Han tardado cuatro años en llegar a un acuerdo.
La larga batalla legal entre ZeniMax y Facebook ha llegado a su fin tras cuatro años de litigios y veredictos. En 2014, ZeniMax interpuso una demanda contra Oculus alegando que la primera generación de Oculus Rift de Palmer Luckey estaba basada en tecnología creada por John Carmack, antiguo empleado de ZeniMax, antes de que se fuera a Oculus para convertirse en director de tecnología (hace un mes, Carmack zanjó su propia disputa legal con ZeniMax). Tras todo el proceso, los tribunales norteamericanos le dieron la razón a ZeniMax, por lo que Oculus se iba a ver obligada a pagar 500 millones de dólares por los daños ocasionados (que se quedaron en 250 tras un recurso).
Ahora, por fin, Facebook y ZeniMax han presentado mociones a los jueces federales para desestimar todos los recursos, llegando a un acuerdo entre las dos compañías. Actualmente se desconoce la cuantía monetaria de este acuerdo, pero es seguro que Facebook ha desembolsado una buena cantidad de dinero. Robert Altman, presidente de la compañía, ha confirmado que están “totalmente satisfechos con el acuerdo al que se ha llegado”, a pesar de que “rechazan los litigios”. Representantes de Facebook han confirmado por su parte que la demanda de Oculus ya es agua pasada y que quieren “seguir trabajando en el futuro de la VR”.