Análisis de Outlast 2. ¡Corre por tu vida!

Análisis de Outlast 2. ¡Corre por tu vida!
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¡Corre y no te detengas! Has ido a parar al mismísimo infierno; uno terrenal, localizado en Arizona, donde solo te espera la muerte. Así de cruel e implacable se muestra la nueva aventura de terror de Red Barrels, un videojuego espectacular que mejora lo visto en el Outlast original sin perder ni un ápice de toda esa tensión y pavor que le dio la fama. No hay escapatoria, ¡tan solo sufrimiento!, pero en este análisis de Outlast 2 te contamos por qué merece la pena pasarlo tan mal.

Contengo la respiración. Hay alguien cerca. Un demente; un maldito psicópata que desea acuchillarme en nombre de Dios. Y me aterra; me angustia de tal modo que ya no sé ni cómo actuar. Me oculto y rezo para que no me descubra… mientras mi cuerpo pide correr; escapar a toda prisa confiando que nadie siga mis pasos. Y de alguna forma, como en las mejores aventuras de terror, aunque sabes que lo que ves no es real, que es un simple videojuego, inconscientemente echas la vista atrás, ¡en tu propia casa!, esperando no encontrar a nadie allí. Tal es la tensión que de forma continuada genera Outlast 2. No te da ni un segundo de respiro. Lo nuevo de Red Barrels te asalta una y otra vez con un sinfín de escenas macabras que cuesta borrar de tu cabeza mientras la angustia se apodera de ti. Lo reconozco. He sentido pavor, el deseo irrefrenable de abandonar por unos momentos la partida… pero a la vez también, he disfrutado como hacía tiempo no lo hacía con un título de estas características.

Por mal que lo pasara, por muchos sustos que me llevara, mi cabeza me pedía más; más persecuciones, más enfrentamientos cara a cara con una muerte personificada en un grupo de fanáticos religiosos, más temibles si cabe que los enemigos a los que nos enfrentamos, o mejor dicho, de los que huimos en el primer Outlast. Nada cambia y a la vez todo es distinto, mucho mejor, ¡más grande!, en esta secuela que ha sabido llevar la fórmula del original a un nuevo nivel. Uno más aterrador, frenético y visceral en el que escapar de la muerte no es tan sencillo como echar a correr y ya está. En la mayoría de casos esta es la peor opción de todas, pues ahora hay más enemigos, estos atacan desde todas las direcciones, y no se dan por vencidos a las primeras de cambio. ¿Creías que deslizarte por un túnel te iba a salvar? ¡No te detengas! Con cuchillos, guadañas y demás herramientas mortales, correrán incansables tras los pasos del desdichado Blake Langermann que, sin saberlo, se ha adentrado en la peor pesadilla imaginable.


Un infierno rural
Todavía recuerdo lo mucho que me impresionaron los compases iniciales de Resident Evil 4. Esa aldea atestada de locos sedientos de sangre que te perseguían sin tregua, rompiendo puertas, atravesando ventanas… mientras tú corrías de aquí para allá obstaculizando sus avances como buenamente podías. ¡Era delirante!, una auténtica pasada, y os cuento esto porque de alguna forma, Outlast 2 ha conseguido hacerme sentir algo parecido.

La puesta en escena de Outlast 2 es espectacular; algunos de sus parajes son aterradoramente bellos. Sorprende también la variedad de localizaciones.
La puesta en escena de Outlast 2 es espectacular; algunos de sus parajes son aterradoramente bellos. Sorprende también la variedad de localizaciones.


La premisa es la misma. Un buen puñado de psicópatas siguiendo tus pasos, gritando y maldiciendo, pero en este caso, con la oscuridad como gran protagonista de la escena. ¡No se ve nada! Así que toca recurrir a la visión nocturna de la cámara, fiel compañera de viaje, que en ocasiones lo único que consigue es hacerte pasar más miedo. Son escenas angustiosas, claustrofóbicas, en las que no sabes a dónde ir ni tampoco qué tienes a escasos metros de distancia. Y es meritorio.

¡Corre por tu vida!


Outlast 2 ha pegado un gran salto adelante con respecto al videojuego original

Lejos de las paredes del Sanatorio de Mount Massive, Red Barrels ha creado un nuevo y aterrador escenario de juego en mitad de Arizona, en una región agrícola, que no ha dejado de sorprenderme durante las cerca de diez horas que me ha llevado completar la partida. ¡Es impresionante! La puesta en escena, la variedad de localizaciones, el diseño de los mapas… Outlast 2 ha pegado un gran salto adelante con respecto al videojuego original, con grandes espacios abiertos que nos brindan nuevas opciones para sobrevivir a los muchos peligros que aguardan en esta aventura de terror, ya sea sumergiéndonos en agua, arrastrándonos por los suelos en mitad de un campo de cultivos, o poniendo el cerrojo a las puertas para, aunque sea por unos segundos, frenar el avance de los asesinos. Todo vale con tal de escapar de un infierno que, sí, en esencia es un más de lo mismo si se compara con el original, aunque a su vez se siente distinto, muy mejorado, gracias sobre todo a su trepidante ritmo de la acción.

¡Cuidado! Si recibes daño, tendrás que sanar las heridas con un buen vendaje; de lo contrario te moverás más lento y serás presa fácil para los enemigos.
¡Cuidado! Si recibes daño, tendrás que sanar las heridas con un buen vendaje; de lo contrario te moverás más lento y serás presa fácil para los enemigos.


