Windows 11 no tiene por qué ser para todos, y el SO anterior todavía tiene mucho tiempo de vida por delante.
Todavía no hace ni un año desde el lanzamiento de Windows 11, y aunque el nuevo sistema operativo de Microsoft trajera una miríada de novedades y cambios bastante rotundos tanto en lo que respecta a funcionalidades internas como aspecto visual, hay mil razones para no dar el salto, desde que directamente no puedas o que, en especial, no quieras; pero hoy queremos compartir varios trucos para que tu Windows 10 te dure todavía muchos años.
Windows 11 es un sistema operativo peculiar. Por un lado, sus requisitos técnicos supusieron un claro punto de inflexión que tentó a muchos usuarios/as a actualizar su procesador y placa base, pero por el otro, todavía es un SO compatible con disquetes… Además, las actualizaciones de políticas de privacidad siempre son un tema peliagudo, y no todo el mundo está dispuesto a pasar por el aro, claro. Si estos escenarios te suenan de algo, esta guía te ayudará a optimizar tu experiencia con 10.
Configuraciones de oro para optimizar Windows 10 al máximo
Mantén a raya lo que funciona en segundo plano
Cuando Windows se inicia, la procesión de aplicaciones, procesos y servicios que tienen lugar en segundo plano es considerable. Muchos —en principio— son útiles, necesarios y bondadosos; pero hay otros que se dedican a ocupar ancho de banda y memoria RAM de manera indiscriminada a pesar de servirnos de poco.
- Abre la ventana de configuración o pulsa Win+i.
- Haz clic en "Privacidad".
- Baja y haz clic en "Aplicaciones en segundo plano".
- Desactiva aquellas aplicaciones que no vayas a usar.
Regula las actualizaciones
En línea con la temática de los procesos en segundo plano, deberías saber que para no sobrecargar a sus servidores, Microsoft "encarga" a los ordenadores de los usuarios/as que distribuyan las actualizaciones entre sí. Si quieres ahorrarle este trabajo a tu conexión de Internet…
- Abre la ventana de configuración o pulsa Win+i.
- Haz clic en "Actualización y seguridad".
- Abre "Optimización de distribución".
- Desmarca "Permitir descargas de otros equipos" o entra en "Opciones avanzadas" para limitar cuánto ancho de banda se ocupa con esta tarea si todavía quieres "arrimar el hombro".
Olvídate de Cortana
Cortana nunca ha llegado a alcanzar la calidad del triunvirato de IA que forman la Asistente de Google, Siri y Alexa. Quizá por eso los procesos de apropiación de información y costumbres de la de Microsoft se nos antoje más molestos que los de las tres primeras, sobre todo cuando obstaculiza nuestro trabajo. Como el proceso de desactivación y desinstalación de Cortana es muy largo y complicado, preferimos que entres en la guía que montó Xataka Windows: para desinstalar a Cortana del todo entra aquí.
Ponle el freno a la sincronización
Aunque en términos de sincronización de elementos de configuración, personalización y contraseñas Windows no llegue a los niveles de MacOS, le sigue gustando mucho intentarlo y a veces no le sale muy bien y, por experiencia, eso sienta un poco mal.
- Abre la ventana de configuración o pulsa Win+i.
- Haz clic en "Cuentas".
- Entra en "Sincronizar la configuración".
- Desactiva por completo la sincronización o define qué elementos quieres que se sincronicen.
¡No hace falta notificar con cada cosa!
Avisos del calendario, de correos recibidos, de mensajes de Slack que igualmente estás viendo porque estás hablando con tu jefe… ¡notas de voz de WhatsApp! Las notificaciones pueden ser un verdadero incordio si no se mantienen a raya. Pero ya sabes lo que viene ahora…
- Abre la ventana de configuración o pulsa Win+i.
- Haz clic en "Sistema".
- Entra en "Notificaciones y acciones".
- Igual que con el caso de las sincronizaciones, puedes desactivar de raíz toda notificación o definir qué quieres que pase el filtro.
¿El spam? Genérico y controlado, gracias
Tu uso de Windows tiene una impronta única que Microsoft usará para seleccionar y filtrar la publicidad que te llega. Por una lado quitaremos la personalización de lo que muestran aplicaciones de terceros:
- Abre la ventana de configuración o pulsa Win+i.
- Haz clic en "Privacidad" y "General".
- Desactiva la identificación para publicidad.
Otra opción es la eliminación de anuncios en el menú Inicio. Para ello:
- Abre la ventana de configuración o pulsa Win+i.
- Haz clic en "Personalización" e "Inicio".
- Desactiva la opción de "Mostrar sugerencias ocasionalmente en Inicio".
Imágenes | Micrososft, Johny Vino