Myth of Empires es un ambicioso juego de supervivencia, mundo abierto y batallas estratégicas que tiene mucho de muchos videojuegos similares a él, pero también algo muy personal: acabar participando en batallas multitudinarias estratégicas contra otros grupos de jugadores.
Llevamos a nuestras espaldas ya un buen número de títulos multijugador de mundo abierto en el que prima la supervivencia, la recolección, la construcción de casas y la destrucción de las de nuestros vecinos. Valheim, New World o Conan Exiles son algunos de ellos. Myth of Empires aprende de sus fórmulas; tanto es así que durante las primeras horas de juego estarás pensando: vaya, esta forma de recolectar materiales es muy similar a este título, esta batalla me recuerda a este otro, así es cómo se hacen casas en lo que jugué el otro día, y esto… ¿No lo he jugado ya en este otro sitio? La sensación de familiaridad es constante. A mí me ha ocurrido a medida que iban pasando las horas en su mundo. Y no solo en lo referente a las mecánicas, también al ritmo de juego. Comenzamos Myth of Empires siendo un vagabundo desnudo en medio de un bosque. Nos tocará empezar a recolectar todo lo que tenemos a nuestro alrededor, fabricar armas, matar a animales para comer y no morir de hambre, y luego habrá que edificar una vivienda y prepararse para la guerra reclutando aliados.
Es decir, Myth of Empires (MoE) no se corta ni un pelo en reproducir mecánicas, dinámicas y ritmos de tantos otros MMO de éxito. Entonces, ¿qué es lo que tiene de especial? ¿Por qué Myth of Empires debe interesarte? Para empezar por su bonito mundo. El estudio que lo desarrolla es T’ien-Kung Studio, parte de Angela Game. No, a mí tampoco me sonaban estos nombres hasta que investigué la procedencia de sus creadores. Lo menciono porque son estudios de desarrollo chino, y ya sabéis cómo trabajan con la imagen estática. MoE entra por los ojos. No importa si inicias tu aventura en una zona con enormes árboles, cerca del río o una planicie. El ambiente, la hierba, la naturaleza y el tono seducen. Además, hay un buen trabajo musical que consigue sumergirte de lleno en lo que estás haciendo. Pero este no es un videojuego de mirar y maravillarse; aquí hay que trabajar. Rápidamente tenemos que mancharnos las manos recolectando de todo. Así subiremos de nivel, accederemos a fórmulas de construcción, armas, construcciones y estrategias de asedio.
MoE tiene un ritmo de juego particular pero que se acaba agradeciendo. El título lleva ya mucho tiempo en acceso anticipado. Y uno de sus grandes retos ha sido, y está siendo, ajustar el equilibrio entre el ritmo en el que nuestro personaje comienza a pasar hambre, la velocidad a la que se sube de nivel y el tiempo que se tarda en fabricar cosas. A medida que se ha podido jugar a las distintas alfas y betas, se ha llegado a una solución generosa con el jugador. Tardamos en tener hambre varios días, se sube rápido de nivel, pero hay que conseguir muchos bienes del escenario para empezar a fabricar, pero, eso sí, abundan. Los objetos que crafteas también tardan en aparecer. Cuesta un poco pillarle el punto a esta relación, pero cuando lo logras descubres que es un título muy ágil. Le ocurre como a Conan Exiles, es un videojuego que quiere que superes rápido los primeros tramos del juego para lanzarte de cabeza a lo interesante. Tienes de recolectar de todo, fabricar como un enfermo mientras lo haces, y prepararte para atender tus necesidades algo más tarde. Se nota que Myth of Empires tiene prisa por mostrarte su mejor cara, la que tiene más personalidad, y es la que se te presenta cuando ya te has montado tu chiringuito, con tus armas, tu fortaleza y tus colegas de guerra. Es decir, este MMO no te tendrá un número excesivo de horas en sus fases iniciales.
