Con el permiso de algunos otros imponentes lanzamientos del año, el gran RPG de este 2011 es la quinta entrega de la saga The Elder Scrolls. Bethesda Softworks quiere lograr con Skyrim su mejor videojuego, y pretende lograrlo con un título que supere generosamente lo visto en Oblivion. Comparamos precisamente cuarta y quinta entrega de la franquicia para conocer mejor lo que nos deparará esta nueva epopeya de espada y brujería.
11 del 11 del 11. Una fecha que ha sido cuidadosamente escogida por parte de Bethesda Softworks para lanzar al mundo el que es no sólo uno de sus videojuegos más esperados, sino también probablemente el que mayor grado de prisma y ambición denota. Puede que la expectación que rodea a este Skyrim no sea tan gigantesca como la que trajo consigo Oblivion, un videojuego maravilloso que además, recordemos, inauguraba la Next-Gen para la veterana IP rolera, pero con la quinta entrega de la saga The Elder Scrolls se espera una reedición de las mismas claves de calidad que su predecesor.
El género de rol tiene, o ha tenido, enormes citas en 2011 y 2012, pero puede que Skyrim sea una de las más llamativas en todos los sentidos. Nos fijamos en la alargada sombra de Oblivion y la comparamos con este The Elder Scrolls V, todo para darnos cuenta del aumento de prisma que recoge este nuevo episodio en todos los sentidos, y para valorar todavía en mayor medida el esfuerzo notabilísimo que está haciendo Bethesda Softworks por redondear aún más su fórmula rolera de más que probado éxito en el pasado.
JUGABILIDAD
· Un videojuego enorme e inabarcable desde cualquier punto de vista.
· Se redefinen todos los sistemas de diálogos y de misiones.
· Importancia radical de los dragones.
El nombre de Oblivion era el gran videojuego del año 2006, un título que apareció en primera instancia en PC y Xbox 360 y que más tarde se lanzaría en una versión superior para PlayStation 3. El salto desde Morrowind, la tercera parte de la franquicia The Elder Scrolls, a este cuarto capítulo era notable; y no sólo desde el punto de vista gráfico, sino también desde el jugable. Un videojuego con enorme prisma que, como los grandes RPGs, comenzaba con nuestro personaje encerrado en un calabozo y que rápidamente nos plantaba en mitad de un gigantesco reino de Cyrodiil donde ni tan siquiera el lejano horizonte suponía un límite para nuestro héroe. Un título literalmente gigantesco en el que se seguían muchos patrones tradicionales de la saga, pero que al mismo tiempo exploraba nuevas direcciones que seguirían siendo fundamentales en la mente de sus responsables en títulos posteriores como Fallout 3.
Los RPG siempre suelen ser muy abiertos, pero pocos lo son tanto como los de Bethesda Softworks, y es que son títulos que gustan de mezclar mecánicas que superan en muchos sentidos el concepto sandbox para abrazarlos con su cuidada perspectiva rolera. Skyrim no va a ser una excepción, y a todo esto que siempre ha sido tradicional de la marca The Elder Scrolls suma algunos elementos como el Radiant Story, que se va a ocupar de que no sólo nos relacionemos con otros personajes de una forma más natural y que reparta las misiones de una forma más equilibrada, evitando repetición y acabando con problemas como que una muerte poco afortunada de un NPC nos prive de cumplir alguna.
Se mantienen, por lo tanto, los grandes puntos a favor de la fórmula de Bethesda Softworks pero van a mejorar notablemente todos ellos con nuevas técnicas de sus responsables. Por ejemplo la IA que se ocupaba de que todos los personajes que conocemos tuvieran sus tareas realistas en Oblivion va a ser todavía más notoria en este quinto episodio, y otros elementos como un control mucho más pulido o unos menús e interfaces no sólo tremendamente originales sino también mucho más prácticos y cómodos, son otros titulares que nos deja el programa entre lo positivo. Los combates contra los dragones se contarán entre las más espectaculares características del título.
TECNOLOGÍA
· Mejoras notables en el motor gráfico.
· Sistema de IA más profundo.
· Técnica de renderizado de largas distancias: "All-the-Way".
Los problemas a los que se enfrentó Oblivion fueron muy complicados. Los habituales lastres a los que tiene que enfrentarse cualquier producción multiplataforma fueron todavía más acentuados en The Elder Scrolls IV por el hecho de tratarse de uno de los primeros juegos en aparecer en Xbox 360. El preciosista apartado artístico del juego se veía ligeramente ensombrecido tanto en la consola de Microsoft como en PC por un acabado tecnológico con algunas incidencias de moderada gravedad que hacía que el popping fuera más elevado de lo que se podía tolerar en un producto de 2006, que las animaciones fueran bastante ortopédicas o que la calidad de las texturas fuera demasiado baja. Los diferentes mods en compatibles y la versión de PlayStation 3 solventaban en su mayoría estos elementos irregulares, pero aún así el juego daba la sensación de no haber explotado en lo tecnológico como debiera.