Es tan loco, tan frenético, que no creo haber disfrutado de un segundo de respiro en toda la partida. Y cuando creía que ya lo había visto, cuando pensaba que el protagonista ya no podía sufrir más, ¡zas!, otra loca carrera, más gritos, más tensión y más momentos para el recuerdo. Outlast 2 está lleno de escenas así. De situaciones que se graban a fuego en tu mente, ya sea por su extremada crueldad, o por lo emocionante que resulta sobrevivir a tales desmanes. No os hablaré de ninguno de ellos. Ni tan siquiera voy a hacer mención alguna a la historia. Esto hay que vivirlo, sufrirlo en primera persona, porque esta aventura sabe cómo jugar con tu cabeza y emociones de muchas formas distintas. Hay momentos para lo macabro, para sufrir ante imágenes de una crudeza bestial, y también mucho terror psicológico, escenas que te meten el miedo en el cuerpo de forma espectacular.

¡Corre por tu vida!


Nada cambia y a la vez todo es distinto, mucho mejor, ¡más grande!

Los villanos, los grandes enemigos a los que nos batimos, también muestran un diseño extraordinario. En general, todo en Outlast 2 es brillante. Hasta cuando te equivocas y te metes de lleno en la boca del lobo es genial. Un ejemplo. Durante una huida, en mitad de una aldea, estaba tan nervioso, tan tenso, que entré gritando en una casa, cerré la puerta, eché el pestillo… ¡sin darme cuenta que había un enemigo dentro! El golpe de cuchillo fue tan brutal, que morí al instante. Y esto es importante tenerlo en cuenta. Incluso en el nivel de dificultad Normal este es un videojuego que pone las cosas difíciles. Lo decía antes. La táctica de correr como un loco esquivando golpes no sirve en esta aventura que instaura un sistema de salud. Recibir golpes provoca heridas, y estas deben ser tratadas con vendas, que escasean, pues de lo contrario caminaremos con serias dificultades. Y si no puedes correr… pues eso, estás muerto.

¡Corre por tu vida!


La cámara vuelve a ser la gran protagonista en el juego: la visión nocturna nos permite ver en zonas oscuras y con el micro, podemos detectar la posición de los enemigos.
La cámara vuelve a ser la gran protagonista en el juego: la visión nocturna nos permite ver en zonas oscuras y con el micro, podemos detectar la posición de los enemigos.


Outlast 2 también incluye algún que otro puzle, pero son muy pocos, y realmente no sacan provecho a los grandes escenarios en los que se desarrolla la acción. Es una lástima. Aunque la acción es variada, más por los escenarios y las situaciones de juego a las que te enfrenta, llega un punto en el que sientes que siempre haces lo mismo. Que para escapar, estás limitado a las mismas opciones de principio a fin. Que puedas usar el micrófono de la cámara para detectar la posición de los enemigos es otro detalle que me chifla, porque en momentos puntuales de la aventura sentirás pavor cuando les escuches proferir amenazas en tu contra, o simplemente cuando sientas que, paso a paso, cada vez están más cerca de tu escondite. Son estos momentos, y los macabros escenarios en los que te adentras, los que terminan por coronar a esta segunda entrega de Outlast como uno de los más destacados juegos de terror de los últimos años. Aun con los fallos de inteligencia artificial que presenta, pues a veces algunos enemigos se quedan atontados sin detectarte estando delante suya.

La puesta es genial; todo lo que muestra es terrorífico, gente ahorcada, empalada, en hogueras, mutilada… pero incomprensiblemente son entornos que muestran una belleza plástica sin igual. Cuesta explicarlo con palabras, incluso suena ridículo hablar de algo bello cuando contemplas cadáveres por doquier, pero así de genial es Outlast II. También a nivel sonoro. La banda sonora, los ruidos con los que te atormentan, el gran doblaje al inglés (con textos en español), todo en esta aventura contribuye a crear una atmósfera de terror apabullante, que se ve coronada con una gran historia que sabe cómo sorprenderte con sus giros de guión. Los compases finales son, en lo estético, oro puro; y tan buenas sensaciones me ha causado, que ardo en deseos de volver a disfrutar de todo el recorrido. ¡Por algo será!

Galería: Inquietante ambientación

A destacar también el buen rendimiento del juego tanto en PC como en consolas; el cambio con respecto al original es notable en lo que se refiere al modelado y animaciones de personajes, los efectos de luces o las texturas. Y se nota. Hay escenarios que son tenebrosos a más no poder, y otros que transmiten una sensación de claustrofobia pocas veces vista; la conjunción de imagen y sonido es, en este punto, maravillosa. Algunas escenas transmiten una fuerza arrolladora, y el modo en el que se retrata la iconografía de las sectas religiosas, los cultos demoníacos y demás es, simplemente, espectacular.

Excelente

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Outlast 2

Por: El equipo de 3DJuegos
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Es un más de lo mismo, sí, pero mejorado. Outlast 2 coge todo lo bueno del videojuego original y lo lleva a un nivel más terrorífico, más espectacular, que te atrapa y no te suelta durante las diez horas que puede llevarte completar esta brutal aventura de terror. Su genial puesta en escena, su trepidante ritmo de la acción, lo atractivo de su historia… el macabro viaje al que nos enfrenta Red Barrels es una experiencia que merece la pena ser vivida, aunque te deja con la sensación de que con algo más, con un guión más trabajado y más variedad en su acción, podría haber llegado mucho más alto.

  • Brutal puesta en escena. Enorme variedad de localizaciones
  • La historia se sigue con gran interés; genial retrato del fanatismo religioso
  • Escapar no es tan sencillo como en el original; tampoco tan simple como echar a correr
  • La sensación de indefensión; ocultarse y confiar en que no te descubran
  • Pequeños fallos en la inteligencia artificial de los enemigos
  • Más puzles habrían dotado de mayor variedad a la acción
  • A veces su acción se basa demasiado en la premisa del "ensayo y error"
Jugadores: 1
Idioma: Textos en español y voces en inglés
Duración: 10-12 horas
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