Hacía tiempo que no sabíamos nada acerca de los Rabbids, las mascotas más locas y disparatadas de Ubisoft que protagonizan esta nueva producción destinada en exclusiva a los terminales móviles. ¿Preparados para un nuevo Auto Runner? Análisis de Rabbids Crazy Rush.
Sin ser los personajes que más gracia me han hecho nunca dentro de esta industria, lo cierto es que los Rabbids han sabido ir ganándose el favor del público gracias a sus trepidantes aventuras y, sobre todo, a sus continuas idas de olla. Y aquí tenemos la más reciente de todas, locura que lleva por nombre Rabbids Crazy Rush y que se convierte en un título de estilo Auto Runner (tan de moda desde hace mucho tiempo dentro del panorama móvil) bastante entretenido y relativamente extenso.
La originalidad de su historia contrasta con lo plasmado en su predecible mecánica de juego de la que más tarde os hablaremos. Y es que los Rabbids han ideado un nuevo plan para llegar hasta la Luna, tratando de utilizar un globo aerostático (con pimiento incluido) para tal fin… ¡el cual pretenden propulsar a base de eructos! Por eso mismo necesitan recolectar cuantas latas de refresco gaseoso caigan en sus manos (o patas), argumento del todo extravagante y bastante divertido.
La manera de obtener estas latas es muy sencilla de explicar. Los decorados están plagados de ellas y nuestra meta consiste en ir esquivando cuantos obstáculos están presentes en los mismos (desde vehículos de toda clase a vallas, precipicios, etc.) mientras vamos recopilando dichos preciados objetos. Una fórmula de juego para nada original pero que me ha parecido lo suficientemente amena… aunque algo reiterativa a largo plazo.
Corre como puedas
Como buen Auto Runner, los conejitos corren de manera automática por escenarios de tres carriles, siendo necesario deslizar el dedo por la pantalla para efectuar las acciones básicas que pueden materializar los protagonistas: saltar, deslizarse por el suelo o cambiar de carril. Un control o manejo bastante simple y, lo más fundamental, muy preciso, ya que apenas he experimentado problemas de reconocimiento alguno en la pantalla táctil.
A esta fórmula básica se añaden diferentes elementos que la dotan de mayor gracia, como por ejemplo la presencia de determinados vehículos. A lo largo del juego es posible subirnos a ciertos trastos que nos permiten superar los niveles de las formas más locas que os podáis imaginar, vehículos tan curiosos como un carrito de la compra imantado o una especie de avioneta fabricada con un monopatín. Con los Rabbids de por medio, no esperaba menos…
¿Queréis más? Pues a esto se suman diferentes objetos especiales, como latas de picante que nos permiten acelerar de lo lindo cuando los recogemos o una especie de paracaídas improvisado con el que podemos recorrer largas distancias sin poner los pies en el suelo. Y para colmo también tenemos la posibilidad de poder ir ataviando a los conejos con diferentes trajes, desde uno de policía a otro de ninja, añadiendo más diversión si cabe a la jugabilidad.
El problema es que a lo largo de los 100 niveles que acapara la aventura, cifra más que destacada para un juego free to play, la acción acaba resultando algo reiterativa. Supongo que el problema de esto viene casi dado por la estructura propia de esta clase de títulos, muy encorsetada casi siempre, pero lo cierto es que al cabo de un rato todo se torna algo cansino. Por eso es muy recomendable disfrutar del título en sesiones cortas de juego. Además y como ya supondréis la aparición de anuncios, ofertas de las microtransacciones correspondientes y demás inconvenientes de estos títulos F2P también hacen acto de presencia, aunque no molestan tanto como las plasmadas en otros juegos similares.
Donde no es posible poner pega alguna al trabajo realizado por Ubisoft Chengdú (la capital de la provincia china de Sichuan, por si os preguntáis dónde diablos se encuentra dicho estudio) es en su notable planteamiento técnico. Los protagonistas han sido agraciados con unas animaciones muy buenas y simpáticas, mientras que los fondos se muestran sólidos y bien acabados. Añadid a esto efectos sonoros estridentes y unas melodías resultonas y obtendréis un título muy bien acabado.
Los conejos más famosos del sector protagonizan un alocado Auto Runner free to play para dispositivos iOS y Android que nos depara buenos momentos de diversión. No sorprende en absoluto bajo ningún concepto y apenas innova en nada en particular, pero sus 100 niveles os harán disfrutar bastante así como la indudable simpatía de los protagonistas. Merece la pena al menos descargarlo dado su carácter gratuito.
- El argumento y la presencia de los Rabbids es desternillante
- El control se muestra muy preciso
- 100 niveles es una cantidad más que decente
- Termina siendo algo reiterativo al cabo del tiempo
- No ofrece nada que no hayamos disfrutado antes dentro del género
