Da igual que nos pidan construir una ciudad actual o una del futuro; que nos pongan al frente de un parque de atracciones, un zoo o hasta de un campus universitario como el más reciente y notable Two Point Campus. Los juegos de gestión nos han hecho maestros en el arte de crear escenarios de fantasía sin arruinarnos en el intento, pero ¿qué pasa si en lugar de trabajar en el ámbito civil te pasas al militar? Esta es la premisa de One Military Camp, un nuevo videojuego de estrategia y construcción desarrollado por el equipo barcelonés Abylight Studios cuyo principal atractivo es dar forma a una base de operaciones del ejército sabiendo que tarde o temprano, nos tocará ir a la guerra. Ya he podido disfrutar de su campaña a pocos días del estreno de su acceso anticipado en Steam, y ya te adelanto que la experiencia es francamente divertida.
Tras echarle varias horas de vicio, One Military Camp me ha ofrecido una experiencia muy divertida y completa del otro lado del ejército y os puedo asegurar que promete mucho. La implementación de sus novedosas mecánicas y sus cambios inteligentes en su campaña demuestran que el estudio ha aprendido de los errores de su anterior proyecto, Prison Tycoon: Under New Management, y hacen del juego un viaje más liviano y despreocupado respecto a otros compañeros del género.
En One Military Camp, el mundo necesita tú ayuda, pero tú campamento aún más
Al inicio de nuestra partida nos explican que una brutal fuerza militar, una inconfundible e hipotética Unión Soviética futurista, ha invadido gran parte de los territorios de nuestro continente. Nuestro objetivo durante toda la campaña será reconstruir y hacer crecer nuestro campamento militar gracias a los consejos del carismático aunque a veces malhumorado sargento Hawkins, e instruir a un ejército que pueda frenar a la fuerza invasora y a su líder despiadado Dragan. Pese a este panorama bélico, el juego nos propone un tono muy desenfadado, como lo demuestran sus gráficos cartoon super coloridos o su gran sentido del humor en los diálogos de los personajes con los que interactuamos, lo cuales me han sacado un sonrisa en más de una ocasión.
Además, contamos con una “banda sonora” muy animada que nos acompaña constantemente y que se te acabará metiendo en la retina sin que te des cuenta. La premisa me ha parecido de lo más interesante para un juego de estrategia.
En One Military Camp nuestro comienzo es precario, como es natural en este tipo de juegos. Nos encontramos en un campamento militar prácticamente abandonado, con unos desolados barracones para los inexistentes soldados que quedan en la base y una recepción desde la que organizaremos la puesta en marcha. Durante los primeros compases del juego, si eres veterano, sentirás una clara similitud con otros juegos del género como Jurassic World Evolution 2 o Sim City. Deberás empezar a construir los puestos más importantes del campamento para cubrir distintas necesidades del personal y luego conectar las infraestructuras con postes eléctricos. Algo típico, pero necesario para todo juego de gestión y construcción.
Sin embargo, al existir una fuerza invasora que se acerca, hace que este inicio se sienta más natural que en otros juegos. La emergencia por empezar a levantar el campamento está justificada narrativamente hablando y eso hace que el arranque no caiga en obviedades como que sencillamente tengas que empezar a construir porque de eso va el juego. El objetivo es hacer crecer el campamento, pero en pos de un propósito mayor, no solamente a hacerlo crecer porque sí, y eso me ha encantado.
Opciones de construcción en One Military Camp
Me ha parecido muy rica la cantidad de infraestructuras que tienes a disposición y la multitud de opciones de construcción y mejora para las mismas; gimnasios más grandes; cocinas capaces de hacer mejores platos; estancias de descanso más cómodas y mucho más. Los gráficos son modestos, pero en lo personal pienso que hacen un gran trabajo, sobre todo en lo que respecta a los edificios, los cuales si haces zoom tienen una cantidad absurda de detalles.
