Si creciste con la serie Commandos y te encantaba derrocar grandes ejércitos con la fuerza de unos pocos, entonces no te puedes perder este videojuego ambientado en el Japón del siglo XVII, que rescata del olvido una forma de entender el género de la estrategia que ya echábamos de menos. Tras su paso por PC, ahora le toca el turno a los jugadores de Xbox One y PS4 de conquistar la gloria valiéndose de las habilidades de ninjas y samuráis. ¿Listos para el desafío? Análisis de Shadow Tactics.
Hay juegos que marcan época, que sientan cátedra. Commandos lo hizo, ¡y de qué manera!, con su forma de entender la estrategia en tiempo real; por adentrarnos en la Segunda Guerra Mundial desde un punto de vista distinto, el del sigilo y la infiltración, poniéndonos a los mandos de un pequeño grupo de valientes soldados con habilidades muy dispares. Fue lo más; el origen de un nuevo género, el de los juegos "estilo Commandos" que tantas alegrías nos dieron… hasta que dejaron de hacerlo o, mejor dicho, hasta que desaparecieron del mapa. Así, de repente, se dejó de trabajar en ellos. Se esfumaron. Y los fans, huérfanos, perdimos algo más que una saga de referencia; nos quedamos sin ver evolucionar una idea, un concepto de juego, que obviamente daba para mucho más. Esto explica, precisamente, la emoción y alegría con la que recibimos a finales del pasado año a Shadow Tactics: Blades of the Shogun. ¡Era justo lo esperado!
En cualquier otro contexto, definirlo como un "Commandos con ninjas y samuráis" podría sonar despectivo, simplista, pero creedme, lo digo con el mayor respeto posible y lo hago, además, ilusionado, feliz, pues este es el videojuego por el que tanto habíamos rogado estos años. Ahí está el boina verde, convertido en un poderoso guerrero del Japón Feudal; un anciano emulando al mítico francotirador, o ¡hasta el zapador!, encarnado por una joven aprendiz de ninja capaz de colocar trampas y crear distracciones. Todo lo que amabas del clásico de Pyro Studios se ve fielmente reflejado en este videojuego de Mimimi Productions, que ha sabido adaptar muy bien la fórmula a un contexto histórico como el de Japón en 1615, en un momento en el que el Shogun que rige el archipiélago se ve amenazado por un enemigo en las sombras. Los fans de PC ya tuvieron ocasión de disfrutarlo, y ahora le toca el turno a los jugadores de Xbox One y PS4.
Asesinos Sigilosos
La primera impresión es la del "vaya, esto es un más de lo mismo", pero pronto te das cuenta de que la acción, a su modo, es algo distinta. No solo por usar katanas en lugar de armas de fuego, ¡que las hay!, sino más bien, por la forma de explorar los escenarios. Es más abierta, hay más opciones gracias a la destreza acrobática de algunos de los cinco protagonistas de Shadow Tactics que, como los ninja, podrán encaramarse a lo alto de los tejados para recorrer el territorio enemigo sin levantar sospechas; saltar de aquí para allá, caminar sobre cuerdas o hasta escalar paredes rocosas antes de caer sobre sus víctimas sin que estas vean llegar su muerte.
Son ágiles, rápidos y letales en las sombras a diferencia de Mugen, el samurái, que al ir equipado con una pesada armadura se mostrará más lento y torpe. ¿Saltar entre edificios? ¡Imposible! Pero a cambio, podrá acabar con la vida de varios rivales en un santiamén. Y me gusta. Los héroes son tan distintos entre sí, y ofrecen experiencias de juego tan dispares, que nunca habrá una única solución a un mismo problema. Incluso cuando de lo que se trata es de distraer, su forma de trabajar y los resultados que obtienen son radicalmente opuestos. El viejo Takuma, por ejemplo, utiliza un mapache para centrar la atención de varios soldados en un mismo punto, abriendo así camino donde antes no lo había, mientras que Yuki, ladrona por obligación, puede atraer hacia sí a los enemigos para acabar con ellos usando trampas.
Aunque hay héroes mejor preparados que otros para el combate ¡nadie es invencible!, el mínimo error se paga con la vida, así que la colaboración es imprescindible. También agradecida. Es difícil no sonreír cuando compruebas que las cosas salen según lo planeado; cuando ves que tus saltos acrobáticos, los asesinatos encubiertos y las distracciones te están permitiendo alcanzar, paso a paso, ese objetivo que minutos antes parecía imposible. Shadow Tactics: Blades of the Shogun capta a la perfección la sensación de estar realmente infiltrándote tras las líneas enemigas. Sientes el miedo, la angustia de saber que vayas donde vayas, alguien podrá descubrirte y hacer sonar las alarmas.
