Animal Crossing me da esperanzas: las líneas entre lo hardcore y lo casual se difuminan

Animal Crossing me da esperanzas: las líneas entre lo hardcore y lo casual se difuminan
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"Lo de DOOM y Animal Crossing es un acto de convivencia y una señal de que hemos avanzado aunque sea un pasito".

Ocurre de vez en cuando, e imagino que volverá a pasar, pero recuerdo cómo la primera ola de los grandes megatones del smartphone, de Candy Crush o Angry Birds, vino acompañada por la sorna de los llamados hardcore gamers. Que si no eran juegos de verdad, que si la gente que los jugaba no sentía los colores, que si tal, que si cual. Gone Home no era un videojuego de verdad, pero imagino que eso tiene más que ver con que había lesbianas.

Durante casi un mes, el chiste ha sido que el 20 de marzo del año de nuestro señor 2020 salen al mercado Animal Crossing: New Horizons y DOOM Eternal. La dualidad del ser humano, perretes bebiendo whiskey en una isla paradisíaca y demonios chillando de dolor bajo el chirrido de una motosierra. Los retrasos de The Last of Us: Part II o Final Fantasy VII Remake venían acompañados por el inevitable chiste de que nadie podía mirar a los ojos a esta dupla, que Tom Nook y el Doom Slayer eran tan poderosos que ningún contendiente osaba acercarse a su radio de acción. Hay chistes de Canela sosteniendo una escopeta y el Doom Slayer tomando café en una esterilla, gente comprando Animal Crossing al ritmo de Rip and Tear y los jugadores de DOOM parándose en el camino a casa a contemplar la belleza de una flor.

Imagen de Animal Crossing: New Horizons

Si podemos aceptar Animal Crossing, quizá podamos aceptar nuevas premisas en el futuro

Es comedia, evidentemente, pero el sujeto de esa comedia es revelador. Cuando salió, Los Sims se consideraba un juego más para mujeres, quizá porque sí, su audiencia es más femenina que masculina, y Will Wright tuvo que pegarse para que otros entendieran a qué iba con SimCity. El videojuego más mainstream generalmente ha ido a algo, un objetivo, formas de ganar y perder. El lanzamiento de DOOM en el 93 marcó el nacimiento de una nueva era de jugadores hardcore que se insultaban por internet. Animal Crossing no podría quedar más lejos de esa definición, y sin embargo helo aquí, acogido por esa misma audiencia.

¿Es un chiste? Por supuesto, pero no es un chiste a costa de Animal Crossing. No es Los Mercenarios 2 enfrentado a Come. Reza. Ama. Es un acto de convivencia y, con todo, una señal de que hemos avanzado, aunque sea un pasito.

Aún hay que aceptar que las lesbianas existen, pero tiempo al tiempo.

Allá donde miro, veo gente con ganas de probar el nuevo Animal Crossing. Muchos son neófitos, pero la ilusión es contagiosa y ahora ellos también quieren descubrir qué se han estado perdiendo todos estos años. El videojuego a veces puede ser eso, relajarse, disfrutar del espacio, existir en una isla desierta y sacar algo del momento, no de un objetivo. Si podemos aceptar eso, quizá podamos aceptar nuevas premisas en el futuro, como que la división entre hardcore y casual es semántica. No hay manera de jugar bien o mal a Animal Crossing, al menos no sin entrar en el mundo del speedrun. Pero, aunque no lo veamos, estamos cambiando, madurando. Escribo esto el mismo viernes 20, y veo más ilusión por mudarse a una isla desierta con furros que por matar demonios en el infierno. Es una buena señal.

También puede ser que la cuarentena nos esté afectando.

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