Todavía colean sus palabras de crítica a los de Redmond por su viraje de modelo de negocio.
Andrew House, el principal responsable ejecutivo de PlayStation, ha hablado con el diario británico The Guardian sobre el controvertido anuncio de las características de Xbox One que se produjo durante el pasado E3. Las preguntas han venido al hilo de sus críticas a Microsoft por su radical cambio de políticas al deshacerse de las medidas DRM o de la obligatoriedad de adquirir Kinect con la consola.
"Sí, la otra noche hice una referencia a ello que dejó abierta la puerta a la duda", admitió House. "Pero tengo que explicarlo de este modo: Estaba sorprendido... Construimos nuestra presentación en el E3 porque había sospecha de que se llevarían a cabo por parte de nuestros competidores un acercamiento y unas políticas que podrían crear una corriente de la industria en una determinada dirección".
"Esa fue la razón por la que pronunciamos frases en el E3, y por las que continuamos haciéndolo... Y todo eso se debe a que estábamos sorprendidos por ello", comentó, refiriéndose a su presentación orientada hacia el hecho de que el modelo del juego en formato físico no había muerto. "En cambio nosotros pensábamos, quizá de una forma algo naif, que el modelo actual ha venido funcionando bastante bien y que es agradable para el consumidor. Nuestra meta, por lo tanto, era la de ser consistente en ello. Pero, dada la especulación que había alrededor de todo ello, aparentemente se convirtió en algo necesario para nosotros el hacer una frase que dijera cuál era nuestra dirección".