La Academia Honnoji va a vivir unas elecciones épicas: hay mucho más en juego que una mera presidencia del consejo estudiantil. Arc System Works y Aplus parecían tener la respuesta en forma de videojuego a los deseos de muchos amantes del anime de Trigger pero ha terminado quedándose corta. Te lo contamos en el análisis de Kill la Kill IF.
En la siempre estrecha relación entre la animación japonesa y los videojuegos hay casos que se prestan más a ser portados al ocio electrónico que otros. Kill la Kill, un anime producido por Trigger en 2013, es uno de los casos que pedían a gritos dar el salto a una consola, como bien sabían en Platinum hace unos años. La tarea acabó cayendo lejos de la casa de Bayonetta e Hideki Kamiya, pero el anuncio de Kill la Kill IF siguió ilusionando a los fans del anime protagonizado Ryuko Matoi y Satsuki Kiryuin: con Arc System Works en el barco, un juego de lucha podía ser una opción más que óptimo para la serie… aunque al final el resultado no ha sido el que merecían los alumnos de la Academia Honnoji.
¿Una obra decepcionante si tenemos en cuenta que detrás están los creadores de Dragon Ball FighterZ u Hokuto no Ken? En realidad no: el juego está firmado por Aplus Games, autores de Little Witch Academia: Chamber of Time o colaboradores habituales de Arc System Works y Natsume en los últimos videojuegos de la franquicia River City. No es que Kill la Kill IF tenga un problema jugable; es más una cuestión de contenido y presentación: la producción ha terminado siendo demasiado conformista, y parece complicado que los planes de ampliarla en el futuro con nuevo contenido vaya a ayudarle a firmar un producto acorde a lo que se espera de un título contemporáneo.
¿Es todo negativo en Kill la Kill IF? En absoluto: es muy meritorio el trabajo que han hecho sus desarrolladores al ser capaces de portar un estilo visual tan particular como el de Kill la Kill al territorio del videojuego, pero todo su esfuerzo en lo técnico y jugable queda eclipsado por lo que termina presentando el software.
Kill la Kill if, Sen-i-Shoshitsu!
Nunca me veréis defender la cantidad a la calidad en un fighting, pero se antoja complicado justificar la decisión de meter ocho personajes de serie en Kill la Kill IF en el estreno. Ni siquiera se entiende cuando te pones a los mandos y compruebas que, en realidad, tampoco es que hablemos de un trabajo excelso de creación de mecánicas jugables que permitan justificar una base de luchadores tan pobre. Tampoco se explica que se hayan obviado protagonistas que podrían haber estado perfectamente en el juego o las versiones potenciadas de ciertas luchadoras con las que nos topamos en el modo historia y que no pueden ser controladas por el jugador. Parece más un problema de tiempo y presupuesto que una decisión artística.
Sin darle muchas más vueltas, te diriges al único modo disponible al inicio: la historia. La campaña se divide en dos: una con Satsuki de protagonista y otra con Matoi. Apenas te costará dos o tres horas acabarlos y ver las dos nuevas historias propuestas para el título. No son excesivamente interesantes y cumplen con el prototipo de trama alternativa para un videojuego basado en un anime: por donde pasa no mancha, por donde pasa no limpia. No aportará demasiado a los fans de Kill la Kill, que estarán obligados a acabar la trama de la presidenta del consejo estudiantil para poder desbloquear las batallas libres contra la IA o el multijugador en línea. Resulta decepcionante que parte del equipo original de la animación haya estado involucrado en el guion: el feudo de Satsuki y Matoi daba para mucho más.
Aunque la campaña sirve como tutorial, también ofrece desafíos en los que nos enfrentamos a los propios personajes del juego e insípidas hordas de enemigos. No hay mucho más que explicar en cuanto contenido: podrás desbloquear distintos elementos para acceder al modo diorama (en el que podrás crear tus propias escenas inspiradas en el anime) y acceder a todo su contenido audiovisual. Te quedará partirte la cara en el on-line y disfrutar de lo que Aplus sí ha hecho bien con Kill la Kill: trasladar las batallas que disfrutaste en el anime a la circuitería de PS4 y Nintendo Switch con soltura.
