Un GTA en la Segunda Guerra Mundial: por menos de 5 euros puedes comprar un juego estéticamente increíble y una de las mayores oportunidades perdidas que recuerdo

Un GTA en la Segunda Guerra Mundial: por menos de 5 euros puedes comprar un juego estéticamente increíble y una de las mayores oportunidades perdidas que recuerdo

9 comentarios Facebook Twitter Flipboard E-mail
The Saboteur

Había escuchado hablar de él pero como algo muy lejano. "Hubo una vez un juego de acción y mundo abierto al estilo GTA... ¡en la Segunda Guerra Mundial". Y aunque suena increíblemente atractivo nunca llegué a investigar lo suficiente hasta ahora, que lo vi de oferta y me decidí a comprarlo. ¿El resultado? Bueno, The Saboteur no es perfecto pero aún así creo que tiene ingredientes de sobra como para mantenerte pegado al PC durante una buena temporada. Piénsalo.

Juegos con nazis como enemigos los hay a montones con grandes ejemplos como la saga Wolfenstein, pero no hay tantos del estilo que apuesten por el sigilo, la acción y el mundo abierto. Precisamente la serie Sniper Elite está dando pasos en esa dirección; pero no es un GTA de la Segunda Guerra Mundial, y al final eso es lo que buscaba. ¿Cumple este juego del desaparecido equipo de Pandemic Studios? Ambientado en la Francia ocupada por las fuerzas del Eje, después de todos estos años hay aspectos que no han envejecido del todo bien y aún así, creo que tiene otros tantos detalles por los que merece la pena darle una oportunidad. Más ahora que en las rebajas de otoño lo puedes comprar en PC por menos de 5 euros.

Sobrevive a la Francia ocupada por nazis

Empiezo por algo que me ha sorprendido, seguramente porque por edad no estaba tan expuesto a los videojuegos cuando salió el que nos ocupa. The Saboteur arranca en blanco y negro, como si de alguna forma te transportara a aquellos años, pero casi de inmediato este escenario se viste de color mostrando su -antaño- esplendor gráfico. Lo va haciendo progresivamente con una mecánica muy interesante por la que vamos liberando los territorios del yugo nazi y éstos recuperan el color. Es una metáfora con la sutileza de una bola de demolición, pero desde luego funciona. Obviamente hoy en día este juego no es que sea espectacular ni nada que se le parezca, pero aún así, tiene detalles que hacen que quieras explorar la ciudad.  No negaré que me ha gustado perderme por la ciudad para simplemente observar el escenario, lo que tiene mérito teniendo en cuenta los años que atesora el juego de Pandemic.

Lástima que no sea retrocompatible con las nuevas Xbox y PlayStation

No te voy a decir que todo es bueno. El juego ya tenía sus limitaciones en su momento, una serie de problemas de diseño de misiones y de experiencia repetitiva que ya te contábamos en su momento, y vale la pena mencionar aquí también que la experiencia se ha estropeado algo por algunos errores visuales bastante desagradables que al menos en mi caso, aparecían cuando me golpeaba un enemigo. Cosas de jugar a títulos retro en equipos actuales. Pero aún así, es innegable que el título tiene muchísimo encanto. Por ejemplo, volviendo al punto del blanco y negro; me encanta la idea de que solo los territorios liberados recuperen el color, que simboliza la vida, en contraposición al tono sombrío de las zonas aún ocupadas.

Otro detalle que me ha sorprendido mucho para los años que tiene el juego es la física ya que está bastante bien y por momentos se siente mejor que la de títulos más recientes. No son como las de GTA 4, pero pueden llegar a impresionarte si tienes en cuenta cuándo fue lanzado el programa. Otro elemento sorprendente es el parkour, pues te da la oportunidad de escalar por muchos lugares y que aporta mucha verticalidad al mapeado, algo que se echa de menos en muchos juegos de mundo abierto pero que en The Saboteur resolvían con sorprendente eficacia.

Saboteur

En lo que respecta al combate, cabe decir que es bastante satisfactorio para lo que es el juego. Cuando te estés peleando, notarás como Sean puede golpear de maneras diferentes para destrozar a los nazis. Tienes la posibilidad de agarrarlos, de darles patadas, realizar un gancho y propinar un puñetazo simple. Todo ello lo puedes combinar con el sigilo, que no destaca por su maestría pero lo tendrás que utilizar bastantes veces.

Eso sí, algo que me ha impresionado bastante es la sensación en cuanto empuñas armas, pues es bastante propia de los shooters en tercera persona. Es tan gratificante que en algunas ideas y conceptos recuerda al gran Wolfenstein: The New Order, salvando las distancias, lógicamente. Sin embargo, uno de los aspectos más negativos son el sistema de búsqueda y la IA. Te das cuenta de ello rápidamente porque es muy fácil escapar de los nazis, e incluso muchos de ellos cuando te ven tratan de activar una alarma en vez de atacarte por pura inercia. No suelen tener claras sus prioridades.

Saboteur

La narrativa intenta ser uno de los puntos más fuertes, aunque más como concepto de inicio que como desarrollo. The Saboteur nos pone en la piel de Sean, un conductor de carreras irlandés con grandes conocimientos de mecánica y sabotaje que visita una Francia ocupada por los nazis. En cambio, también puedes visitar otros lugares tan bonitos que hasta deseas quedarte más tiempo en tales escenarios. Para el protagonista todo se tuerce cuando los nazis acometen un acto atroz contra alguien muy querido. A partir de ese momento, todo un aluvión de misiones interesantes se suceden durante todo The Saboteur para tratar de vengarte.

A pesar de que esta obra sea bastante desconocida, es un juego que te puede llegar a sorprender. Eso sí, cabe recalcar que el juego en esta versión de GOG  está en inglés, aunque por fortuna existe una traducción al español que puedes descargar e instalar fácilmente. Lástima eso sí que The Saboteur de PS3 y Xbox 360 no sea  retrocompatible con las nuevas consolas de PlayStation y Xbox, porque le vendría de fábula.

Comentarios cerrados
VÍDEO ESPECIAL

4.461 visualizaciones

20 MEJORES PELICULAS VIDEOJUEGOS

El cine y los videojuegos, los videojuegos y el cine: qué relación tan estrecha. Existen muchos, muchíiiisimos videojuegos basados en películas, pero también pasa al contrario. Vemos varios ejemplos.