Una pizca de estrategia al estilo Civilization con un toque XCOM y algo de RPG y fantasía: así han sido mis primeras horas con SpellForce Conquest of Eo

Una pizca de estrategia al estilo Civilization con un toque XCOM y algo de RPG y fantasía: así han sido mis primeras horas con SpellForce Conquest of Eo

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SpellForce: Conquest of Eo

La saga SpellForce ha sido una de las más prolíficas en ofrecer relatos y juegos de fantasía medieval cargada de magia, y una jugabilidad que se desmarca de todos sus congéneres. Es el principal punto fuerte de una franquicia que ha hecho las delicias de los amantes de los RPG y los RTS, como ya demostrara hace cinco años el último juego en su línea de sucesión SpellForce 3, y que se remonta hasta el 2003 con SpellForce: The Order of Dawn.

Ahora, THQ Nordic está ultimando los detalles para el lanzamiento del último capítulo de la saga: SpellForce Conquest of Eo, la más reciente iteración de la veterana franquicia que, siempre centrándose en la fantasía y la magia, ha incluido en sus títulos combinaciones de Roguelike, RPG por turnos y de acción en tiempo real.

SpellForce es un 'conjuro' que se obtiene al combinar lo que ha hecho grande a Civilization y XCOM

Para esta ocasión, sus desarrolladores -Owned by Gravity- han querido dar un paso más allá, alcanzando nuevas cotas con la introducción de mecánicas, desarrollo y jugabilidad propios de los juegos tipo 4X y los combates tácticos por turnos, aunque sin perder ese toque de fantasía RPG en un mundo donde la Magia es el gran motor de la sociedad. Tras jugarlo 10 horas vengo a contaros mis primeras impresiones de un juego, con mucho potencial, pero que aún debe demostrar los frutos de su aprendizaje.

La alquimia que combina un 4X con combate estratégico por turnos

SpellForce es un "conjuro" que se obtiene al combinar lo que ha hecho grande a dos sagas de Firaxis: Civilization, con la gestión y la exploración de un gran mapa para explorar, para expandirnos por él, lleno de recursos a explotar y con facciones con las que “negociar” o exterminar; y la de XCOM, con combates tácticos con turnos en los que debemos mover a nuestras tropas y seguidores aprovechando el terreno, y usando distintas habilidades y ataques a distancia o pasivas para salir airosos de los encuentros con nuestros enemigos.

SpellForce: Conquest of Eo.

Se complementa esta mezcla de géneros tan dispar como original con el desarrollo de una trama en la que deberemos tomar decisiones acerca de cómo proceder en su aventura, ya sea para avanzar en la propia historia o para desbloquear bonificaciones que nos ayudarán tanto en la parte de gestión de nuestro “imperio” como en la de combate a la hora de explorar la tierra de Eo.

La historia del juego comienza después de elegir uno de los (por ahora) tres tipos de aprendiz, cada uno especializado en una rama concreta: alquimia, nigromancia o runas mágicas. Acto seguido se selecciona uno de los tres tipos de biomas, cada uno con sus propios recursos y peligros y pensados para un tipo concreto de aprendiz (aunque todo arquetipo de mago puede alcanzar su máximo potencial en cualquiera de los tres) y luego uno de seis niveles de dificultad. Por recomendación de los desarrolladores elegí el de explorador (orientado a acoger a jugadores nuevos sin que el juego sea un paseo) y el primer bioma: Goldenfields.

SpellForce: Conquest of Eo.

Soy bienvenido a un mapa que hace pensar en Civilization, con gran riqueza de detalles y casillas con distintos recursos a explotar y cosechar, y en el centro, la torre de mi maestro, el cual ha desaparecido sin dejar rastro y su hogar desvalijado. Nuestra aventura comienza aquí, descubriendo que nuestro mentor estaba próximo a lograr un importante avance mágico que le habría valido un poder con el que imponerse a sus otros rivales y asegurarse el dominio de Eo. Pero con la cuasi destrucción de la torre, es nuestro trabajo averiguar qué ha pasado y recorrer el reino en busca de los conocimientos robados ya no sólo para reconstruir y mejorar nuestra Torre, sino para concluir la tarea que nuestro mentor comenzó.

