Este juego de terror tiene ese algo tan especial que recuerda a Deadly Premonition pero como este, también es capaz de lo peor. Análisis Yomawari: Lost in the Dark

Este juego de terror tiene ese algo tan especial que recuerda a Deadly Premonition pero como este, también es capaz de lo peor. Análisis Yomawari: Lost in the Dark

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Yomawari: Lost in the Dark

Yomawari alcanza su tercera entrega con Lost in the Dark. Atrás quedaron los años en los que descubrí su primera y maravillosa entrega en PSVita, y todavía recuerdo el impacto que me causó. La pantalla OLED de la portátil de Sony era capaz de sacar lo mejor del precioso arte del juego, asustarte y transportarte con mucho estilo a través de las cinco horas que duraba su estupenda historia.

El primer Yomawari no era corto, era intenso, y te llevaba a donde quería en el tiempo que necesitaba. Además, tenía un problema que agradecía que el juego fuera más largo. Su planteamiento narrativo, su historia, su ambientación y arte eran maravillosos, pero su jugabilidad no acompañaba. Por fortuna, siendo el juego breve, se toleraba.

Un poco más tarde salió su segunda parte y se repitió la misma situación, solo que un poquito peor. Yomawari: Midnight Shadows duraba el doble, lo que dejaba todavía más claro que había que mejorar su jugabilidad, pero no se hizo. 5 años después, ha llegado al mercado Yomawari: Lost in the Dark. Pues bien, este episodio dura el triple que el primero… y su jugabilidad es todavía más engorrosa que los dos anteriores.

Por cómo he empezado este análisis cabría pensar que la saga Yomawari o este Lost in the Dark no merecen la pena, ¿verdad? Pero no es así, sí que la merecen. Aunque esta serie de terror japonés, cuqui y con historias duras de digerir vaya de más a menos, aunque se repitan sus temas, estructuras de juego y trucos narrativos, la verdad es que siempre sabe sorprender. Si llegas al final de cualquiera de ellos, te los llevarás en el corazón. Eso también se aplica a este título.

Yomawari Lost In The Dark

La historia de terror de Yomawari

Lost in the Dark nos pone en la piel de un personaje que no lo está pasando muy bien en el instituto. A causa de una serie de circunstancias, va a parar a un sitio místico. Allí se encuentra con alguien que le dice que está maldito. Entonces descubre que tiene hasta las seis de la madrugada para romper la maldición, y la única forma de lograrlo es recordando.

Regresamos a nuestro mundo, pero las calles están ahora pobladas de demonios. Nuestra misión es encontrar objetos que nos hagan recuperar la memoria, recordar en qué lugar de la ciudad los usamos, viajar ahí y resolver algo que ocurre ahí, Esta premisa nos hará explorar cada calle, evitar ser encontrados por los monstruos, acceder a según qué instalaciones y cumplir con misiones. Cuidado con enteraros más de qué va el juego, lo mejor es su historia, no os la arruinéis.

Yomawari Lost In The Dark

El planteamiento sigue siendo tan potente como en las entregas anteriores. La oscura ciudad no es lineal y nosotros solo vamos armados con una linterna. Si los monstruos hacen contacto visual con nosotros, nos matan al instante, y no somos más que un indefenso muchachito. Tenemos que saber por dónde ir, cómo hacerlo y a qué ritmo, y Lost in the Dark sabe cómo darte miedo si te equivocas. Con los auriculares puestos, lo pasarás mal porque el sonido es su arma más escalofriante. También es estupendo cómo se va desvelando qué es la maldición, quiénes somos, quién es la persona que nos hemos encontramos en ese sitio mágico, y qué ocurre.,,

Yomawari siempre me ha recordado a un Silent Hill cuqui-malrollero, y no solo por la exploración de un pueblo que nos lleva a edificios malditos, también por cómo entrega su información. Lost in the Dark nunca deja del todo claro qué le pasa al protagonista por la cabeza, o qué diablos le ocurre a la ciudad. Y eso es genial porque le añade una capa extra de juego: la de recomponer el puzle de la historia.

Yomawari Lost In The Dark

El problema es que aunque todo este planteamiento sea genial, jugar a este juego se me ha hecho muy cuesta arriba. El problema principal lo tiene su mecánica principal, aquella con la que nos enfrentamos a los monstruos. La cuestión es que si cruzamos la mirada con ellos, estamos muertos. Al ser una personita sin recursos ofensivos, lo que nos pide el juego que hagamos es cerrar los ojos e ir muy despacio. De esa forma, no nos prestarán atención y podremos seguir adelante. Así que pulsamos a la vez ambos gatillos superiores, uno por ojo y mano, y avanzamos mientras nuestro corazón va a mil.

