Si te gustaron el juego de Rare y Everspace 2, este roguelite con toques de FPS espacial que acaba de llegar a Steam te va a enganchar
Para los que somos más "abueletes" en esto del gaming, el género de los Space Sim fue el que nos introdujo a este mundillo de ordenadores y videojuegos. Claro, ahora casi todo son FPS y RPG, pero siempre tuvimos esa fantasía de poder subirnos y bajarnos de nuestras naves para hacer "cosas de pilotos o piratas espaciales": abordar naves, reparar la nuestra, conseguir chatarra y botín o pelear en escaramuzas contra enemigos en sus propias naves. Hay juegos que han intentado darnos eso, pero que o no salen del limbo del desarrollo eterno -Star Citizen-, o se quedan a medias en sus promesas - Elite Dangerous.
Pero como viene ocurriendo últimamente, tienen que ser los estudios pequeños y discretos los que vengan a dar el golpe sobre la mesa y demostrar que todo lo que se necesita para hacer un juego divertido es: a) una buena idea, b) tener ganas de ponerla en práctica y c) copiar pero bien a los mejores. Eso es exactamente lo que ha hecho Jump Space, el juego AA desarrollado por el novísimo estudio Keepsake Games -integrado por algunos ex desarrolladores de titantes como Mirror's Edge, It Takes Two o Wolfenstein New Order entre otros.
Y después de haberlo estado probando, os prometo que es lo más divertido que me he echado a la cara de este estilo desde Sea of Thieves. Pero no sólo recoge esa sensación de capitanear tu propia nave (esta vez espacial) con la que te desplazas por distintas zonas y puedes entrar y salir de ella además de interactuar con sus distintos puestos (navegación, artillería, ingeniería). Tu objetivo es buscar recursos, nuevos materiales, armas o componentes para ella al tiempo que progresas por una historia épica contra las máquinas. Vamos que no es un "pastiche espacial" del juego de Rare: combina elementos de roguelites o ARPGs como Everspace y los adereza con secciones de FPS.
Tu nave y tu tripulación, contra las máquinas
Porque a diferencia del juego del que más influencias toma, Jump Space tendrá de salida una trama épica detrás de él, que sirve para ponerte en contexto de quién eres y por qué te dedicas a la "piratería espacial": La raza humana está al borde de la extinción; la Legión, una inteligencia colectiva, compuesta enteramente por máquinas e Inteligencia Artificial, y afectada por un virus llamado "la Corrupción", ha expulsado a los seres humanos de sus mundos y se ha hecho con el control de casi todos los planetas.
Sólo unos pocos grupos de antiguos soldados, pilotos, ingenieros y demás expatriados luchan por sobrevivir en la galaxia. Es cuando nuestro personaje, tras una intensa batalla, se despierta en un planetoide en el que encuentra a Iris, una IA Núcleo Navegante que reniega de los métodos de la Legión y quiere ayudar a los humanos. Juntos, encontramos una nave que aún puede volar y nos dirigimos a una de las pocas colonias humanas que aún no han caído ante estos mecánicos enemigos. Así empieza este roguelite que puedes jugar solo o con hasta otros tres tripulantes en los que superar "runs" que te otorgarán equipo nuevo con el que potenciar tu nave, créditos con los que comprar trajes -cosméticos- y otras mejoras, y también nuevos tipos de naves pensados para un número variable de tripulación y jugadores.
Por supuesto, la trama se irá desarrollando a medida que vayamos mejorando nuestra reputación como piloto, que también es la forma de desbloquear los distintos tipos de misiones que nos propondrá el juego. Y funcionan así: miramos un mapa de la galaxia (o del sector al que inicialmente tenemos acceso), seleccionamos una misión con un objetivo final definido -una respuesta a una llamada de auxilio, un sabotaje, un rescate de suministros abandonados...- y debemos llegar hasta él.
¿Cómo? Pues atravesando varios puntos de salto en los que hay inhibidores que nos impiden llegar directamente a él. Pero no se trata de pasar por el punto A, para llegar al B y luego el C y finalmente el D; podemos elegir qué ruta seguiremos, y tenemos que sopesar bien si lo que se nos muestra en nuestra ruta hasta el objetivo vale la pena como desvió, pues los combates serán difíciles.
Si los superamos, ganaremos nuevos equipos, componentes y hasta la posibilidad de encontrar fragmentos de mapas del resto de la galaxia con los que saltar a nuevos sectores, o incluso cascos de tipos de naves que podemos restaurar en nuestra base y hangar para disponer de otras opciones de transporte. Pero ojo, si fallamos, perderemos todo lo que hemos acumulado (armas de a pie incluidas, más adelante os hablo de esto) y sólo conseguiremos unos pocos puntos de XP, créditos y lingotes de mejora.
Ahí entra la parte roguelite del juego y que bebe directamente de otros juegos del estilo ambientados en el espacio, como EverSpace 1 y 2 (aunque el segundo es más un ARPG). Pero más que el planteamiento original y que combina varios juegos previos, es la experiencia lo que cuenta.
