Análisis de Viva Piñata Trouble in Paradise

Análisis de Viva Piñata Trouble in Paradise
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El jardín de piñatas vuelve a la carga. Trouble Paradise es la segunda entrega de Viva Piñata, y ésta sigue desbordando encanto y simpatía por los cuatro costados. Prepárate para jugar con tus amigos más cercanos, pues esta vez podrás pedirles ayuda para tu jardín.

El lanzamiento de Viva Piñata el año pasado hizo una excelente labor en el catálogo de Xbox 360, al abrir las puertas a un público más juvenil, y ampliar el abanico de unos títulos excesivamente marcados por el género shooter. El colorista y simpático videojuego de Rare contó con la complicidad de la crítica, en 3DJuegos obtuvo un 8,8 como calificación, pero no acabó de encontrar su sitio en la vertiente comercial, donde su indefinido corte –estilo estratégico con estética infantil- acabó pasando factura en el público.

Rare, sin embargo, no desfallece y dos años después de la primera entrega nos presenta la segunda parte, obviando el fallido interludio de Party Animals, un spin off dedicado a los minijuegos que no funcionó demasiado bien. En Trouble in Paradise encontraremos nuevos inquilinos para nuestro jardín y múltiples elementos inéditos con los que decorarlo, además sus creadores prestan en esta ocasión mucha más atención a Xbox Live, donde se encuentra el potencial real de esta secuela.

El Profesor Pester volverá a hacer acto de presencia para fastidiar a nuestras apacibles piñatas.
El Profesor Pester volverá a hacer acto de presencia para fastidiar a nuestras apacibles piñatas.

En esencia Trouble in Paradise ofrece un funcionamiento virtualmente idéntico al del Viva Piñata original, de modo que nos centraremos en las novedades que se incorporan en esta segunda parte, emplazando a los lectores que no conozcan la saga a nuestro análisis de 2006, donde se explica todo el proceso del anterior.

¿Problemas en el Paraíso?
La segunda parte de Viva Piñata introduce algunos elementos que podrían ser calificados de historia. Cuando abrimos un jardín cualquiera, y antes de comenzar a trabajar sobre él, una breve cinemática nos presentará de nuevo al Profesor Pester y a sus secuaces, tratando en esta ocasión de hacerse con los archivos de la Central de Piñatas, para dominarlas a todas. El experimento sale mal por la incompetencia de estos malignos personajes, y el archivo al completo se borra.

Aquí comienza la aventura de crear nuestro jardín, que dará su banderazo de salida con la ineludible visita a Langston, la rana que nos dará nuestros primeros consejos de juego y nos propondrá los desafíos. Trouble in Paradise trata adecuadamente de ofrecer una gradación mejor optimizada de la dificultad y del manejo que su predecesor, y para ello cuenta con un tutorial mucho más práctico y trabajado.

Los desafíos que presenta Langston no son demasiado variados, y tienden a profundizar en lo que será la constante del videojuego, la necesidad de atraer nuevas y más desafiantes piñatas. Si, por ejemplo, nos pide una especie concreta para una fiesta –cruel destino de muchos de nuestros personajes-, deberemos atraer a la piñata a nuestro jardín, y una vez aquí tratar de completar su índice de “golosinidad”, haciendo que ésta coma cosas que le agraden. Una vez rellenada la barra podremos empaquetarla en una caja y enviarla a la fiesta.

En esta ocasión hay multitud de accesorios para las piñatas. Incluso podemos comprarles un barco pirata de juguete.
En esta ocasión hay multitud de accesorios para las piñatas. Incluso podemos comprarles un barco pirata de juguete.

La primera entrega daba la sensación de dejarnos más libertad de la adecuada en los primeros minutos, y la sensación de desconcierto podía llegar a ser alarmante. Sin embargo en esta ocasión, este nuevo personaje y sus desafíos nos ofrecen rutas alternativas que podremos aceptar o rechazar, pero que serán un excelente entrenamiento para saber qué tenemos entre manos y cuáles son las principales novedades del título en los factores jugables. Y eso que la segunda parte de Viva Piñata no presenta demasiadas novedades jugables con respecto a su predecesor, manteniendo su gran propuesta jugable y condimentándola con algunas nuevas incorporaciones de diverso interés.

