Análisis de Sniper Elite 3. Una bala puede suponer vivir. Un error… la muerte

Análisis de Sniper Elite 3. Una bala puede suponer vivir. Un error… la muerte
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Lo reconocemos. Somos grandes fans de los francotiradores y de la experiencia jugable pausada y sesuda que proponen los títulos que se basan en estas figuras importantes de un conflicto bélico. Y, en este marco, ¿qué tal Sniper Elite 3? Se trata de un videojuego interesante, pero algo alejado de lo que esperábamos en cuanto a inspiración y acabado. Un juego destinado a los más fans del género.

Hemos de confesar que con mucho interés esperábamos el lanzamiento de Sniper Elite 3, uno de los juegos que con más furia y visceralidad han trufado la actualidad de los últimos meses gracias a su sangrienta fase promocional. Y nuestra ansia por disfrutarlo no sólo se debía a que hay pocos videojuegos que propongan algo similar en un género tan poco fecundo como el de los francotiradores, sino también a que, reconociendo que distaban mucho de ser perfectos, las dos primeras entregas de la serie nos dejaron con un notable sabor de boca.

Lamentablemente este tercer episodio de la serie no está a la altura de sus predecesores, y no sólo no ha arreglado los problemas que ya les apuntábamos a aquellos sino que suma otros muchos nuevos que dejan a su propuesta en mal lugar. La vistosidad del telón de fondo que supone el Norte de África rinde muy bien a la hora de proporcionar algo nuevo en lo estético a la trillada Europa ruinosa de sus dos predecesores, sin embargo a efectos jugables no siempre benefician a la fórmula. Volar la cabeza a nuestros enemigos a cientos de metros de distancia sigue siendo divertido, sí, y la aparatosidad de las muertes ha mejorado en cuanto a detalle y truculencia, sin embargo por el camino se ha perdido algo de chispa y se ha distraído la atención, lo que nos deja un lanzamiento interesante, pero que no pasa de ahí.

Tras la Línea Enemiga

La historia de Sniper Elite 3 es el clásico relato bélico que hila con algo de pereza una serie de misiones que nos llevan por distintos destinos del exótico norte de África. El protagonista es Karl Fairburne, un tirador de élite infiltrado tras las líneas nazis que comienza su andadura en ubicaciones como Tobruk, con un aparatoso asedio que contrasta con el mucho más adecuado tono que pronto adoptará el resto de un videojuego que tirará de nuestra mano a base de ilustraciones en movimiento con voz en off, y de cinemáticas más bien poco impresionantes para introducir cada capítulo.

El concepto es tan sencillo como que, en el corazón de África, los ejércitos alemanes destacados en la zona están creando un arma definitiva capaz de provocar un viraje brutal en el transcurso del conflicto, y que sería capaz de barrer a los aliados y redefinir la historia tal y como la conocemos. Este concepto se prolonga durante ocho capítulos de una duración ciertamente variable en función del nivel de dificultad que hayamos escogido. Si somos de los considerados como "completistas" podremos prolongar mucho más la vida útil del programa, pero si no maximizamos el desafío y nos dedicamos a cumplir sólo los objetivos principales puede que se nos haga francamente corta.

Rebellion, desde el comienzo, es consciente de que no estamos aquí por la historia, y se limita a hacer los deberes proponiendo una campaña individual que alterna misiones diurnas y nocturnas en distintos lugares que tienen en común un ligero cambio en cuanto a acercamiento jugable con respecto a lo que veía siendo santo y seña de la serie. Los coloristas y exóticos nuevos escenarios hacen un buen trabajo a la hora de insuflar variedad al modo historia con respecto a lo visto en episodios anteriores, sin embargo no acaba de funcionar tan bien cuanto a la diversidad dentro de su propia propuesta. Todos los mapas acaban pecando de los mismos recursos y de ofrecer una arquitectura similar y, salvo algunos puntos clave como zonas más cargadas con edificios y en definitiva con posibilidades tácticas de la recta final, el conjunto es más bien discreto.

