No exageraba Nintendo cuando decía que esperásemos lo inesperado con el lanzamiento de Super Mario Bros Wonder. Mientras jugaba, las horas pasaban tan deprisa que casi perdía la noción del tiempo. Un nivel tras otro, sin parar, saboreando cada momento y deleitándome con el fantástico diseño de niveles que defiende este nuevo videojuego. No sé si lo podría calificar como "revolucionario", pero en mi opinión poco más se puede hacer dentro del género plataformero para seguir creando juegos relevantes, con ganas de experimentar y proponer nuevas experiencias.
SMB Wonder lo consigue, y probablemente no haya existido un Mario 2D mejor diseñado. Cada fase en una sorpresa, el control es perfecto, el desafío aparece con fuerza en ocasiones, es muy accesible, resulta ideal para disfrutarlo en compañía, artísticamente es una preciosidad y además tiene contenidos para configurar una rejugabilidad muy potente. Tras Super Mario Odyssey, es definitivamente el mejor exponente de la saga Mario para Nintendo Switch, y ya sabes lo que esto significa: que se convierte en otro de los grandes imprescindibles para la consola híbrida.
El reto de cómo renovar los juegos de Super Mario en 2D
Lo que hace realmente diferente a Super Mario Bros Wonder es la Flor Maravilla. Puedes encontrarla en cada nivel, más o menos escondida, y lo transforma todo cuando entras en contacto con ella. La saga Super Mario siempre se ha caracterizado por dar rienda suelta a la fantasía del Reino Champiñón (en este caso el Reino Flor), pero esto va todavía más allá. Los niveles se transforman para que las tuberías que tanto conoces cobren vida, para que el escenario se incline y tengas que huir de una enorme roca a lo Indiana Jones, o para sobrevivir a una estampida de enemigos que inundan la pantalla.
La locura se adueña de la acción plataformera, convirtiendo a este juego de Super Mario en algo nunca visto, porque cada Efecto Maravilla es radicalmente diferente al anterior. Por eso, cada vez que entraba a un nuevo nivel, mi prioridad no era deleitarme con cada nuevo escenario (que también), sino aguardar a ese mágico momento en que me tocaría controlar a Mario, Luigi y compañía en caídas libres vertiginosas, ascensos rebotando en burbujas multicolor o incluso convertirme en goomba. Es simplemente espectacular, y aparte de que Nintendo no me permite hacer ningún spoiler, creedme si os digo que es mejor así, porque se perdería parte de la magia.
Es un enfoque que me recuerda mucho al de Zelda: Breath of the Wild y Zelda: Tears of the Kingdom, en que el equipo de producción trató de guardar las sorpresas hasta el lanzamiento. Pues esto es bastante parecido. De hecho, las imágenes que veis en este análisis pertenecen a unos muy pocos niveles por restricciones de embargo. Hay mucho, muchísimo empeño por lograr un título muy novedoso, impactante, incluso a pesar de tratarse de un Mario 2D. Y en este sentido resulta ejemplar cómo se han propuesto tal cantidad de situaciones… Tantas, que sentí la imperiosa necesidad de darle una segunda vuelta a la aventura, algo que se disfruta mucho por cierto.
Super Mario Bros. Wonder
Lo mejor es que hay muchas más cosas de las que hablar. Está la transformación en Elefante, que puede atacar con la trompa, rociar de agua el escenario en busca de sorpresas y saltar para golpear varios bloques de una sola vez. La sensación de poder está muy conseguida con este potenciador, que transforma en muchos sentidos la jugabilidad clásica 2D de las aventuras de Super Mario. Además, no deja de tener su toque simpático el ver a personajes como Toad o Peach convertidos en estas entrañables criaturas.
En general, los nuevos potenciadores introducidos otorgan una capa de interés al videojuego. Tenemos dos grandes novedades en este sentido. Por un lado, la transformación Burbuja, que permite convertir a los enemigos en monedas, pero también aprovechar las burbujas para llegar a espacios elevados. Sin embargo, la que más me ha gustado es la transformación Taladro, que permite atacar a los enemigos con la cabeza, además de soterrarte en el suelo para alcanzar rincones secretos. Hay muchas situaciones pensadas para sacar partido de estos potenciadores, así que su peso en las partidas es más importante de lo que podría parecer.
El poder transformador de las insignias
Las insignias suponen el otro ingrediente fundamental para comprender cómo se distancia SMB Wonder de cualquier otro juego. Son muy variadas y se van desbloqueando a medida que progresas. Unas están bastante expuestas, pero otras se encuentran mucho más ocultas. Hay una que te permite flotar en el aire durante más tiempo, otra que te ayuda a escalar muros, una más que te salva cuando caes al vacío… Las tenemos que hacen las partidas muy llevaderas (salto alto) y otras que directamente pueden arruinar tu partida si no estás concentrado al cien por cien (invisibilidad). No obstante, la conclusión es que son formidables.