Universo de Papel
Trouble in Paradise cuenta con más de treinta nuevas especies totalmente inéditas, y además da la bienvenida a los juguetes para entretener a nuestros animales. Las piñatas se lo pasarán bomba jugando con trenes o cohetes espaciales.

De hecho las piñatas son, en esta ocasión, animales más simpáticos y divertidos, y dan mucho más juego que en la entrega anterior. Su número de animaciones ha aumentado notablemente, y ahora podemos interactuar con ellas, llegando incluso a enseñarles trucos para que aumente su valor de venta si estamos interesados en comerciar con ellas.

Por otra parte vuelven a aparecer los minijuegos del amor para la reproducción, y de nuevo son una presencia discutible. Hay en esta ocasión más variedad, y algunos de ellos han sufrido importantes pulidos, pero su escasa dificultad no plantea un reto demasiado interesante.

Como podemos ir a buscar a nuestras nuevas piñatas al desierto y al ártico, Trouble in Paradise incorpora paquetes de arena y nieve… ¡Para que se sientan como en casa!
Como podemos ir a buscar a nuestras nuevas piñatas al desierto y al ártico, Trouble in Paradise incorpora paquetes de arena y nieve… ¡Para que se sientan como en casa!

El cursor en esta ocasión nos permite viajar más lejos de los límites de nuestro jardín, facilitándonos la opción de visitar el ártico y el desierto. Aquí podemos cazar piñatas concretas que necesitan de ciertas condiciones climatológicas para poder sobrevivir, y a las que tendremos que mimar especialmente para que continúen dando alegría a nuestro jardín.

El sistema de las tarjetas del que tanto se habló en un principio queda en una incorporación accesoria. El procedimiento es ciertamente prometedor en su premisa inicial, pero acaba resultando derivativo. El videojuego incluye la posibilidad de sacar fotos a nuestras piñatas con la cámara de Xbox 360, y enviárselas a un amigo para que éste la imprima y, poniéndola delante del mismo periférico, pueda incorporar la especie a su jardín. Nada más y nada menos.

En otro orden de cosas Trouble in Paradise presenta, además de la clásica campaña individual, el modo Diversión, una versión “relajante”, como el propio videojuego la califica. Aquí las piñatas serán más fáciles de atraer a nuestro jardín, y la práctica totalidad de los objetos estará disponible desde el inicio. Por si fuera poco el Profesor Pester y compañía no harán acto de presencia para incordiar, con lo cual no habrá que preocuparse de ataques o inoportunas enfermedades. Lógicamente este tipo de juego no da acceso a los logros, y además no permite enviar cajas.

Una de las nuevas posibilidades de Viva Piñata es la de colocar trampas. Elegimos el tipo de trampa y el cebo y nos hacemos con el pobre animal que caiga dentro.
Una de las nuevas posibilidades de Viva Piñata es la de colocar trampas. Elegimos el tipo de trampa y el cebo y nos hacemos con el pobre animal que caiga dentro.

Por último, y como plato fuerte, cabe destacar que la segunda parte de Viva Piñata incluye un modo on-line, que profundiza la testimonial presencia multijugador de su predecesor. Si bien en el primer episodio tan sólo podíamos compartir con otros usuarios las especies que habitaran nuestro jardín, en esta ocasión la experiencia se vuelve más interactiva, permitiendo la presencia de otros aficionados en nuestro propio solar, junto con otras aplicaciones más bien menores –concursos, carreras, etcétera-.

El jugador que fija el jardín es el que invita al resto, y si es nuestra propia parcela la que está a disposición de los usuarios, éstos deben ganarse nuestra amistad hasta dejarles manipularla... Por lo que pueda pasar. Si son colegas de plena confianza no habrá problema, y podrán emplear las herramientas y modificar el terreno y a las piñatas a su entera disposición. Si no conocemos a los invitados, de momento podemos empezar dejándoles “mirar pero no tocar”, limitando su presencia a la de meros observadores. Una vez demuestren su respeto por nuestro jardín y ser dignos de dicha familiaridad, accederán también a las herramientas en el momento que deseemos.