Cada edificación tiene un diseño propio bastante más trabajado de lo que me esperaba, haciendo que puedas diferenciarlos con facilidad. Quizás al inicio no le des tanta importancia a esto, pero te puedo asegurar que cuando tienes un gran campamento con muchas estructuras distintas, lo agradeces. Por desgracia, sí que he notado bajadas de FPS bastante notorias, sobre todo a la hora de moverse rápidamente por el campamento o hacer zoom. Es una demo y lo más seguro es que estos detalles de rendimiento se resuelvan de aquí a su lanzamiento, pero creo que debía mencionarlo.
Un aspecto que me ha parecido interesante, es la responsabilidad que el jugador deberá tener a la hora de construir, ya que hay algunos edificios que no deben estar cerca de otros, debido a que pueden perjudicarse y por consiguiente, resentir a tus tropas. Haciendo que te lo tengas que pensar dos veces antes de construir cualquier cosa, implicándote de una forma muy orgánica en el diseño de tú campamento.
Tantas infraestructuras te harán estar entretenido durante horas, pero no sirven de nada sin profesionales que trabajen en ellas y que aporten recursos para seguir haciendo crecer nuestro campamento. Deberemos reclutar a personal de investigación y mantenimiento para mejorar nuestra base, al igual que a nuevos reclutas, los cuales tendremos que entrenar y especializar en ciertas aptitudes para hacerlos subir de nivel y poder mandarlos al frente. Las especializaciones de nuestros efectivos no son todo lo profundas que podrían ser, pero tienen lo suficiente para poder crear un sistema de “clases” dependiendo de los atributos de cada soldado; inteligencia, fuerza… Pero sin duda, lo que más me ha gustado, son las llamadas “clases avanzadas” las cuales sí que ofrecen mayor complejidad y una progresión interesante dentro del juego.
Otro añadido, es la gestión de turnos de noche y de día de nuestro personal. Determinar un ciclo u otro a nuestros efectivos, afectará al campamento y a sus habitantes, ya que cada uno tendrá rutinas distintas, por lo que tendrás que estar muy atento a nuevas necesidades que puedan surgir. Además, en los ciclos de noche, podrás realizar acciones únicas, como incursiones de espionaje, sabotajes o dar turnos doble a tú personal. Sin duda, esta mecánica la agradecerán los más veteranos, ya que añade un plus de complejidad y caos a tú campamento.
Pero... ¿este no era un juego bélico?
Como ya he comentado, la prioridad en el juego es la gestión de nuestro campamento, pero fuera de él también suceden cosas a las que debemos prestar atención. Este es un punto clave en la campaña de One Military Camp, las misiones externas que ejecutan nuestros militares se realizan en segundo plano y no podremos controlar lo que suceda. Únicamente el juego nos dejará ver el progreso y nos dará unas medidas de probabilidad de victoria en cada misión. Si aceptas ejecutar la misión, se realiza un método de auto resolución muy parecido a los de las campañas de la saga Total War.
One Military Camp no intenta reinventar la rueda y se inclina hacia referentes clásicos y una fórmula ya experimentada
En lo personal, quizás esto sea de lo que menos me ha gustado. Entiendo que el propósito del juego no es la acción ni tampoco la violencia, de hecho no hay muestra de ella en todo el juego, pero quizás sí que me habría parecido más interesante poder ver, aunque fuera como mero espectador, cómo los militares a los que llevo entrenando tanto tiempo realizan esa acción. Algo parecido a Clash of Clans pero sin poder decidir la estratégia de la incursión.
Debo mencionar que solamente he podido probar la campaña, ya que el juego en su lanzamiento también contará con un modo sandbox donde podremos ser más libres y creativos a la hora de construir nuestro campamento, sin estar tan pendientes de acontecimientos externos que marquen nuestras decisiones.
En definitiva, One Military Camp no intenta reinventar la rueda, de hecho su diseño se inclina hacia referentes clásicos y utiliza una fórmula ya experimentada por otros juegos. Sin embargo, se nota que el estudio barcelonés ha puesto mimo en su trabajo, creando un juego supercompleto y divertido que si bien no profundiza demasiado en ningún punto en concreto, instaura novedades interesantes y una ambientación distinta que convierten a One Military Camp en el campamento ideal tanto para los nuevos reclutas patosos que quieran entrar en este universo, como para los veteranos de guerra que quieran seguir forjándose en el género.