En Resident Evil 4 Remake no es posible saltarnos todos los combates; si me apuráis, es digno de elogio pasarse el juego sin luchar más que en las secciones imprescindibles. Sea como sea, los ganados u otros seres controlados por las Plagas nos harán sudar de lo lindo, pero será algo ligero comparado con algunos de los jefes del juego.
El primero de estos jefes es el Gigante, un ser que como su propio nombre indica es de un tamaño descomunal y puede poder a Leon en un serio aprieto. Pese a que derrotarlo no dista mucho de cómo se hizo en el juego original, en esta guía os doy un par de consejos para que no os pille por sospresa alguna de las nuevas mecánicas introducidas por Capcom.
Antes de empezar con la forma de derrotar al Gigante, es importante que liberéis a cierto personaje al inicio del Capitulo 3. Si en vez de salir por la puerta principal de la Mansión del Alcalde lo hacéis por la parte de atrás (por donde entrasteis en el capítulo anterior) oiréis los gemidos de un lobo.
El cánido está atrapado en un cepo y lo está pasando mal. Tanto si os hacen gracia estos depredadores como si no, deberíais liberarlo. No os preocupéis, no os atacará; volverá a la espesura, pero más adelante veréis que este acto de compasión tiene su recompensa.
Combate contra el Gigante en Resident Evil 4 Remake
Pese a que previamente tuviéramos que dar cuenta del Monstruo del Lago este es el primer jefe como tal del juego, lo que significa que nos obligará a gastar una considerable cantidad de munición, así que previo paso al enfrentamiento con él, sería prudente explorar la zona del lago para encontrar todas las balas que podamos para nuestras armas; aconsejo al menos diez cartuchos de escopeta y unas 40 o 50 balas. Cuando consideremos que estamos listos (además de guardar la partida en una Maquina de Escribir cerca del Buhonero), debemos dirigirnos a la cantera.
Nada más entrar en ella uno de los líderes del culto a las Plagas cerrará las puertas y dejará entrar al gigante. Igualmente, el enfrentamiento contra él no es que sea muy complicado. Sus movimientos son lentos y fáciles de predecir, aunque debemos tener cuidado cuando arremeta hacia nosotros ya que lo hará a gran velocidad.
Lo más recomendable en esta primera fase es utilizar nuestras armas más poderosas para atacarlo indiscriminadamente. La escopeta o la pistola Lanza Dardos con algunas minas adhesivas acopladas (si os habéis hecho con el diagrama para estas) serán vuestra mejor baza, amén de las granadas que llevéis si conseguís lanzarlas cerca de él.
También deberíais tener cuidado con alguno de los ataques a distancia del Gigante. En algún punto del combate puede acercarse a uno de los cobertizos que hay en la cantera, arrancarlo de sus cimientos y tratar de ponéroslo por sombrero. Se puede evitar pero si falláis os hará bastante daño. Igualmente, vigilad que no os agarre. Si ocurre, tened a punto el cuchillo y reparado para que no se desgaste en exceso para liberaros rápidamente de su presa.
Un aliado que nos quiere devolver el favor
No pasa mucho tiempo en el combate hasta que consigamos refuerzos. El lobo que ayudamos al principio del Capítulo 3 llega para asistirnos en nuestra lucha contra el mastodóntico jefe. Inicialmente llamará su atención para que podamos atacarle. Un par de disparos más y veremos como de su chepa asoma un parásito de plaga.
Llegados a este punto tenemos que cambiar de estrategia y pasar nuestra arma más precisa (una pistola o un rifle) y tratar de acertar tanto como podamos a la repugnante protuberancia del gigante. Si conseguimos impactarle suficientes veces, este caerá al suelo visiblemente aturdido. Como con los ganados cuando están tambaleándose, si nos acercamos y pulsamos F nos subiremos a el y podremos atacarle con el cuchillo (recomiendo que al menos lo hayáis reforzado en un nivel o dos a estas alturas).
Cuando se levante nuevamente, nuestro peludo amigo hará que se tire contra una pared y unos escombros lo inmovilicen unos segundos. Ya que no podemos subirnos a el con ellos encima de nuestro objetivo, basta con disparar al parásito. Repitiendo esta mecánica de disparar al parásito, aturdirlo, subirnos a el y pasarlo a cuchillo (o dispararle directamente si se nos ha roto) no tardará mucho en caer. No olvidéis coger el tesoro que suelta que suele ser aleatorio (una gema de gran valor por lo general)
Con el camino despejado, ya podemos volver a la iglesia para salvar a Ashley, pero no tengáis tanta prisa y tratad de explorar bien toda la zona. Podría ser vuestra última oportunidad de conseguir algunos tesoros y venderlos caros, o de cumplir peticiones del Buhonero para haceros con más espinelas y obtener objetos especiales.
En 3DJuegos | (introducir enlace de guía publicada)
Ver 0 comentarios