Sniper Elite 3 ya está aquí con su propuesta de francotiradores intacta, pero marcada por sus entornos más grandes.
Sniper Elite 3 ya está aquí con su propuesta de francotiradores intacta, pero marcada por sus entornos más grandes.

Lo que sí nos ha gustado es una mayor libertad en la propuesta, puesto que si bien la planta de los mapas no ayuda todo lo que nos gustaría a sacarle partido por su excesiva querencia en los pasillos y en las arenas de posibilidades limitadas, sí que nos agrada el intento por salpicar los mapas de distintos objetivos y de diferentes vías para cumplirlos. Es fácil que un nivel nos brinde hasta tres metas principales y, por ejemplo, otras tantas secundarias, lo que se traduce en que podemos cumplirlas en el orden que queramos aunque, como es lógico, con algunas restricciones derivadas de los escenarios. Este acercamiento que el propio título define como "multi-ruta" es una de las partes que mejor funcionan del programa, y que vienen a alimentar ligeramente la sensación de libre albedrío en el usuario.

Todas las metas a cumplir son bastante similares, e incluyen lo que un aficionado espera de un título de estas características. Asesinatos de VIPs, encontrar documentos o sabotear vehículos o instalaciones empleando objetivos. En este sentido el juego hace un trabajo aceptable a la hora de ofrecer un mínimo de variedad que acabará por no cansarnos más por la brevedad de su propuesta que por la diversidad de la misma. La obra, además, propone un cooperativo interesante pero no particularmente remarcable por sus dinámicas, que nos permite superar todas las misiones acompañados por otro jugador. Siempre es interesante encontrar la posibilidad de disfrutar de una propuesta como esta acompañados, sin embargo el hecho de que los niveles en su mayoría no estén pensados para sacarle gran partido al juego en compañía le resta algunos enteros.

Los prismáticos nos sirven para localizar los objetivos y marcarlos para tener controlada su posición y estudiar el entorno.
Los prismáticos nos sirven para localizar los objetivos y marcarlos para tener controlada su posición y estudiar el entorno.

Enemigo a las Puertas

Todo lo relacionado con la campaña o el disfrute on-line tiene poca importancia si lo que pone encima de la mesa un videojuego no es divertido. ¿Logra esto Sniper Elite 3? Parcialmente al menos sí, y lo divisiva que a buen seguro resultará la acogida del nuevo trabajo de Rebellion en este sentido dependerá del tipo de jugador y de cómo acepte las limitaciones que, obviamente, atesora este lanzamiento. En el debe negativo el juego no difiere en demasía de los problemas ya vistos en V2, sin embargo al mismo tiempo se han perdido algunos de los puntos a favor que tenía aquel.

En primer lugar tenemos que señalar que sigue siendo muy entretenido disparar con el rifle de francotirador, y esa es la primera obligación de una producción de este tipo. Lo mejor vuelve a ser la devastadora cámara de muerte que, en esta ocasión con mucho más detalle, nos muestra cómo nuestros proyectiles cruzan a cámara lenta los cuerpos de los oponentes destrozando huesos o desgarrando órganos y músculos. Y es que estamos aquí para abatir blancos a cientos de metros de distancia, aunque seguramente lo acabaremos haciendo menos veces de las que nos hubiera gustado. En cualquier caso elegiremos, como siempre, una serie de ayudas al comienzo de cada misión que podremos activar en su totalidad, moderadamente o en absoluto para una experiencia más purista, y así definir con éxito y sumo cuidado qué es exactamente lo que queremos que el programa nos brinde. En ese sentido sus creadores vuelven a brillar, ofreciendo un estilo tan sencillo o complejo como el usuario desee, abrazando de este modo a distintos perfiles de usuario.

