideal como experiencia fugaz para partidas rápidas, pero se queda muy corto en modos de juego, vehículos y variedad de situaciones. A pesar de ello, merece la pena darle una oportunidad si te llama la atención su propuesta
Comprar Horizon Chase 2- Conducción con sabor retro.
- Diversión directa y sin complicaciones que se disfruta mucho más en compañía.
- La banda sonora de Barry Leitch encaja como un guante dentro de la propuesta.
- Escaso de contenido en general (modos de juego, vehículos y situaciones).
- Experiencia directa y fugaz sin demasiado recorrido a largo plazo.
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