MoE combina supervivencia y grandes batallas
La construcción de Myth of Empires es cómoda, pero tiene ciertas asperezas que aún hay que pulir. A veces las distintas interfaces se montan entre sí, no tienes muy claro para qué sirve una construcción u otra, y que el juego aún no esté al 100% en nuestro idioma te condena a algunos momentos de ensayo y error. También hay un problemilla con el rápido ritmo que tiene el juego de hacernos subir de nivel y conseguir fórmulas nuevas; y es que las viejas dejan rápido de tener sentido. Pero si has jugado algo a Fortnite te sentirás como en casa, porque sus mecánicas y dinámicas en este sentido son similares. Es decir, como le ocurre a su crafteo, combate y sentido de la supervivencia, hay bases sólidas, buenos referentes y es todo divertido, pero nota que le falta un puntito más de pulido de cara a su salida oficial. Pero todo es prometedor y lo que tiene que hacer bien, lo hace.
Pero volviendo a lo que comentaba antes, la parte más atractiva y propia de Myth of Empires empieza cuando dejas la parte de la supervivencia atrás. El videojuego te anima a reclutar a personas que te encuentras por el mundo, e incluye mecánicas de tortura o pacíficas para lograrlo. Te insta a montar tu pequeño ejército, a armarlo y a avanzar hacia la guerra. También cuenta con árboles de habilidades para que tú mismo te especialices como guerrero y general. Es en este momento cuando Myth of Empires pasa de parecerte un juego de supervivencia más a una experiencia enorme, masiva e inabarcable. Porque cuando el título cambia de escala y la amplía, sorprende. Pasas de construir pequeñas barracas con un catre a enormes imperios. De partirte la cara con jabalíes pasas a tener a un grupo de mercenarios que gestionar y controlar. Ya no te preocupas de si puedes hacerte una puerta para tu casa, sino de cuántas catapultas puedes construir y de cómo te abalanzarás contra el reino de tus enemigos. Es muy recomendable jugar a este título con amigos, porque cuando toca pelear, recolectar o montar estrategias, se avanza más y mejor con colegas. Sin embargo, también se puede jugar de forma individual y es una experiencia satisfactoria; al menos al principio.
Digo esto porque construir una casa tú solo es fácil y divertido, pero cuando tienes que levantar un gran imperio, montar pasos, cuidar los cultivos y prepararte para la guerra, es más cómodo contar con aliados con los que repartirte el trabajo. Así que a medida que avances por los distintos tramos del juego, notarás que Myth of Empires te pide indirectamente que te traigas a tus colegas, o te tocará trabajar mucho. Para poder solventar este problema, y también para construir a tus ejércitos y tener gente que haga cosas por ti, MoE vuelve a fijarse en Conan Exiles y su sistema de reclutamiento. Hay que domesticar a la gente y soldados que nos encontremos. En función de su nivel costará más o menos tiempo lograrlo. Una vez lo hayamos conseguido podremos establecer formaciones o distribuir mejor el trabajo, también será más fácil atacar y destrozar a los enemigos. Hay algún problema con la IA y creo que al combate en sí le falta algo de contundencia. Me ha recordado mucho a los golpes, embestidas y cerebros que se gasta el musou, pero es divertido.
Queda trabajo, pero Myth of Empires es un buen MMO
Todavía me queda mucho por jugar y disfrutar de este ambicioso MMO, pero creo que ha sabido elegir bien sus referentes. Es algo así como un cruce muy bonito entre Conan Exiles y Mount and Blade. Myth of Empires es un MMO ágil que te lleva rápido a lo importante, con un buen acabado técnico, con mucho que hacer y que sorprende por cómo aumenta su escala a medida que juegas. Creo que es un título estupendo para jugar con amigos, porque el crecimiento que te ofrece es muy gratificante. Te permite hacer enormes construcciones, librar grandes batallas contra otros jugadores a través de soldados reclutados y amigos, con armas de asedio y estrategia, pero siempre comenzando como un tipo cualquiera en taparrabos. En definitiva, qué divertido es pasar de ser un vagabundo a un comandante en Myth of Empires.