Un recurso muy utilizado en las producciones audiovisuales de suspense, misterio y terror es meternos en una realidad paralela, un mundo dual que establece fronteras entre la rutina diaria y un universo habitualmente oscuro y repleto de monstruos. No hace falta que os diga la cantidad de películas y series que juegan con este concepto, como Stranger Things, ni tampoco los videojuegos que han logrado sorprendernos, como es el caso de Silent Hill. No los cito al azar, y aunque sepa de sobra que lo que os traigo hoy no es tan ambicioso, puede que tenga importantes cosas que demostrarnos y que aportar al género.
Unholy se define a sí mismo como un juego de terror con elementos de sigilo, pero también con un importante mensaje subyacente. Controlamos a Saidah, una madre en busca de su hijo desaparecido. ¿Cómo? ¿Dónde ha ido a parar? Esa es la intriga que nos guía a través de una ciudad de Europa del Este con aires post-soviéticos, algo que se aprovecha para dotar de una ambientación lúgubre y decadente a una aventura en primera persona, muy narrativa y que a la vez incluye un importante mensaje sobre la represión de un régimen que impide a sus habitantes progresar en la sociedad. Todo mientras caminamos rodeados de fenómenos inexplicables, aterradores y con un diseño artístico de lo más siniestro. Si todo esto resulta coherente e interesante de seguir es un enigma para mí, pero desde luego el enfoque promete y me hace esperarlo con ganas.
La premisa principal de Unholy es alternar la exploración de dos mundos aterradores a su manera. Uno está marcado por una sociedad gris, fría, sin vida, con un autoritario control post-soviético. El otro es una dimensión paralela horripilante, grotesca, manejada por una casta de sacerdotes de lo más siniestra. Todo desde unas dinámicas que no tienden a la acción, sino a la exploración del entorno en busca de pistas, siendo la resolución de puzles una pieza fundamental dentro de la jugabilidad.
Una experiencia única, que trata de combinar la construcción de un mundo de lo más enigmático con mecánicas de sigilo
Es una experiencia única, que trata de combinar la construcción de un mundo de lo más enigmático con mecánicas de sigilo, infiltración, exploración y una innovadora dinámica de disparos. ¿Qué quiero decir con esto último? Pues de momento no tengo la información suficiente como para aclarártelo, pero digamos que tendrás a tu disposición cuatro emociones (deseo, tristeza, furia y miedo) para interactuar con el entorno. Gracias a esto, podrías activar un mecanismo, destruir un obstáculo o directamente distraer a los enemigos, o incluso causarles daño.
Otro elemento que me ha llamado muchísimo la atención es la oportunidad de usar máscaras. Todos los habitantes del mundo paralelo de Unholy disponen de una, algo que se dice que puede marcar la diferencia entre vivir o morir. Por ello, nosotros también tendremos una propia… ¡o más bien varias! Una máscara para hacernos pasar por otras personas, una para infiltrarnos, etc. Además, podremos mejorar sus habilidades, algo que plantea un muy peculiar sistema de progresión.
Todo esto promete sobre el papel, tanto que hasta me da un poco de miedo, porque ya sabéis que lo importante es que las mecánicas sean robustas y nos ofrezcan un videojuego que merezca la pena. No parece una aventura larga, y a buen seguro uno de los aspectos más importantes será tanto su ambientación como el mensaje que quiere hacernos llegar. Por el momento, lo que he visto sobre su aspecto visual es muy interesante, al contar con un artista como Tomasz Strzalkowski, cuyo impresionante trabajo se puede calificar como de otra dimensión. Así que solo cabe esperar hasta el próximo 2023, cuando el acceso a este aterrador universo se abra ante nuestros ojos.
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