Probamos Mortal Shell, un nuevo Soulslike que promete toda la implacabilidad de este género, mientras que busca aportar algunas ideas nuevas en el combate. Eso sí, manteniendo siempre la oscura y tétrica ambientación que acompaña siempre a estos juegos. ¿Cómo es el nuevo aspirante al trono?
Recuerdo que los que jugamos por primera vez a Demon's Souls repetíamos este argumento sobre la "justicia" de sus mecánicas. Ya sabéis, eso de que, cada vez que moríamos, sentíamos que la culpa había sido completamente nuestra. Nos fuimos adaptando a él. Empezamos a contar internamente cuánto duraba cada animación de un ataque, cómo gestionar mejor la energía y sabíamos, aunque no lo quisiéramos admitir en primera instancia, que ese golpe que nos mataba era resultado de la tentación de pulsar R1 una vez más.
Pero aunque Demon’s era duro, seguíamos jugando porque sus reglas eran claras. Las aceptabas o no. Jugando ahora a Mortal Shell, el problema que se me ha presentado en esta primera demostración es que esas reglas no se me muestran tan evidentes. Sí, admito que siempre hay algo de costumbre de otros juegos que te tienes que sacudir cuando te adentras en un nuevo soulslike, pero hay algo en él que todavía no he conseguido interiorizar. Cada vez que realizaba un bloqueo o un parry, cada vez que intentaba esquivar un ataque, no era capaz de leer el campo de batalla correctamente.
Y es una lástima que me vaya de esta primera prueba con Mortal Shell con esta sensación porque es uno de esos soulslike más atractivos que se avecinan. Se nota que en Cold Symmetry han abrazado rápidamente y sin remilgos la idea de que sí, esto es un Souls, para poder ponerse a trabajar cómodamente en su visión del género. Así, nuestro personaje es también una especie de no-muerto capaz de poseer estas cáscaras mortales, los cuerpos de varios guerreros que le sirven para recorrer un peligroso y oscuro mundo. Cada cáscara es una clase. Desde Cold Symmetry nos cuentan que aquí hemos tenido la oportunidad de probar 2 de las 4 disponibles y, por lo jugado, corresponden a las clases de guerrero pesado y ligero. El primero tiene más defensa a costa de movilidad y el segundo es ágil y rápido, con un esquive que le hace camuflarse en una negra bruma. Cada uno lleva un arma por defecto: el espadón a dos manos y la daga y martillo, pero en los "santuarios" podemos elegir la que mejor nos convenga y, con determinados objetos, también mejorarlas.
Cáscara mortal
Mortal Shell Es un juego que no va a tener piedad del jugador
Me queda claro que Mortal Shell es un juego que no va a tener piedad del jugador. Su mundo es obtuso. Las trampas, como cepos que te dejan a la merced del rival, apenas se ven bajo la hierba. Los objetos tienen que ser utilizados unas cuantas veces para identificarlos y entender sus efectos y los de curación te los tienes que buscar tú; o comprar, si tienes suerte y dinero. Pero de todos los enemigos que me he encontrado en mi camino, ninguno ha resultado ser ni la mitad de peligroso que el veneno. Escapar de él, y sin antídoto aparente, me ha parecido en ocasiones el verdadero jefe final.
Como demostración que es, quiero creer que todos estos valores estarán correspondientemente equilibrados en su versión final, porque tal cual están presentados, parecen algo descompensados y hacen de Mortal Shell un soulslike innecesariamente difícil, a la par que difícil de comprender. Y sin embargo, tiene el potencial para convertirse en uno de los más relevantes, porque su sistema de combate está bien planteado. A medida que progresamos, conseguimos nuevas habilidades y movimientos, como un parry que, bien ejecutado, despacha a los rivales de un plumazo. Las mejoras de personaje que podemos conseguir también resultan interesantes y prometen provocar situaciones nuevas en este tipo de juegos.
De todas estas nuevas situaciones, la más destacada es el bloqueo. Aquí no he visto el clásico escudo que sirva para bloquear ataques, sino que todo nuestro cuerpo se convierte en piedra para realizar dicho bloqueo. Durante estos momentos, cualquier ataque recibido se detiene y nos abre una ventana para poder responder la contienda. Pero lo interesante no es eso, sino que podemos realizar el bloqueo en cualquier momento. ¿Que el rival nos pilla con la guardia baja por haber comenzado un ataque con la espada en lo alto? Nuestro cuerpo se convierte en piedra en cualquier frame de esa animación pulsando el gatillo izquierdo y cancelando el movimiento. Casi me recuerda a esos juegos de lucha donde eres capaz de repeler un combo rival a costa de una tus barras. Y esta estrategia es vital. El parry puede ser algo más opcional, según tus gustos, pero este bloqueo es fundamental para comprender las dinámicas de combate de Mortal Shell.
Con todo, el combate en sí carece de esa finura de los Souls, incluso en sus primeras entregas. La respuesta a los mandos confunde y nunca terminas de estar seguro del todo si te has precipitado en tu ataque o los erráticos movimientos de personaje y enemigos te están transmitiendo estímulos equivocados. Por decirlo de forma más simple: no veo esa "justicia en la muerte" de los Souls. Tratándose de una demostración muy anticipada, no estoy preocupado todavía. Ese pulido en el combate y en sus animaciones se puede tocar y retocar hasta el último momento. Sus escenarios sí resultan lo suficientemente tétricos para producir la oscura ambientación que buscan estos juegos, en los que el jugador duda de cada paso que da, y su fórmula de poseer cuerpos va más allá de ser un selector de clase, sino que te permite ser todas ellas en una misma partida. En vez de confiar en una tabla de valores numéricos que fija el destino de tu personaje, aquí puedes pasar de una clase pesada a una ligera (y supongo que a una mágica) de forma tan sencilla como pulsar un botón, lo ayuda a dar una variedad que en otros juegos solo se consigue comenzando una Nueva Partida+.
Estamos ante un aspirante interesante al trono de los soulslike
Por el momento, Mortal Shell es un aspirante interesante al trono de los soulslike, pero espero también que en pruebas futuras demuestre ser algo más incluso. Su conseguido estilo visual de seguro atraerá las miradas de los aficionados, ávidos por seguir explorando este tipo de juegos y sus posibilidades. Pero cabe recordar que el planteamiento de este género vive y muere por sus mecánicas de combate, que tienen que ser limpias, perfectas… y justas.