¡Desnuda a tus enemigos!
Ha terminado siendo demasiado conformista
¿Cómo se juega? Tienes tres botones de ataque y puedes ejecutar ataques de carga, corta y larga distancia. Cada uno de ellos se puede convertir en un ataque especial, animado con el mismo estilo que se pudo ver en la serie, respetando las técnicas más queridas por los aficionados y haciéndolas, si cabe, más espectaculares. Deberás medir la distancia y la defensa para ser capaz de entrar al rival con los sencillos combos que dispone cada uno de los protagonistas. La elección de tu luchador dependerá por completo de tu forma de juego: si prefieres jugar a distancia te gustará Nonnon Jakuzure; si te va más el cuerpo a cuerpo tira de Ira Gamagoori o Uzu Sanageyama.
Durante la partida podrás utilizar un sistema que corta la batalla llamado Bloody Valor. Te permitirá restaurar parte de la vida, atacar al rival o conseguir algo más de energía. Su ejecución es similar a la del piedra, papel y tijera, por lo que se pueden dar tres casos en cada contienda: victoria (que se traduce en el efecto escogido), derrota (con castigo) o empate (en el que no pasa nada). Las victorias en el Bloody Valor se traducen en nuevos niveles de Valor que, al llegar a tres y tener la barra de energía llena, nos permitirá acceder al ataque definitivo del luchador: el Fiber Lost Secret Art, que destruirá al rival haciendo jirones su ropa y terminando el combate.
Kill la Kill IF es divertido a los mandos, y si hubiese mimado el contenido tanto como lo jugable y visual estaríamos hablando de un videojuego con una calificación muy distinta. El online está poblado de usuarios que están sacando partido al juego en sus primeros compases, por lo que ahora es fácil encontrar usuarios con los que disfrutar en compañía. Es lo que deberás hacer si quieres sacarle horas al título: una vez acabados los modos historia solo te quedará luchar contra hordas y el modo supervivencia, por lo que la oferta jugable no es todo lo variada que el género exige en la actualidad.
Cuestión de biofibra
Lástima que no se haya mimado el contenido tanto como lo jugable y visual
Se ha contado con las voces originales de la serie y se han adaptado muchos de los elementos estéticos que han convertido a Kill la Kill en un anime de culto. No puedes pedirle a IF que aporte más escenarios de los que se ven en la serie original, por lo que no hay demasiada variedad en los mapas y su interacción es prácticamente nula. Más allá de lo jugable, lo más disfrutable del videojuego de Aplus es su apartado visual, que ha sabido capturar a la perfección al anime en el que se basa. Desgraciadamente, no puede vivir solo de lo que se ve y su corto pero respetable apartado jugable.
Kill la Kill IF recuerda al prototípico juego anime de hace varias generaciones: uno de esos productos que no saben si pretenden contentar al fan del anime más que al del videojuego. Los tiempos han cambiado, y las exigencias del género de la lucha y los propios títulos inspirados en series japonesas están lejos de lo que brinda Aplus y Arc System Works. Sin ser un mal producto, no está a la altura de lo que merecen sus seguidores.
Corto a todas luces en contenido: ocho personajes de serie, un modo campaña repetitivo de tres horas que no aporta nada a los seguidores del anime, un insípido modo horda y un supervivencia clásico. Deben gustarte mucho sus mecánicas para poder sacar partido a tan pocos protagonistas en su modo en línea. Y es una pena, porque en lo jugable está lejos de ser un mal videojuego de lucha tridimensional. Kill la Kill IF, sin embargo, es capaz de capturar la esencia del anime en el que se inspira con soltura, respetando las voces originales y todos los elementos estéticos que han convertido en culto a la producción. Desgraciadamente, sus defectos pesan más que sus ventajas.
Comprar Kill la Kill - IF- Captura la esencia visual del anime con éxito
- Ofrece una jugabilidad acorde a lo que se espera de Kill la Kill
- El modo diorama te permite crear tus propias escenas del anime
- Se queda corto en contenido: pocos personajes y modos de juego
- La campaña se queda lejos de lo narrado en el anime original
- Las hordas no cuentan con un control óptimo para ser disfrutadas