¿Si nos contamos entre los más hardcore? Nos convendrá "limpiar" de cualquier tipo de ayuda el interfaz y, además, activar elementos que doten de realismo a nuestros disparos como la influencia del viento o de la gravedad sobre las balas en grandes distancias. Cosas que tendremos que tener en cuenta a la hora de apretar el gatillo, y que conformarán esos momentos de estudio de nuestro rival hasta que lo sepamos todo sobre él previo paso a abrir fuego. ¿Si la balística no nos interesa y sólo estamos empezando a sumergirnos en este mundillo? Podemos poner en marcha el rombo rojo que, cuando contengamos la respiración, indicará con meridiana precisión dónde acertará el proyectil, o incluso podremos eliminar la influencia de cualquier factor externo que lo desvíe. Pero, advertido queda el lector, de optar por todo esto se estará perdiendo todo el encanto del título y, sin duda, sus mejores momentos, puesto que es realmente reconfortante acertar a un blanco en condiciones difíciles sin ningún tipo de ayuda.

El motivo por el que somos tan insistentes con todo esto tiene que ver con el hecho de que el resto de partes de Sniper Elite 3 no están ni mucho menos tan bien conseguidas como éstas, y que por algún motivo Rebellion se ha empeñado en esta ocasión en fomentarlas. El diseño de los escenarios en cuanto a su arquitectura y planta fomenta contra todo pronóstico las tácticas de sigilo en lugar de las que antaño nos emplazaban a estudiar el escenario, localizar una buena ubicación para abrir fuego y después ir acabando con nuestros blancos o incluso cubrirnos las espaldas con trampas, minas y otros elementos. Esto supone que a efectos prácticos muchas de las partes de los niveles son mucho más recomendables desde un punto de vista de acercarnos uno por uno a nuestros enemigos y acabar con ellos por la espalda en silencio con ejecuciones, aprovechando además su cortedad de miras y su escasa inteligencia, que disparar desde la distancia y exponernos a hacer ruido y despertar la atención de todo un ejército.

No tendríamos problemas con ello si todo lo que tiene que ver con pasar desapercibido estuviera bien resuelto, pero nada más lejos de la realidad y es que las soluciones de este tipo son pobres, poco estimulantes e incluyen mecánicas nada útiles como, por ejemplo, la de ocultar cadáveres, cuando en realidad nuestros adversarios vivos prestan poca o ninguna atención a los cuerpos inertes que encuentran... De día, o de noche. O la de distracción, que pierde fuerza ante lo fácil que es despistar ya de por sí miradas y seguimientos no deseados. La inteligencia artificial es, como decimos, un desastre y un motivo habitual de frustración en la campaña, algo que tira por tierra a veces algunos de los fichajes jugables de este tercer episodio. Tampoco están en absoluto bien llevadas a cabo las mecánicas que tienen que ver con el resto de uso de armas. No tenemos mucho que objetar a las automáticas, puesto que entendemos que con el salvaje retroceso que exhibían las de la época impide gozar de buena precisión y su uso precisamente es lo que quiere evitar Rebellion, sin embargo sí nos oponemos en mayor medida a la utilización de las pistolas con silenciadores que pueden pasar en un abrir y cerrar de ojos de ser un arma de poderío completamente desorbitado a ser una auténtica lacra porque, en su caso particular, no está nada cuidada su gestión de impactos.

El equipamiento y su elección es fundamental en algunas misiones para salir adelante. La gestión de salud, por ejemplo, no incluye regeneración.
El equipamiento y su elección es fundamental en algunas misiones para salir adelante. La gestión de salud, por ejemplo, no incluye regeneración.

