Sam Lake destaca que su equipo no tuvo nada que ver en esta producción de Hollywood.
Como tantas otras licencias del mundo del videojuego la genial serie Max Payne fue adaptada a la gran pantalla con Mark Wahlberg en el papel protagonista, pero en la línea de otras producciones del estilo, la película no fue especialmente buena. Más bien lo contrario. ¿Qué opina de ella el equipo de Remedy? El principal guionista de los míticos Max Payne y Max Payne 2 reconoce que se sintió "bastante desconectado" del proyecto.
"Me hizo feliz que hubiera una película, y creo que valió la pena celebrarlo", ha comentado Sam Lake en un programa de IGN. El creativo responsable también de Alan Wake o el prometedor Control ha citado las diferencias entre contar historias en un videojuego y hacer lo propio en el cine, que cree fue una de las principales razones por las que el film no llegó a buen puerto.
Puede que esta reflexión no se tuviera en cuenta en la película de Max Payne
La saga Max Payne nació como un tributo al cine negro, así que se creó una especie de círculo retorcido de películas influyendo a un videojuego que, a su vez, terminó influyendo a una película. "Lo interesante para mí es: '¿Qué es lo que lo hace ser exclusivamente un videojuego? ¿Cuál es esa esencia que deberías llevar contigo a la película?'", se cuestiona el veterano Sam Lake. "'¿Y cómo logramos que funcione en un medio diferente y que destaque por sí mismo?' Esa es una pregunta interesante y puede que esta reflexión no se tuviera en cuenta en la película de Max Payne".
Actualmente inmerso en el desarrollo de Control, desde el lanzamiento del genial Max Payne 3 no se han tenido más noticias relacionadas con esta fantástica serie de acción.