Uno de los primeros aspectos que llama la atención de Skyrim en el aspecto tecnológico es la presencia del Creation Engine, una versión corregida y convenientemente evolucionada de la herramienta de personalización que nos va a permitir mayores posibilidades. Por otro lado se ha progresado severamente en otros aspectos como la distancia de dibujado, que ahora con la técnica del “All-The-Way” son capaces de renderizar todo lo que hay en pantalla en tiempo real. Debuta, además, un engine capaz de mostrar de forma dinámica y aleatoria un clima cambiante que ayudará muy mucho a la inmersión.
En otro orden de cosas destacan nueva técnicas empleadas para lidiar con una IA que busca ser más realista que nunca, y métodos inéditos para reproducir efectos visuales con mayor efectividad que en el pasado.
GRÁFICOS
· Idéntico énfasis por lo artístico.
· Modelados faciales superiores.
· Escenarios y personajes más detallados fruto de las mejoras del motor.
Si Oblivion dejó algunas dudas en lo tecnológico, donde no admitió discusión alguna fue en su cuidadísimo aspecto artístico; de una calidad sencillamente soberbia y que convertía a Cyrodiil en uno de los lugares más bellos que se podían ver en 2006. Todo esto se apoyaba en un universo impecablemente retratado en el programa, con unos escenarios naturales salpicados de pequeñas construcciones, aldeas, ruinas y gigantescas ciudades que contaban con una personalidad propia fascinante. Si bien es cierto que los problemas tecnológicos lastraban algunos elementos como la calidad de las texturas o la carga poligonal, lo cierto es que aún a día de hoy continuamos hablando de un juego muy poderoso a pesar del lustro transcurrido.
Lejos de acomodarse y mostrar un apartado gráfico continuista, Bethesda Softworks se ha animado en esta ocasión a cambiar radicalmente el prisma artístico del programa y han transformado de raíz el trasfondo de todo lo que se muestra. Si en Oblivion asistíamos a un Cyrodiil marcado por un clima apacible y unos parajes naturales preciosistas, en Skyrim cambia todo radicalmente para mostrar la región que da nombre al título y que es nevada y agreste como pocas. Un territorio enorme, recreado con un nivel de detalle asombroso y del que Matt Carofano, su director de arte, reconoce inspiración nórdica e islandesa en sus diseños.
SONIDO
· Banda sonora de Jeremy Soule.
· Inigualable doblaje con Max Von Sydow o Christopher Plummer entre otros.
· Ambientación sonora inigualable.
El sonido de Oblivion fue uno de los apartados más redondos del videojuego. La banda sonora de Jeremy Soule acabó siendo una de las más redondas de este polémico autor, y acompañaba como ninguna nuestras acciones en los coloristas e impecables decorados del videojuego. El apartado de voces tenía grandes nombres que realizaron un trabajo formidable en cuanto a la perfecta traslación del dramatismo y la solemnidad de lo que sucedía en pantalla con un Sean Bean (Juego de Tronos, El Señor de los Anillos) como principal abanderado de este completo casting.
Si el apartado de audio de Oblivion era formidable, en Skyrim se van a seguir idénticas líneas en cuanto a calidad y valores de producción. Jeremy Soulé repite en las labores compositivas, y ya ha cautivado el corazón de los aficionados con las pistas que se han filtrado del videojuego y que hacen presagiar una música inspiradísima y redonda. El apartado de voces estará compuesto por nombres tan relevantes como Christopher Plummer, Max von Sydow o Joan Allen, y además el título llegará a nuestro país completamente localizado a nuestro idioma.
INNOVACIÓN
· Nuevo escenario radicalmente diferente.
· Menús e interfaces completamente re-escritos.
· Avances notorios en IA y otros aspectos.
Oblivion fue un videojuego relativamente rompedor con lo que la saga The Elder Scrolls había venido ofreciendo hasta ahora, y no sólo por ofrecer un aspecto gráfico y tecnológico mucho más avanzado, sino también por cambiar algunos de los elementos más representativos desde el punto de vista jugable. Eso sí, no todos los cambios sentaron igual de bien entre los aficionados, y muchos de ellos acusaron al título de hacer demasiadas concesiones hacia la accesibilidad y el gran público. Acertadas o no estas variaciones generaron el que es el título más vendido de la saga hasta ahora, algo que parece dar la razón a Bethesda Softworks al menos desde la óptica comercial.
Con las mecánicas de The Elder Scrolls ya asentadas entre el gran público con Oblivion y, en menor medida, con su incursión en la marca Fallout con Fallout 3, Bethesda Softworks afronta ahora el siguiente paso con Skyrim. Puliendo todos los interfaces para dotarlos de enorme personalidad, el estudio ha logrado unos menús y una disposición de los HUDs y el resto de elementos que van mucho más allá de lo meramente funcional para alcanzar una gran belleza y estilo. Por otra parte las mejoras en la IA y las ya anunciadas características del Radiant Story aportarán cambios sustanciales en la experiencia jugable, el verdadero punto fuerte de un título como éste.