Llegado un momento, el juego decide alargarse más de la cuenta y se hace algo pesado

Mientras los apretamos sin soltarlos no vemos al demonio, por lo que él no puede mirarnos a los ojos. En su lugar, podemos presentir una aura roja que se mueve por el escenario. Tenemos que ir muy despacio, mucho, muchísimo, terriblemente mucho y sin tocarla. Si no lo hacemos bien, morimos y toca volver al punto de control, ¿y sabéis dónde está este punto? En el quinto pino; lejos, lejísimos, y todo lo que hayamos hecho y visto se resetea. Puf.

Yomawari Lost In The Dark

El mayor problema de Yomawari

Los puntos de guardado son unas pequeñas estatuas. Para salvar el progreso hay que arrojarles unas monedas que se gastan. Al morir volvemos al que corresponda, teniendo que repetir los últimos diez o veinte minutos para llegar a dónde morimos y volver a intentarlo. La alternativa a taparnos los ojos es arriesgarnos a correr o lanzar algo que haga ruido, distraerlos y caminar por sus puntos ciegos. Pues bien, ni una alternativa ni la otra es divertida, y mucho menos tener que hacerlas una y otra vez al fallar, y menos durante un juego que se hace tan, tan largo por su culpa. La mecánica es muy imprecisa, y lo es más durante los enfrentamientos importantes.

Por desgracia, Lost in the Dark no calibra bien su duración

Además, no tiene el menor sentido que te obliguen a repetir secuencias en un juego de terror. Al volver a ver los mismos sustos ya no te dan miedo y hasta te acabas riendo de ellos: "¿por qué tan serio, señor yokai? Si ya es la tercera vez que paso por aquí". Así que te pasarás el juego aborreciendo las escenas de acción, entusiasmado por la exploración y agradeciendo cada pista que el juego te da sobre su historia. Por desgracia, Lost in the Dark no calibra bien su duración.

Yomawari Lost In The Dark

Llegado un momento, el juego decide alargarse más de la cuenta y se hace algo pesado. Me ha costado llegar al final, no por dificultad, sino por pura frustración. Por suerte, el juego sigue teniendo algunos momentos absolutamente espectaculares y quien manejamos no puede ser más adorable. Te dan ganas de darle el abrazo más calentito del mundo y decirle que le quieres, todo el tiempo.

No puedo recomendar Yomawari: Lost in the Dark a cualquier persona. Creo que si ya conoces los pros y los contras de las anteriores entregas, aquí estarás como en casa. Sin embargo, si vienes de nuevas, juega al primero de todos porque es el mejor de los tres. Este no es para nada un mal juego porque el desarrollo de su historia, cómo se narra y su ambientación son formidables. Su diseño sonoro es estupendo y su arte es cautivador, pero no me cabe en la cabeza cómo, tras tres juegos con tantísimo potencial, no se haya llegado a una jugabilidad que haga justicia al resto de sus apartados.

Un poco perdido

Sin sello
Yomawari: Lost in the Dark análisis

Yomawari: Lost in the Dark

Por: Adrián Suárez
Sin sello

Yomawari: Lost in the Dark me ha parecido el peor de los tres Yomawari; asusta, su mundo es muy chulo, su historia funciona y su narración también, pero su jugabilidad se acaba haciendo pesada (una vez más) y su duración es excesiva para lo que ofrece. Recomiendo jugarlo con calma porque te hará sufrir varias muertes injustas con reinicios duros. No es para nada un mal juego porque tiene muchos puntos fuertes, pero también demasiadas debilidades como para recomendarlo a ciegas.

Comprar Yomawari: Lost in the Dark
5 cosas que debes saber:
  • Su historia es genial, pero los textos están en inglés.
  • Es muy continuista con sus antecesores.
  • Su mundo es terrorífico y precioso, pero su jugabilidad no acompaña.
  • Si es tu primera vez con la saga, empieza con el primero.
  • Es un juego duro, no recomendado para todos los públicos.
Jugadores: 1
Idioma: Textos: Inglés. Voces: Inglés
Duración: 14-18 horas
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