Siempre ha habido gente con, como se dice coloquialmente, las manos muy largas y con ganas de apropiarse de lo ajeno. Eso mismo le pasó a este jugador, quien sufrió un robo en su casa y, aparte de todo lo que se llevaron en dinero y objetos, estaba su querida PS5. Obviamente, hablamos de un dispositivo no más importante que otras cosas, y así lo vio él. Sin embargo, el problema surge cuando te restriegan que han robado tu consola jugando con ella. Porque sí, le robaron su PS5 pero no eliminaron la cuenta y ahora ve cómo están disfrutando de su hardware. Hay que tener mala baba.
Hay muchas formas de poder fastidiar a los ladrones o, en caso de que no nos roben algún hardware, blindar nuestras cuentas o tarjetas de crédito para que nadie acceda a ellas. En este caso, la idea que obviamente se le ocurrió al usuario de Reddit royalewithcheeseeee fue cambiar la contraseña de su cuenta de PlayStation Network muchísimo después del robo de su consola, no sin antes darse cuenta de que el ladrón ya la estaba usando.
Que te roben la consola y veas jugar a los ladrones tiene mala leche
Como comentan los compañeros de GamePro, el usuario acudió al foro para comentar la absurda situación por la que estaba pasando al ver cómo los ladrones ahora están jugando felizmente a través de su cuenta. Según el usuario afectado, después del robo de su PS5, se descargaron y jugaron varios títulos en la consola robada, pero no por él. Aunque no está claro si los responsables son realmente los ladrones o si la consola se vendió y ahora otra persona está disfrutando de ella, es desconcertantemente absurdo pasarte de listo robando una consola y no eliminar cualquier rastro del jugador anterior.
De hecho, ante la sorpresa, los usuarios de Reddit han planteado preguntas sobre por qué el propietario no ha cerrado sesión en todos los dispositivos. La respuesta es que simplemente tenía otras prioridades y espera encontrar una manera de resolver la situación. En caso de que esto sea cierto, el sentido común y 3DJuegos os animan a hacer una cosa: cambiar toda contraseña y, si podéis, cerrad las cuentas que sepáis que están asociadas a la consola. Más que nada por seguridad.
Es algo que se aprende desde pequeños. En casos así, se recomienda eliminar los métodos de pago asociados, cerrar sesión en todos los dispositivos, cambiar la contraseña y activar la autenticación en dos pasos para el siguiente inicio. Además, se aconseja contactar a la policía y a Sony con el número de serie y la dirección MAC de la consola, ya que estos datos pueden ayudar a rastrear la ubicación de la consola y aumentar las posibilidades de recuperarla.
Esta situación subraya la importancia de la seguridad de las cuentas y las medidas preventivas para proteger los dispositivos electrónicos contra el robo y el acceso no autorizado, pero también para destacar cómo la pereza o el no tomarse en serio las cosas es tremendamente peligroso. Quiero decir, no quemar puentes tras robarte una consola es algo que solo podríamos leer en la red, y aquí está.
Foto de Tamara Bitter en Unsplash
Ver 0 comentarios