Las insignias suponen una de las mejores novedades del título, y con cada nuevo nivel se te invita a usar alguna en particular. Conseguirlas todas es uno de los grandes retos de la aventura, y una vez obtenidas ofrecen una rejugabilidad muy potente, ya que puedes descubrir determinados secretos si usas alguna en particular. No es equiparable a lo que haces en un metroidvania cuando adquieres un nuevo poder, pero el enfoque es muy similar. De hecho, creo que Nintendo ha desaprovechado una oportunidad para explotar el potencial de las insignias, puesto que la rejugabilidad se habría disparado de manera brutal.
En cualquier caso, las insignias apoyan y dan variedad a un juego que posee mundos muy diferenciados entre sí, plagados de niveles de todo tipo. Están los clásicos recorridos hasta coronar el banderín, pero también hay alguna que otra carrera, enfrentamientos con oleadas de enemigos y una serie de pasatiempos que ponen a prueba tu habilidad. Hay también un par de niveles de estilo musical que resultan una genialidad y que creo que Nintendo podría haber explotado más. En general, se trata de interludios muy fugaces que sirven para desconectar y de paso obtener alguna semilla adicional para seguir avanzando.
La progresión, en este sentido, es muy sencilla. Tu objetivo es conseguir un número variable de semillas por cada nivel, de forma que puedas desbloquear el acceso a nuevas zonas… y en particular a los palacios resguardados por las fuerzas de Bowser. Avanzar no es excesivamente complicado, puesto que ni siquiera es necesario completar todos los niveles para llegar al número de semillas exigido en cada momento. Los enfrentamientos finales tampoco son muy complicados, y es algo que no me pesa, aunque me habría gustado algo más de variedad en los jefes, puesto que son escasos y no poseen demasiada originalidad (uno de los problemas que los Mario 2D arrastran desde hace años).
Un Super Mario más difícil y duradero de lo que imaginas
Hablando de dificultad, es exactamente lo que puedes esperar de un juego de Super Mario, es decir, algo bastante llevadero. Una curiosidad significativa de este juego, es que los niveles van marcados con un número de estrellas dependiendo de su grado de desafío. En general resultan asequibles, aunque hay un buen puñado de niveles que se las traen. No obstante, todo está diseñado para que una amplia variedad de usuarios puedan disfrutar de Super Mario Bros. Wonder sin excesivas complicaciones. Puedes comprar vidas y muchas insignias están pensadas para ayudarte a superar las fases (como una que te da un super champiñón al empezar cada nivel).
Yo acabé la partida en relativamente poco tiempo, aunque me cuesta muchísimo dar una cifra porque es algo muy variable. Los niveles están pensados para explorarlos (no tienen límite de tiempo) y ofrecen una experiencia diferenciada dependiendo de si coges o no la Flor Maravilla. Diría que puedes superarlo en un par de tardes si vas a todo tren, pero realmente puede llevarte entre 12-15 horas para empezar a sacarle provecho. Y con esto me refiero a revisitar fases, encontrar niveles secretos, hallar las insignias y desbloquear todos los coleccionables. Es el Mario 2D más completo que existe.
Aparte, el elenco de personajes fomenta también la rejugabilidad, porque es numeroso y está específicamente pensado para que nadie se quede fuera de la aventura. Mario, Luigi, Peach, Daisy y Toad se controlan de la forma habitual, y pueden beneficiarse de las transformaciones. No obstante, si son golpeados pierden una vida. No ocurre lo mismo con Yoshi y Caco Gazapo, que son inmunes a los impactos, y además pueden llegar a ser más sencillos de manejar (en concreto, el simpático dinosaurio puede flotar en el aire unos segundos, haciendo las cosas más sencillas para los primerizos).
Dicho de otra manera, es un juego enfocado para toda la familia, y su multijugador también. Se puede jugar con 4 participantes en modo local, compartiendo vidas. Está hecho para cooperar, no para competir como en otros juegos de Super Mario, y la acción siempre sigue al primer jugador (decisión a lo que no me termino de acostumbrar). Hay otros juegos como Rayman Legends que están mejor resueltos en este sentido, pero eso no va a impedir que disfrutes de los niveles en compañía si así lo deseas (y puede ser algo realmente divertido).
