En las próximas semanas, Elon Musk cumplirá su primer año al frente de X Corp., el nombre actual de Twitter después de que se certificase el cambio de denominación. Así, los primeros meses de Musk han estado marcados por la polémica, ya que algunas de las medidas que el antiguo CEO decidió establecer no terminaron de convencer a los usuarios. Y, en consonancia con esta situación, se ha revelado que el Gobierno de EE.UU. ha decidido denunciar a Elon Musk por el “ambiente caótico” en el que se han visto inmersos los miembros de la compañía.
Como recoge el portal Ars Technica, una reciente investigación de la Comisión Federal de Comercio (FTC) descubrió “riesgos para la privacidad” causados a raíz de los drásticos cambios aprobados por Musk. De esta forma, los abogados del Gobierno de EE.UU. criticaron el liderazgo del multimillonario, señalando que este tenía la intención de deshacer el acuerdo de colaboración existente entre la FTC y su compañía desde mayo. Y, al parecer, todo se debe a que el organismo gubernamental descubrió información preocupante cuando Musk utilizó sus privilegios para, por ejemplo, pedir acceso total a toda la información de Twitter a personal externo de la compañía.
Periodistas y amigos se beneficiaron de la posición de Elon Musk en Twitter
Al parecer, una de las principales beneficiadas fue Bari Weiss, una de las periodistas más reputadas de Estados Unidos gracias a su estancia en medios como The Wall Street Journal y The New York Times. Según recoge la información, Musk asumió personalmente “la autoridad de supervisión sobre el programa de privacidad y seguridad de la información”, una posición que utilizó para solicitar y conceder permisos a personas externas a la plataforma. Entre estas se encontraba Weiss, quién tuvo acceso a un ordenador de empresa con una cuenta interna que, de hecho, gozaba de privilegios más elevados que los de “un empleado medio de Twitter”.
Una situación similar se vivió con un asistente ejecutivo. Según reportan antiguos empleados de Twitter, que testificaron sobre distintos incidentes preocupantes relacionados con el propio Musk, este solicitó que se concediesen permisos a un asistente personal. Y, de hecho, el propio Musk señaló que aquel que se interpusiera debía “ser despedido”, razón por la que los empleados de Twitter se vieron inmersos en una situación límite. Sea como fuere, Musk protagoniza una nueva polémica unos días después de asegurar que no tendría reparos a la hora de demandar a quién hiciera falta.
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