Me ha dado la sensación que el juego no acaba de encontrar su lugar

SpellForce Conquest of Eo arranca como uno de los muchos juegos de Sid Meier, con nuestra torre como capital y que debemos ir mejorando para tener más opciones de juego, y proteger para que no acabe nuestra partida. Mientras, con nuestros esbirros vamos explorando el bello mapeado que contiene recursos para cosechar, minar, y con pequeñas ciudades y poblados. Si los ponemos bajo la influencia de nuestra torre, nos permitirán reclutar otro tipo de tropas, ganar más oro con el que mantener nuestras fuerzas, y aumentarán nuestro conocimiento y poder mágico con el que aprender y lanzar más hechizos.

Por no hablar del comercio o contacto con otras urbes y que nos ofrecerán misiones secundarias o formarán parte de la principal. Aquí también se ve la parte de rol del título. Habrá veces que mediante opciones de “diálogo” o decisiones podremos empezar un combate, investigar lo que ha ocurrido, o conseguir recursos para nuestras investigaciones mágicas u oro con el que comerciar.

SpellForce: Conquest of Eo.

Si entablamos combate con otra facción, el juego pasa a mostrarnos un mapa en perspectiva isométrica en la que controlamos a nuestras tropas y debemos batallar contra el enemigo, que pueden ser bandidos, monstruos, o personajes de las facciones mágicas rivales. Aquí, la gestión pausada de recursos se substituye por un combate de estrategia táctica por turnos en los que el posicionamiento y el uso de nuestros puntos de acción serán vitales para no fracasar, amén de tratar que no perdamos tropas que, salvo nuestros propios aprendices que vuelven a la vida tras unos pocos turnos, deberemos reponer, si podemos.

Sobre el papel, esta amplia variedad de opciones suena muy golosa para los fans de alguno de los géneros que SpellForce Conquest of Eo toca, pero no he podido evitar sentir que, pese a lo atractivo y bello de su ambientación, y lo intrigante de su trama y misiones, me ha dado la sensación que el juego no acaba de encontrar su lugar. No es que sea aburrido ni mucho menos, pero por alguna razón me ha costado un poco “implicarme” con todo lo que hacía, y no es por falta de opciones.

Aprendiz de todo, maestro de nada

La parte de gestión de nuestra Torre es interesante. Podemos construir salas que nos aporten recursos de manera pasiva, investigar hechizos nuevos en nuestro grimorio que usar para buscar recursos o potenciar a nuestras tropas, o decidir si potenciamos la generación de maná, la expansión de nuestra influencia o el ritmo de nuestro aprendizaje mágico. También podemos crear objetos y runas con la alquimia que usar para potenciar aún más a nuestras tropas, y usar a nuestros aprendices para construir puestos avanzados que aumenten nuestra influencia y nos otorguen más recursos. El problema es que son un poco “no brainer”, es difícil quedarse en una situación que nos obligue a estrujarnos el seso para compensar la abundancia de un recurso y la carencia de otro. Eso sí, debo reconocer que el poder mover nuestra torre haciéndola levitar para migrar a tierras más fértiles en recursos es un detalle interesante e incluso épico.

SpellForce: Conquest of Eo.

Con el combate sucede un poco igual. Aunque se dejara jugar y fuese divertido ver a mis tropas batallar, las opciones estratégicas no profundizaban mucho. Todo se limitaba a buscar una posición ventajosa y esperar a que el enemigo viniese a por mí o “baitearlo” para que cayese en mi trampa. Eso se combinaba con algunos picos de dificultad en el juego temprano con combates que me impedían progresar en una dirección concreta del mapa y me obliga a amasar recursos mágicos con los que potenciar a mis tropas para que, cuando las mande de nuevo a esos enfrentamientos, no salgan tan escaldadas.

Tiene un gran potencial y, bien llevado, podría suponer una gran sorpresa en 2023

Y sobre la parte del Rol, aunque la historia no sea aburrida, pues me resultaba difícil poder seguir o ver relación entre algunas tareas secundarias; aparte que hay algunas que parece que están ahí por engrosar lo que podemos hacer y nada más. Aún así, esto ha sido sólo una previa del juego. Todavía faltan por revelar algunos detalles, y aunque sienta que el juego podría aportar más sus dos vertientes de jugabilidad (la 4X y de combate táctico por turnos) es innegable que tiene un gran potencial y, bien llevado, podría suponer una gran sorpresa en 2023. Los fanáticos de la saga  sin duda disfrutarán -de seguir progresando adecuadamente de cara a su lanzamiento aún por determinar- de un juego distinto y que se atreve a proponer algo completamente nuevo dentro del género de la decana saga de magia y fantasía.

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