Aunque todos conocemos esa teoría según la cual League of Legends no es más que una copia de Dota, lo cierto es que ambos títulos comparten un creador clave. Steve Feak, más conocido en internet como Guinsoo, se encargó de administrar Defense of the Ancients cuando solo era un mod de Warcraft y lo catapultó a sus mayores cotas de éxito. Posteriormente, Riot Games quiso contar con él para convertir la modificación en un videojuego independiente. El resto de la historia es de sobra conocida, al menos, hasta que Guinsoo abandonó a la compañía creadora de LoL o Valorant en 2016 para comenzar su propia aventura con otra desarrolladora. Fue con Hidden Leaf Games, que el pasado noviembre estrenó su primer videojuego: Fangs.
El peligro de un lanzamiento demasiado suave
Fangs es un título multijugador que nos propone enfrentamientos entre equipos de cuatro jugadores, situándose como un punto intermedio entre juegos como League of Legends y Brawl Stars. El objetivo era tratar de recoger la profundidad jugable de los MOBA tradicionales y extirparles algunas de las mecánicas más frustrantes. Adiós a la compra de objetos, los s´úbditos o la subida de niveles. Todo lo que importa a la hora de ganar una pelea era nuestra habilidad –y la de nuestro equipo– en el desarrollo de esta. La premisa es tremendamente interesante y, junto al hecho de que viene apadrinado por uno de los padres del género, apuntaba al éxito.
En este contexto, los desarrolladores de Hidden Leaf Games decidieron que la mejor opción era apostar por un formato similar al ‘soft launch’. Un estreno sin márquetin y en forma de Acceso Anticipado en el que pudieran contar con un buen número de usuarios iniciales que se mantendrían activos en el juego mientras ellos trabajaban en las mejoras antes de dar a conocer su obra al gran público. El problema es que los primeros pasos del juego han sido un tanto accidentados. Aunque en el momento de su estreno llegó a tener un pico de algo más de 1.000 jugadores, en la actualidad es complicado siquiera jugar una partida (en un tiempo de espera aceptable) salvo que lo hagamos en las horas con mayor pico de usuarios.
Cortesía: SteamDB | Fangs también está disponible en la Epic Games Store (habría que sumar los jugadores en dicha plataforma)
Es seguro que desde Hidden Leaf Games, los responsables del desarrollo de Fangs, todavía tengan unos cuantos trucos bajo la manga. Sin embargo, la situación es peligrosa hasta para un lanzamiento de estas características. Aunque nosotros mismos pudimos probar el juego y nos pareció más que competente, es complicado convencer a la comunidad de darle una oportunidad si no hay una base de jugadores sólida. La intención de un ‘soft launch’ es moverse en unos números bajos, aunque siempre lo suficientemente sólidos como para que recopilar datos sea sencillo –a la vez que se puede actuar rápidamente– y esta propia forma de estreno no juegue en contra del título en el futuro.
Todo sea dicho, a Fangs hay que darle el beneficio de la duda, porque están haciendo un gran trabajo recopilando opiniones de la comunidad y mejorando el juego consecuencia. Algunos sistemas demasiado complejos pueden ser modificados y el rendimiento del título, actualmente no tan fluido como debería, es una de las principales prioridades de Hidden Leaf Games de cara a un lanzamiento en el tercer cuarto de 2023. Van a tener que apretar la máquina y llevar a cabo muchas mejoras de cara al estreno. La batalla no está ni mucho menos perdida, pero toca ponerse el traje de las grandes remontadas.
Fangs es especialmente entretenido cuando jugamos acompañados de nuestros amigos y se encuentra disponible de forma gratuita tanto en Steam como en la Epic Games Store. Queda en vosotros la decisión de darle o no la oportunidad.
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