Los peligrosos criminales Kane y Lynch se reinventan para la segunda parte de sus accidentadas aventuras. Nuevo estilo visual, cambio de roles entre los protagonistas, y nuevo escenario para sus salvajes y despiadados tiroteos. Todo para conseguir el gran objetivo de todo criminal que se precie: Ya sabes… el último gran golpe.
Los sociópatas Kane y Lynch vuelven a la carga con la secuela de sus crueles andanzas, y lo hacen con Dog Days, la nueva oportunidad de IO Interactive –creadores de Hitman-, para demostrar que en lo que se refiere a contar historias criminales no hay quien les gane.
Lejos de conformarse con repetir y mejorar los patrones del primer videojuego de las series, para la segunda parte de Kane & Lynch sus creadores han optado por poner patas arriba la fórmula del original. Kane era el principal protagonista del título precedente, mientras que en el nuevo lo será Lynch, la cámara era muy clásica antes y ahora será verdaderamente revolucionaria y, por último, se mejorarán notablemente las mecánicas de coberturas destinada a brindar realismo y emoción a los tiroteos.
Sangre en las Calles
Años después de los sucesos acaecidos en Kane & Lynch es cuando tiene lugar Dog Days, y todo ha cambiado para nuestros dos protagonistas. En primer término porque el principal personaje y sobre el que pivotará toda la aventura es, en esta ocasión, Lynch y no Kane como en la primera parte.
El siguiente párrafo contiene un importante Spoiler que si bien no cuenta nada concreto sobre el final de la primera entrega, si que puede dar una directriz clara de cómo acaba el original, de modo que recomendamos a los que no lo terminaran en su momento que se lo salten y continúen leyendo a partir del próximo.
Los conflictos por la presión ejercida por el crimen organizado con la familia de Kane, obviamente, ya no tienen ningún futuro por los acontecimientos violentos y tremendamente duros que acaecen en el original, de modo que el hilo argumental del anterior protagonista había sufrido serios cambios que lo convertían poco menos que en una opción agotada.
Es por ello que parece muy lógico el cambio de protagonistas, de modo que si bien tanto Kane como Lynch seguirán compartiendo pantalla en el título; en esta ocasión la trama pivotará entorno al psicótico Lynch, dejándonos conocer mucho más de este apasionante personaje.
En Dog Days el propio Lynch se encuentra en Shangai planificando un gran golpe con el que retirarse, y es desde ahí donde llama a su viejo compañero de andanzas Kane para que se una al equipo. En un principio el peligroso criminal rechaza la propuesta, pero finalmente no puede rehusar su propia naturaleza y acaba aceptando el plan por la necesidad de ayudar económicamente a su hija.
Lynch es un gran ejecutor de planes pero no es precisamente un buen estratega, y huelga decir que el golpe no sale precisamente como se espera. ¿En qué se traduce esto? En la clásica huída desesperada de los dos protagonistas que ya pudimos ver en la primera parte, pero que en esta segunda ocasión es todavía más pasada de rosca, más desesperada e incluso más violenta. 48 horas de auténtica locura con los dos criminales más peligrosos de Norteamérica.
Áspero, Crudo y Poco Apacible… Dog Days
Por lo que respecta al ya mencionado argumento todo parece indicar que Dog Days se moverá entre los habituales estándares del cine de acción y negro, con una historia muy cinematográfica en la que la práctica totalidad de los personajes son oscuros, violentos y todos ellos se mueven al margen de la ley. Ni rastro de redención para ninguno de ellos.
¿Cómo acompañar esta grasienta y lúgubre historia? Con la imaginería visual adecuada. Los chicos de IO Interactive han planteado Kane & Lynch como un arriesgado e innovador viaje visual en el que la cámara, la perspectiva y los filtros aplicados a la imagen no están sólo al servicio del usuario, sino también de conseguir un look fascinantemente agrio, duro y muy áspero.
El objetivo es el de dar la sensación de que se trata de un vídeo digital que sigue la acción de forma muy cercana, algo al estilo de lo que está intentando hacer el cine de acción en los últimos tiempos con ejemplos claros como Collateral, de Michael Mann, un cineasta que siempre ha estado muy presente a modo de inspiración en los desarrollos de los creadores de Hitman.
Los focos de luz harán saturarse a la cámara, si nuestros personajes reciben impactos de bala aparecerán pixels que empeorarán la imagen, y ésta dará a menudo la sensación de falta de estabilidad de la cámara al hombro que tanto realismo aporta a los largometrajes con escenas de tiroteos.
Sin embargo, y como es obvio, el apartado visual y el guión gozan de escasa importancia si no vienen acompañados de una jugabilidad que esté a la altura, y aquí es donde Kane & Lynch 2 pretende dar el gran salto. Si la primera parte fue criticada por algunas rutinas algo repetitivas y por ciertas limitaciones, la segunda parte toma nota de sus deficiencias y apuesta por revolucionar todos esos factores.
Las mecánicas de cobertura han sido revisadas por completo, con un esquema de control para éstas y el movimiento que ha sido rediseñado por completo, ofreciendo un procedimiento que en esta ocasión responda con mayor presteza y precisión.
Por otra parte también se ha incorporado un nuevo sistema que nos permite caer abatidos por las heridas pero ser revividos por el compañero. Podremos arrastrarnos al estilo Gears of War hasta una zona en la que nuestro amigo pueda levantarnos y curarnos. Desconocemos si esta técnica funcionará también con la IA como acompañante, o si se limitará únicamente a la presencia humana a los mandos del otro personaje.
En esta misma línea cabe destacar que en esta ocasión el cooperativo no será tan limitado como el de la primera parte, permitiéndonos disfrutar de él tanto a pantalla dividida como a través de Internet.
Kane & Lynch 2 llegará a finales del presente año 2010 a PC, Xbox 360 y PlayStation 3 con la intención de mejorar su interesante, aunque no memorable, primera entrega. Para ello cuenta con interesantes mimbres, en primer lugar un apartado gráfico muy mejorado, y en segundo lugar una mayor personalidad y mejora de posibilidades que su predecesor.