Blanco Humano

Si hablamos de los aditivos a la propuesta jugable del título, tenemos que dividirlo en dos facetas: La personalización y el multijugador. Comenzando por la primera, hay que señalar que el juego ha puesto en este episodio un particular empeño por permitirnos customizar a fondo todo nuestro equipo antes de cada misión que afrontemos, o antes de cada partida on-line a la que deseemos sumarnos. Todo ello propulsado por un progreso a base de experiencia que nos va permitiendo liberar nuevos rangos. La división es clara en hasta nueve parcelas, que incluyen siempre el mismo esquema: un rifle de tirador, un arma principal, una secundaria y una serie de accesorios que podremos completar con cartuchos de dinamita, minas, trampas, vendajes, botiquines o granadas, entre otras cosas. En cuanto al arsenal propiamente dicho, el juego plantea un sencillo esquema de barras de color que nos permitirá averiguar qué ventajas extraemos de equipar tal o cual alternativa en aspectos como la cadencia de fuego, el alcance o el daño.

En lo tocante al multijugador, la oferta del programa es bastante estándar. La propuesta se divide en cinco modalidades que son más o menos las que podríamos esperar de un videojuego de este perfil. La primera de ellas es Duelo a Muerte por Equipos, donde se divide a los jugadores en dos equipos y en la que el objetivo es tan sencillo como el de aniquilar a todos los miembros del contrario. Duelo a Muerte, por su parte, es la variante todos contra todos del anterior, así que las diferencias son escasas entre ambos más allá de lo obvio y del hecho de que no cuenta en tanta medida a cuántos matamos sino lo bien que lo hacemos.

Por otro lado El Rey de la Distancia por Equipos divide a los jugadores igualmente con la intención de que los abatamos desde la mayor distancia posible, mientras que El Rey de la Distancia es virtualmente idéntico, sólo que cambiando el hecho de que nuevamente se trata de la alternativa todos contra todos con el mismo patrón que el anterior. No Cruces, en última instancia, crea una barrera entre las zonas para evitar que los jugadores puedan estar demasiado cerca y se produzcan sorpresas inesperadas.

El multijugador se divide en competitivo y cooperativo, pero en general atesora los mismos defectos y virtudes del off-line.
El multijugador se divide en competitivo y cooperativo, pero en general atesora los mismos defectos y virtudes del off-line.

Es agradable que Rebellion haya tomado medidas para fomentar las muertes a distancia, premiando en la mayoría de modos con más suculentos premios de puntos a los que matan desde cientos de metros en lugar de los que se acercan a hurtadillas para ir acabando con los enemigos. El estudio, probablemente, ha sido consciente de la falta de balance que provocan las mecánicas de sigilo y de disparos con armas automáticas que, en ambos casos, están tan hipertrofiadas en cuanto a poderío que acaban desequilibrando la balanza.

Así nadie nos impide en algunas de las modalidades que haya gente con poco respeto por la idiosincrasia de la serie y se dedique a incordiar moviéndose entre las ruinas y los objetos de repetición, o que en momentos dados se produzcan ajustes de cuentas de rango cercano cuando nos veamos sorprendidos. Sin embargo son las peores partes del juego por la pobre ejecución de todo este tipo de maniobras como ya hemos destacado y por lo ortopédico de los movimientos de los personajes, de modo que consideramos que sus creadores han hecho bien tratando de reducir sus incentivos lo más posible. Como ya hemos señalado el cooperativo está ahí para agregar algunas horas más a la propuesta jugable del título, aunque no acaba de ser un aditivo demasiado vivificante.

Impacto Crítico -Gráficos y Sonido-

Desde el punto de vista visual, Sniper Elite 3 es un videojuego más bien discreto. Como ya hemos tratado de dejar claro, desde el punto de vista artístico agradecemos el cambio de telón de fondo para evitar la ya Europa decrépita de la recta final de la Segunda Guerra Mundial que hemos visto ya una y mil veces. Así pues el norte de África aporta un soplo de aire fresco bienvenido, aunque su propia naturaleza limita de alguna forma la variedad de las localizaciones. Las partes naturales, que sorprenden mucho dentro de lo que la serie había venido ofreciendo hasta ahora, son más vistosas desde lo estético que desde su rendimiento jugable, y los entornos cada vez más marcados por la mano del hombre hacia los que vamos progresando conforme avanzamos son bastante más rutinarios.