El ordenado caos de pilotar, combatir y mantener una nave estelar
Todo este "planning" en Jump Space suena bastante bien sobre el papel aunque bastante "típico"; hay que vivirlo para entender por qué es tan condenadamente divertido y adictivo. Como salta a la vista y hemos dicho antes, la forma más breve de resumir la jugabilidad de este juego es decir que "es como Sea of Thieves, pero en el espacio". Sí y no. Podemos movernos libremente dentro y fuera de nuestra nave, y aunque parezca pequeña, una vez dentro de ella te da la sensación de estar en una más grande.
Esto hace que jugar en grupo casi sea una necesidad, y digo casi porque el juego se puede disfrutar en solitario; un bot, literalmente nos acompaña en las misiones y automatiza algunas de las tareas de la nave, pero sin cuidarlo todo para que tengamos que enfrentarnos a cierto "caos" en las batallas". Pero vayamos por partes. En una sesión de Jump Space -que pueden durar entre 20 y 90 minutos según lo largo que sea el recorrido hasta el objetivo final- podemos encontrarnos con multitud de situaciones.
En la mayoría de los casos tendremos que abandonar momentáneamente la nave para infiltrarnos en una instalación, pecio o base enemiga de la que robar suministros, desactivar un inhibidor de salto u ocuparnos de otros menesteres que nos impidan progresar, aunque también hay que mirar la pantalla de sensores para ver si hay recompensas adicionales en la ubicación a la que hemos llegado.
Uno o todos los tripulantes pueden colaborar, pero el dejar la nave sola y desatendida es un riesgo; si nadie esta pendiente de ella puede ser destruida mientras está atracada, o incluso puede ser abordada. Se pueden dejar a dos miembros cumpliendo el objetivo mientras los otros dos se quedan ella para defenderla, ya sea eliminando enemigos con las torretas de armas, apagando incendios o reparando componentes que han sido dañados, o sencillamente pilotándola para recoger más recursos y luego volver a aterrizar para recoger al equipo de salida.
Es una experiencia muy parecida a Sea of Thieves donde hay que coordinarse para que la run no acabe en fracaso; un tripulante pilotando, otro reparando, otro disparando... Y la sensación de trabajo en equipo es gratificante y divertida. Incluso es posible abordar naves enemigas para destruir sus componentes. La dificultad de las misiones es adaptativa y un bot nos ayuda si vamos solos. Pero si nos derrotan a pie, resucitar costará un recurso que nos permite fabricar munición y reparaciones para la nave.
La enjundia está en encontrar mejor equipo no sólo para la nave; necesitaremos armas para despachar a las tropas mecánicas de la legión y a la vez tener suficiente de ese recurso a bordo (la Materia) para atender las emergencias. Y debo decir que la experiencia FPS es más variada de lo que pensaba. No sólo por los distintos tipos de enemigos que te obligan a adoptar una estrategia u otra. Hay drones enemigos pesados que ponen un escudo lateral y otro compañero debe flanquearlos para abatirlos rápidamente, o caminantes que te hostigan con andanadas de explosivos. Se les puede matar con cualquier arma pero es recomendable que alguien lleve lanzacohetes o ametralladoras pesadas para despacharlos más rápido. Y sí, las armas tienen retroceso y comportamientos distintos.
Por poneros un ejemplo de lo caótico y divertido que es: hubo una misión en la que tenía que estar pendiente de mantener tres cañones de artillería que estaban apoyando una flota de la resistencia humana contra la Legión. Conseguí capturarlos en solitario y superarla, pero habría sido más disfrutable con un compañero de equipo, llevando el o yo la nave y apoyando con pasadas sobre las ubicaciones mientras el otro estaba cerca del punto para mantenerlo capturado y que el cañón siguiese disparando a la flota enemiga; e intermitentemente volver a bordo para reparar la nave entre oleada y oleada o reajustar la energía del sistema de armas por los daños que sufríamos (o los incendios).
Todo esto en un único escenario de los 9 posibles que tiene el juego y que irán aumentando a medida que se acerque la salida oficial del juego, y por cierto, hay mapas en los que además de lidiar con la Legion, te has de enfrentar a lluvias de meteoritos, llamaradas solares y otros peligros del entorno espacial que podrían destrozar a tu nave o tripulantes.
En resumen, se trata de una verdadera sorpresa dentro de las novedades jugables en equipo que hay para jugar, equiparable -salvando las distancias- con Helldivers 2 o Space Marine 2. Así que yo de vosotros lo tendría en el radar y hasta le daría un tiento. Su lanzamiento en Early Acces tiene un precio de lo más competitivo: 20 euros, y como ya he dicho, con amigos mucho mejor, pero solo también se disfruta. Y lo mejor de todo es que tiene mucho potencial y Keepsake Games ya ha publicado un montón de planes en su "roadmap" de cara a lanzarse en 2026. La espera se va a hacer muy llevadera.
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