Todo lo que amabas del clásico de Pyro Studios se ve fielmente reflejado en este videojuego
Hay recursos para evitarlo, claro, porque al margen de las habilidades especiales de los protagonistas, a las que se le saca buen provecho durante las 13 misiones de las que consta la campaña, el propio diseño de escenarios ahonda en esa libertad de acción de la que os hablaba antes. Siempre hay un camino alternativo, una nueva forma de distraer a los guardias o mejores trampas con las que sorprenderles. Puede que no las veáis en un primer vistazo, pero ahí están, siempre están. Un pasaje oculto en las montañas, un buen disfraz con el que equipar a la espía, la campana de un templo con la que distraer a los guardias… hasta podéis provocar un desprendimiento de rocas y aplastar a varios enemigos. ¡Ha sido un accidente!, nadie sospechará. Y este un detalle que me encanta.
Sin ser sorprendente, pues todavía se basa en el clásico sistema de conos de visión, el comportamiento de los enemigos es bastante bueno. Son inteligentes; si notan que un compañero ha desaparecido, por muy bien que lo hayamos hecho, se pondrán nerviosos y alertarán a sus camaradas. El ruido, las pisadas en la nieve, una simple mirada furtiva; a poco que cometamos un error les tendremos tras la pista, ¡y son perseverantes!, pues hasta son capaces de rebuscar entre los arbustos. Como punto negativo, al margen de algunas actuaciones un tanto extrañas, echo en falta una mayor variedad de enemigos: los hay a los que cuesta engañar, sí, y otros como los samuráis, que reaccionarán ante estas distracciones de forma agresiva, siendo además difícil o casi imposible derrotarles en combate directo; pero al final, notas que falta algo. Un desafío extra que te obligue a adoptar nuevas estrategias.
No es algo grave, pues como decía, el propio diseño de escenarios invita a ser creativo, pero cuando has luchado durante horas contra los mismos enemigos… pues eso, buscas algo más; un reto que se salga de la norma. Hay unas cuantas misiones que van en esa línea, y son impresionantes, pero también las hay más típicas, más simplonas en sus planteamientos tácticos. De todos modos, en general, pocas pegas se le pueden poner a Shadow Tactics. Te da gran libertad para actuar como te plazca, y encima lo hace transportándote a unos escenarios gigantescos, coloridos, detallados y muy variados entre sí. Hay de todo: desde campiñas a ciudades pasando por templos en las montañas o fortalezas cubiertas por la nieve.
Salta a la vista que no es un portento tecnológico, pero tampoco lo necesita cuando hay buen gusto de por medio. El diseño artístico de escenarios y personajes está a un gran nivel, y posee pequeños detalles, como las animaciones de los protagonistas, que denotan el mimo y cariño con el que se ha desarrollado el videojuego. ¿Funciona bien en consolas?, os preguntaréis algunos, y lo cierto es que sí. Su sistema de control casa a la perfección con los mandos de Xbox One y PS4, permitiéndonos realizar todas las acciones propias del original de PC con gran facilidad. El problema, como en este, es que a veces la acción puede resultar algo tosca cuando toca mover la cámara. No se siente muy intuitivo, y puede crear algunas situaciones incómodas. Por otro lado, en lo argumental, tampoco nos encontramos ante un juego espléndido. La historia se sigue con interés y hay alguna que otra sorpresa, pero tal vez, se le podría haber sacado más provecho a una época tan atractiva como el período Edo en Japón.
Si echas de menos los juegos "estilo Commandos" no lo dudes, Shadow Tactics te hará feliz. Es una gran videojuego de estrategia e infiltración que sabe adaptar la fórmula de Pyro Studios a un contexto histórico como el del Japón Feudal, con ninjas y samuráis de por medio. Su excelente diseño de niveles y lo bien que aprovecha las habilidades especiales de los protagonistas hacen de este un título francamente recomendable. Puede que no innove demasiado, y es una pena, pero su acción es tan divertida y desafiante, que todo pasa a un segundo plano cuando ves cumplida la misión, y lo has hecho sin hacer saltar las alarmas.
Comprar Shadow Tactics: Blades of the Shogun- Magnífico diseño de niveles. Son gigantescos y se pueden explorar con gran libertad
- Los cinco protagonistas y sus habilidades especiales
- Buen diseño artístico y gran variedad de escenarios
- ¡Un juego estilo Commandos! Ya se echaban de menos
- Se echa en falta una mayor variedad de enemigos
- Aunque la inteligencia artificial es buena, en algunos aspectos sigue anclada en el pasado
- Tiempos de carga algo molestos