En cuanto a lo puramente gráfico las versiones de Xbox 360 y PlayStation 3 no llaman para nada la atención, pero entran en mayor o menor medida dentro de las limitaciones que esperábamos de un hardware con casi una década de vida a sus espaldas y de una saga que nunca ha destacado por su poderío tecnológico. Por otra parte sí que tenemos más quejas sobre las de consolas del recién estrenado ciclo y PC, que en absoluto sacan partido de las posibilidades. Los modelados de personajes y escenarios son meramente aceptables en unas y otras plataformas, algo que se hace particularmente notorio por su mejoría de resolución en las máquinas más nuevas.

La cámara de muerte es el mayor titular que nos deja la parte gráfica. Es la vertiente mejor resuelta a nivel visual, y goza de enorme espectacularidad.
La cámara de muerte es el mayor titular que nos deja la parte gráfica. Es la vertiente mejor resuelta a nivel visual, y goza de enorme espectacularidad.

Excesos como el del bloom o el del aparatoso efecto borroso al mover la cámara llamarán mucho la atención en primera instancia pero tras no mucho tiempo comenzaremos a acostumbrarnos; mientras que, por otra parte, las animaciones y otros elementos no demasiado bien conseguidos como las explosiones vienen a confirmar el tosco look que brinda el título en algunos aspectos. En lo tocante al rendimiento el juego se mueve con gran fluidez tanto en PlayStation 4 como en Xbox One, sin embargo hemos experimentado algunos recortes en la tasa de imágenes por segundo en momentos puntuales de las versiones del anterior ciclo como la de Xbox 360.

El acabado del programa, lamentablemente, no está a la altura de lo que esperábamos. En juegos de mundo abierto no somos para nada exigentes en este sentido, puesto que entendemos lo complejo que es tener perfectamente terminada una producción en este sentido cuando hay tantas variables a tener en cuenta como las que ofrece una propuesta de estas características. Sin embargo Sniper Elite 3 no sólo no pone sobre el tapete un sandbox, ni falta que hace, sino que su mucho más relativa libertad además hace gala de una cantidad de problemas de acabado importantes. Muchas de las incidencias trascienden de lo meramente estético y de las groseras situaciones que a menudo provocan divertidos vídeos de YouTube sobre otros lanzamientos, pero que en realidad tienen una importancia mucho menos relevante de lo que su aparatosidad sugiere. Las que de veras nos molestan son las que van más allá de lo involuntariamente cómico y que, como aquí, provocan finales de misión abruptos, frustración o que generan ventajas impensables en su fórmula tanto en el off-line como en el on-line, y son ese tipo de situaciones las que en 3DJuegos no podemos pasar por alto.

Lo tocante al audio se zanja con, más o menos, las mismas conclusiones que podemos extrapolar del resto de elementos que conforman los más bien poco brillantes valores de producción del lanzamiento. La música no tiene demasiada presencia, y recicla el estilo de algunas partituras de la anterior entrega apostando muy puntualmente por otras no particularmente inspiradas. Los efectos de audio hacen su trabajo adecuadamente aunque con algún desfase, mientras que el título llega a nuestro país traducido y doblado a nuestro idioma con un nivel aceptable.

Interesante

Sin sello
Una bala puede suponer vivir. Un error… la muerte

Sniper Elite 3

Por: El equipo de 3DJuegos
Sin sello

Sniper Elite 3 repite errores de su predecesor y, lamentablemente, genera otros nuevos; pero lo edificante que es enfrascarse en sus dinámicas de disparo a distancia garantizan su interés. Desde luego nos hubiera gustado más pulido y más inspiración desde el punto de vista jugable, pero su exótica ambientación en el Norte de África y su cámara de muerte, más detallada que nunca, serán motivos suficientes para que los más hardcore de este poco poblado género le presten toda su atención.

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Jugadores: 1-12
Idioma: Textos en español y voces en español
Duración: 6-12 horas + multijugador
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