El juego en línea no está mal tampoco. El enfoque, desde luego, es original. Aquí básicamente lo que haces es ver las siluetas de otros usuarios online que están jugando de forma simultánea, pero no puedes interactuar con ellos. O bueno… no como te lo imaginas. Si pierdes la vida cuando hay un jugador cerca, en lugar de volver al último checkpoint, te conviertes en fantasma y tienes unos segundos para tocarlo y así resucitar. Además, si llegáis juntos al banderín de final de nivel, se te suman puntos de cooperación que indican lo mucho (o poco) que contribuyes a ayudar a otros jugadores.
El concepto es original y tiene potencial, pero creo que no está del todo aprovechado y a mí particularmente no me convence demasiado. Tal vez lo mejor es que tienes un montón de paneles coleccionables que puedes ir colocando en los niveles para salvar a otros jugadores en caso de que pierdan la vida… pero el concepto no va más allá. Y sí, puedes jugar también en el modo online tradicional, creando una sala y compartiendo la aventura con otros usuarios, cada uno desde su casa, aunque antes deben formar parte de tu grupo de amigos en la consola (lo cual es una clara limitación).
Un Mario 2D maravilloso en lo artístico
Donde no encuentro ningún tipo de crítica es en el apartado artístico: una maravilla. Los desarrolladores de SMB. Wonder querían que este juego se distanciara de producciones anteriores… y el objetivo está más que logrado. El fontanero y compañía poseen una renovada estética (más cartoon) que se ve reflejada en la gran variedad de animaciones que presentan. Ningún juego de la saga Super Mario había mostrado jamás este nivel de detalle en las expresiones, pero tampoco en cada una de las animaciones, ya sea corriendo, saltando, metiéndose por tuberías… Es un auténtico espectáculo para la mirada.
El diseño de escenarios es también digno de mención. Tenemos las típicas praderas, montañas, desiertos y volcanes, pero también enclaves inéditos que demuestran gran inventiva. No hay un nivel igual a otro, y os recomiendo que prestéis atención a lo trabajados que están los decorados, siendo algunos simplemente excelentes. En particular, hay casos especiales en que se hace un uso ingenioso de la luz y de los contrastes muy al estilo de Donkey Kong Country: Tropical Freeze. Simplemente magnífico. El rendimiento, como no podía ser de otra forma, es sólido a más no poder. Extraordinaria suavidad tanto en modo televisor como portátil.
¿Y el apartado sonoro? Pues en una línea bastante similar. Temas pegadizos, muy rítmicos, variados (aunque podían serlo más) y lo que más me ha sorprendido es que se tira muy poco de nostalgia. La mayor parte de composiciones con completamente nuevas, y en el caso de que recuperen partituras clásicas, lo suelen hacer con una potente transformación. En cualquier caso, me quedo con los efectos sonoros, simplemente estupendos, y en particular con las voces de las flores (en español), las cuales acompañan la partida a modo de comentaristas, dando ánimos e incluso consejos. Genial.
En esencia, es un título con una extraordinaria calidad, desde los menús hasta el diseño de niveles, mimando hasta el más mínimo detalle. Es un lanzamiento cuidado hasta la extenuación, y confirma la alta estima que tiene Nintendo por esta franquicia. Ahora mismo se me ocurren muy pocas maneras de mejorarlo. Tal vez haber rizado el rizo con ciertas novedades (que no están del todo explotadas), o haber aportado más contenidos y un online más convincente, pero eso podría llegar mediante actualizaciones futuras, quién sabe. Por el momento, es un videojuego completísimo y que pasa a formar parte de lo mejorcito de Nintendo Switch, que no es poco.
Super Mario Bros. Wonder es el mejor exponente 2D de la saga Super Mario en mucho tiempo, probablemente de la historia. Un ejemplo de cómo transformar la jugabilidad clásica de la licencia para hacerla sorprendente, incluso hasta el punto de que cada nivel suponga una nueva experiencia con respecto a la anterior. La Flor Maravilla es el punto central de la experiencia, pero alrededor tiene otros elementos como las nuevas transformaciones, las insignias o la variedad de personajes que hacen de este Mario 2D uno de los juegos de plataformas más completos, variados, accesibles y divertidos que puedes encontrar. Simplemente una maravilla.
Comprar Super Mario Bros. Wonder- Un Mario 2D completísimo y con la calidad que Nintendo solo ofrece en sus mejores juegos.
- La Flor Maravilla transforma la jugabilidad clásica con un grado de innovación nunca visto.
- Las insignias, las transformaciones y los personajes otorgan una gran variedad y rejugabilidad.
- El apartado artístico y las animaciones construyen un juego precioso y con personalidad.
- Altamente accesible en la mayor parte de la aventura, aunque con desafíos para veteranos.
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