La cámara de fotos volverá a ser una inseparable compañera para capturar los momentos más divertidos de nuestro jardín.
La cámara de fotos volverá a ser una inseparable compañera para capturar los momentos más divertidos de nuestro jardín.

Todo ello supone una muy interesante vuelta de tuerca, que en realidad es la principal adición de verdadero interés del videojuego. Sin embargo ésta es tan divertida que junto a las gotitas de novedades que hay por aquí y por allá hacen recomendable la compra del juego a los aficionados más acérrimos de las piñatas. Por si fuera poco el multijugador no requiere exclusivamente de conexión a Internet, y es que un segundo usuario puede acceder con otro mando al control simultáneo de otro cursor, manipulando los dos jugadores al mismo tiempo un único jardín en la misma consola.

Explosión de Color
Gráficamente un primer visionado de Trouble in Paradise transmite la engañosa sensación de que estamos ante un videojuego idéntico en términos visuales a la anterior entrega de Viva Piñata. Sin embargo con un acercamiento más minucioso uno se da cuenta de que ha habido un pulido muy serio en este sentido.

En primer lugar las texturas están algo más definidas. Siguen presentando muchas de ellas un acabado algo pobre en rocas y suelos, sin embargo su acabado es francamente superior. En las piñatas, no obstante, continúa siendo impecable, transmitiendo esa fantástica sensación de papel en movimiento que ya pudimos ver hace un par de años.

Por otra parte en pantalla hay un aumento generalizado de elementos, y es que los jardines están ahora muchísimo más poblados de animales y objetos. Hay algún defecto de popping ocasional, y la tasa de imágenes por segundo no siempre es tan estable como cabía esperar, pero por lo demás es un apartado gráfico y técnico francamente robusto y poderoso.

Todo esto repercute en que los tiempos de carga son algo más largos que en su predecesor, lo que con los viajes entre jardines, o a los otros continentes para cazar piñatas repercute seriamente en el volumen de las cargas. Trouble in Paradise hace lo posible por compensarlo con abundantes consejos que aparecen en pantalla en estos tiempos muertos, fórmulas que nos explicarán muchos aspectos del juego a los que no llega el tutorial.

Viva Piñata vuelve a ser, con Trouble in Paradise, uno de los videojuegos más simpáticos y deliciosos del mercado. Una dirección artística impecable para un título que entra por los ojos.
Viva Piñata vuelve a ser, con Trouble in Paradise, uno de los videojuegos más simpáticos y deliciosos del mercado. Una dirección artística impecable para un título que entra por los ojos.

El sonoro es un factor algo más flojo, y esto se debe al fuerte reciclaje de melodías y voces de la entrega anterior. No es que las canciones sean malas o poco inspiradas, pero con la cantidad de horas que pasamos en su momento con Viva Piñata no esperábamos que tantas partituras fueran recogidas directamente de la primera parte.

Por otra parte algunos de los videos cuentan con voces en inglés y subtítulos en español, sin embargo el resto del videojuego está enteramente traducido tanto en textos como en voces, con un doblaje algo irregular pero adecuado.

Muy Bueno

Sin sello

Viva Piñata: Trouble in Paradise

Por: El equipo de 3DJuegos
Sin sello

Trouble in Paradise es una secuela francamente interesante del ya de por si notable Viva Piñata, aunque esperábamos más novedades. El mayor punto relevante que se incorpora en esta ocasión es el del multijugador, un añadido fantástico que nos permitirá ayudar a otros en sus jardines y viceversa. Un aditivo que podrá parecer poco apetecible para el cuidador de piñatas ocasional, pero que resultará imprescindible para los más aficionados.

Comprar Viva Piñata: Trouble in Paradise
Jugadores: 1-2, 2-4 online
Idioma: Textos en castellano y manual en castellano
Duración:
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