El formato físico siempre ha tenido algo especial. No es solo que puedas verlos en tu estantería, algunos con portadas increíbles que te hacen sentir orgulloso y decir: "sí, este juego es mío"; sino que si llevas en esto de los videojuegos desde finales de los 2000, conocerás los juegos de Sony conocidos como PlayStation Platinum o Essentials, según fue pasando el tiempo. Estas reediciones que a lo largo de los años llenaban las tiendas se ganaron un lugar en el corazón de muchos, para bien o para mal. A algunos les encantaba el formato con ese baño plateado; a otros, sin embargo, no les gustaba tanto la confusión de nombres, sellos y demás que adornaban la portada.
Los Platinum también tenían cambios entre ellos como la portada dentro de la portada de SSX
Sea como sea, forman parte de la historia de los videojuegos, y no voy a decir que yo los detestara, porque formaron parte de mi infancia. Por eso y porque hace tiempo que el formato perdió prestigio, hoy quiero hablar de aquellos Platinum Games —no el equipo japonés de desarrollo—, sino los juegos de la familia PlayStation que se vendían con un acabado premium, como si estuvieran gritando "soy una edición especial" a los cuatro vientos, aunque muchos malinterpretaron esto como "reediciones de bajo costo" a pesar de que no había ningún requisito. Pero seamos realistas, eran especiales para nosotros.
¿Qué te convertía en un videojuego Platinum?
Si sois asiduos a comprar versiones físicas de juegos, especialmente aquellos Triple-A del mercado reciente, habréis visto cómo muchas editoras y desarrolladoras metían con calzador un sello como esa "GOTY Edition" a juegos que ni siquiera formaron parte de las ediciones a los juegos del año. Un caso muy notorio y reciente es el de Far Cry 6, considerado como GOTY por Ubisoft. Con los Platinum de PlayStation, no era tan simple como coger la denominación "GOTY" y pegarla en tu carátula, tenía una serie de requisitos que no todos podían conseguir.
Para empezar, con la introducción de la denominación Platinum a principios de 1997 para la ya añeja PSX, se exigía que un juego alcanzara las 500.000 unidades vendidas en sus primeros 6 meses de vida. Esto ya excluía a una buena lista de lanzamientos. Aunque tu juego, llamémoslo X, se coronara con semejante cantidad 2 años después, incluso 7 meses después, no entraría dentro del corte. Esto los convirtió en un "caramelito" para los jugadores, aunque esta obligatoriedad acabó cambiando años más tarde.
"La colección Platinum original tuvo gran acogida, con más de 50 millones de títulos Platinum vendidos para PSX. Los jugadores experimentados saben que están obteniendo lo mejor de la cosecha de Sony con un título Platinum, y lo están haciendo a un excelente precio, mientras que la colección Platinum proporciona la ruta de entrada perfecta para aquellos nuevos en los juegos: ¡una combinación inmejorable!", añadió David Reeves, vicepresidente senior de ventas y marketing de SCEE, en 2002.
Los PlayStation Hits y Essentials mantuvieron el mismo diseño que su portada
En 2006, se redujo el número en 100.000. El tiempo se mantuvo invariable, pero un juego debía alcanzar las 400.000 unidades vendidas sí o sí para conseguir el sello. Aun así, como veremos más adelante, la marca acabó desvirtuándose; síntoma de esto fue que para muchos lanzamientos de la última hornada de PS2 y PSP, el requisito se fue diluyendo. Además, se les suele considerar "ediciones de bajo costo", pero no hubo deber alguno a la hora de reducir el precio. Únicamente, como muchos se lanzaban a partir del año de estreno, algunos sí bajaban de precio, otros veían descuentos propios del tiempo.
Un icono del coleccionismo
Pero, ¿qué hacía tan único a los Platinum? Si lo recordáis, no era solo el logotipo que acompañaba la carátula, sino también el propio disco con aquel tono plateado y borde negro. Hubo hasta 4 sellos del mismo rango hasta que se cambió a Essentials/Hits, todos ellos con su característica banda plateada. Por ejemplo, los juegos de la primera PlayStation incluían la banda plateada con el subtítulo "Premium" en la zona inferior de la carátula; mientras que los juegos de PS2 hacían lo propio en la parte superior, eliminando con ello el subtítulo.
No obstante, esta consola también estrenó los "Platinum - The Best of PlayStation 2" que mantuvo una misma banda plateada, pero con un sello rojo algo más llamativo, quizá no para bien, en la parte inferior. Por último, la primera tanda de PS3 apostó por recuperar el diseño clásico, pero en amarillo.
Todo esto generó una sensación de "edición premium" para lo que, en definitiva, era una reedición de la carátula y discos originales. Esto, sumado al hecho de que debían encajar en un círculo del éxito, llamó la atención de los coleccionistas años más tarde. Al tener en cuenta que muchos Platinum suponían una tanda más limitada de lanzamientos al mercado, los juegos con el sello ganaron popularidad y se convirtieron en ediciones codiciadas que se pueden encontrar en tiendas de segunda mano, rastros o en la red.
Platinum a Essential, después Hit y luego el silencio
Jonathan Kemp, director general europeo de Eidos Interactive —la antigua distribuidora europea de Square Enix, absorbida en 2009 por la matriz—, consideró a los Platinum como un "enorme 'sello de calidad' para el consumidor", pero el paso del tiempo afectó a la marca. Lo que comenzó como un sello propio, terminó adaptándose como Essentials, con la PSP como protagonista. Juegos como Killzone: Liberation o Resistance: Retribution fueron de los primeros en llevar esta marca, que también se extendió a PS3 cuando esta consola llegó al mercado.
Incluso en PC EA apostó por los Value Games, aunque estos bajo la idea de "juegos más baratos"
Platinum desapareció y se transformó en Essentials, luego Hits; como una especie de diversificación menos llamativa que sus ediciones anteriores. Además, al perder el nombre, también se perdió la identidad visual. Estos juegos solían tener una banda roja en la parte superior de la carátula. La sensación era de estar ante reediciones más económicas. Los discos, además, hace tiempo que perdieron su diseño distintivo y simplemente replicaban la portada con el sello.
En los últimos momentos de PS4 reinaron los Hits, manteniendo el mismo estilo, pero sin acotar tanto la portada. Fue un soplo de aire fresco que ya no existe, o al menos no genera tanto interés como antes. Ahora, el nombre de Essentials corona uno de los segmentos del PlayStation Plus actualizado que entró en vigor el año pasado. Parece que la marca se ha limitado al ámbito digital.
Latinoamérica, la última luz de los Platinum en PS3
Para finalizar, tenemos el curioso caso de la denominación Favoritos en América Latina. Mientras medio mundo adoptaba el sello Essentials, en 2013 llegó la línea Favoritos con una primera tanda de 19 juegos con Killzone 3, God of War Collection o InFAMOUS 2 en la lista.
Latinoamérica captó con acierto el significado de exclusividad de la marca Platinum y lo representó con un poderoso color dorado, directamente heredado de los primeros sellos de PS3. Además, lo encapsuló con dos barras, una inferior y otra superior, que transmitían cuidado y singularidad. Es bonito, un poco saturado, sí, pero único.
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