Aunque la nueva generación llegó hace casi 3 años, los precios de la misma se han disparado en los últimos meses. Primero fue PlayStation 5, el nuevo sistema de Sony que aumentó su valor 50 euros tras 2 años en el mercado; y, hace escasos días, Microsoft hizo lo propio con el importe de Xbox Series X, su consola de nueva generación que ya cuesta lo mismo que su homónima japonesa. Sin embargo, y pese a que ambas están disponibles por 549,99 euros, están muy lejos de ser las consolas más caras de la historia, un honor que sigue perteneciendo a Neo Geo.
Como la audiencia de huesos amarillos sabrá, cuando Neo Geo vio la luz en el ya lejano 1990 su precio de venta al público fue de 649,99 dólares, justo 100 dólares más que el actual importe de compra de PS5 y Xbox Series X. Y, a la postre, dicho coste fue el que terminó jugando una mala pasada a una consola que, para muchos, aún hoy sigue siendo prohibitiva. Y es que, si tenemos en cuenta la inflación actual, un paquete básico de Neo Geo (consola, un juego y dos controles) equivale a 1.499,99 dólares, una cifra que hace perder el aliento a más de un jugón.
Cada cartucho superaba los 200 dólares de valor
Como indica el portal Techspot, Neo Geo no solo destacó por el desmesurado precio de venta de la consola. Aunque suene impensable a día de hoy, los jugadores llegaban a pagar entre 200 y 300 dólares por cada juego, una cifra que en España equivalía a cerca de 50.000 pesetas por cartucho. Así, Neo Geo se convirtió en un producto de lujo dirigido a un público adinerado que, además, eran entusiastas de los salones recreativos, razón por la que estaban dispuestos a realizar grandes desembolsos para tener dichos juegos en su casa.
De esta forma, es curioso ver cómo, aún con la subida actual de los sistemas de nueva generación, estos se encuentran muy lejos de los productos más potentes de hace décadas. Neo Geo, una consola revolucionaria en su momento que muchos recuerdan con cariño, costaba el triple que las actuales PlayStation 5 y Xbox Series X. Y sus juegos, número arriba y número abajo, también tenían un valor de entre 3 y 4 veces superior al de los actuales. Pero, lo que es más sorprendente, es que el coleccionismo ha provocado que sus títulos sean hoy todavía más caros que lo que lo eran varias décadas atrás.
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