Poco le importa a tu teclado lo cuidadoso que seas con tus cosas: tarde o temprano tendrás que dejarte algo de dinero en su mantenimiento, sencillamente porque recoge muchísimo polvo y restos. Con pasar un trapito no vale, y lo cierto es que tampoco vale cualquier cosa que encuentres con una búsqueda rápida. Vamos a echarle un vistazo a lo que necesitas en realidad.
El error comprando productos de limpieza
Algunas personas cometen el error de pensar que el teclado se limpia solo con una pistola de aire a máxima potencia, o con otras soluciones de perfil algo más alternativo como un gel de limpieza lima reutilizable diseñado para llegar a los recovecos del periférico. No me malinterpretes, ojo: todo eso está muy bien, pero son simples complementos. Si te quedas solo con ellos, no conseguirás limpiar el teclado del todo, y más bien lo que harás será esparcir más el polvo (tal vez colocándolo en esquinas más inaccesibles).
- La pistola de aire puede eliminar muchas partículas, pero no pelo enredado en los switches ni sacar mucho hacia afuera con las teclas puestas.
- El gel de limpieza puede limpiar y lubricar las teclas, y también recoger parte del polvo. Pero no captará nada enredado o escondido bajo las teclas, y además puede dejar restos adicionales si no lo retiras a tiempo.
Cómo limpiar correctamente el teclado
La mayoría de herramientas que necesitas para limpiar un teclado como es debido las tienes, en realidad, por casa. Querrás tener al menos un cepillo viejo, y también un pincel o una brocha que tengan las cerdas finas y limpias. Las que se usan en maquillaje son buenas para esto, pero como es lógico, usa solo algo que no vayas a llevarte luego a la piel porque se va a ensuciar. Solo necesitas una única pieza dedicada, y es un extractor de teclas (más conocido por su nombre en inglés, keycap puller).
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Algunos teclados se suministran con uno de estos directamente en la caja, así que si la tienes a mano harías bien en comprobar si tienes uno ahora mismo. Si no, siempre puedes comprar uno suelto por un precio muy bajo; aunque puestos a gastar, tal vez sea más sensato hacerte con un kit de limpieza de teclados que aunque suene muy técnico, en realidad solo abarca los elementos que ya hemos mencionado y lo tienes a tu alcance por apenas 5 o 10 euros.
Bajo estas líneas, te dejo el que tengo yo. Es un poco más caro que sus semejantes, pero creo que vale la pena porque además de lo básico también viene con varios cepillos adicionales que te pueden venir bien y una pequeña bomba de aire que hace su trabajo por mucho menos dinero del que te costaría una pistola electrónica. También viene una pinza para recoger pelo que se pueda quedar atascado, lo cual viene muy bien porque de cualquier otra manera cuesta mucho extraerlo.
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Una vez tengas esto en tu poder, desenchufa el teclado y sigue este proceso:
Saca todas las teclas de tu teclado. Tal vez quieras hacerle una foto primero para acordarte de dónde va cada una. Usa el extractor de teclas para hacer esto, pero ten cuidado con las teclas más alargadas como shift, espacio o backspace. En esos casos podrías encontrarte múltiples vástagos (stems) alrededor del switch para fijar la tecla en su sitio, y para retirarlos debes levantar la pieza tirando simultáneamente de todos los extremos en lugar de solo el centro.
Vuélcalo boca abajo sobre la papelera. La gravedad hará que las partículas más grandes y densas se caigan solas, ahorrándote algunos esfuerzos. Puedes darle unos toques suaves a la parte de atrás para que se desprendan algunas más, pero no te entusiasmes mucho porque no queremos dañar el chip de la manera más ridícula que se podría imaginar.
Retira los pelos con una pinza. Aunque no lo veas a simple vista, las fibras del pelo tienen una forma que puede retener otros pelos o partículas pequeñas, por lo que a menudo quitarlos primero te ayudará a dejar el resto mucho más despejado. Sé paciente, esta es la parte más lenta y desquiciante de todo el trabajo. Pero es importante hacerlo bien.
Hora de pasar los cepillos. Usa aquellos que tienen cerdas finas y suaves primero, porque son los que más te ayudarán a limpiar partículas pequeñas; y reserva aquellos con cerdas gruesas y duras para cualquier cosa que no salga o se adhiera con facilidad. Como te decía, los cepillos de dientes suelen ser el punto intermedio que te sirve para todo, y además llegan al espacio entre los switches.
Remata con la bomba de aire. Antes de volver a poner las teclas en su sitio y enchufar el teclado, asegúrate de darle una pasada de esto para sacar de ahí cualquier resto que se te haya podido quedar pendiente. Si no tienes una bomba de aire, es importante que no soples en sustitución a esto porque podrías estar añadiendo suciedad sin quererlo en lugar de quitarla. El gel de limpieza también puede venir bien para esta tarea en específico.
Imagen: Wokey Factory vía Unsplash.
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