De ser el “dueño” del 4% del tráfico de internet a ser el protagonista de una detención con más de 70 oficiales de las fuerzas especiales, 2 helicópteros, perros y varios coches patrulla. Este podría ser un resumen perfecto del auge y caída de Kim Dotcom, el controvertido creador de Megaupload que lucha por su inocencia desde hace una década. Sin embargo, más allá de gastar una fortuna en el proceso, poco más ha conseguido uno de los líderes de la internet de principios de los 2000.
Nacido en Alemania, Kim Schmitz comenzó a ganar repercusión entre los hackers de su región a muy corta edad, tal y como cuentan en Xataka. Tras sus primeras operaciones en su país natal, Schmitz emigró a lugares como Hong Kong o Nueva Zelanda, sitios en los que comenzó a dar forma a la idea que le catapultó a la fama: un servicio para alojar y compartir archivos en la nube. Mas, por desgracia, aunque la idea nació con la intención de compartir documentos, archivos y fotografías (entre otras cosas personales), los usuarios no tardaron en corromper la iniciativa. Y tanto Dotcom como sus socios, a la vista del tráfico que obtenían, optaron por mirar hacia otro lado.
La caída a los infiernos de Kim Dotcom
Desde su nacimiento en 2005 hasta 2012, fecha en la que se detuvo a Dotcom y a tres socios en una operación policial de película, Megaupload se convirtió en uno de los referentes de internet. En su punto más alto, el portal llegó a contar con más de 50 millones de visitas diarias, una cifra que le colocó como el 13º sitio más visitado del mundo. Por ello, comenzaron a diversificar el servicio y a optar por opciones como Megavideo o Megapix, plataformas con las que facilitaban la infracción de derechos de autor, una cuestión legal que marcó para siempre el destino de Megaupload.
Así, un 20 de enero de 2012, fecha que ni Dotcom ni sus socios olvidarán nunca, los cuatro fueron detenidos en la conocida mansión de Coatesville, un auténtico palacio en el que residía el creador de la plataforma. Y, aunque un mes después fue liberado bajo fianza, desde entonces comenzó un calvario personal por el que lleva inmerso en distintos litigios desde hace más de una década. De hecho, a la vista de los resultados de sus reclamaciones, todo apunta a que nunca llegará a conseguir ni los 6.800 millones de dólares que reclama en concepto de destruir su reputación y negocio, ni evitar una extradición a EE.UU. que cada día parece más segura.
I never lived there
— Kim Dotcom (@KimDotcom) March 29, 2015
I never traveled there
I had no company there
But all I worked for now belongs to the U.S.https://t.co/l3B0Cuj0tr
Kim Dotcom ha probado con política, música y nuevas plataformas
Tal y como reporta Swiss Info, las autoridades estadounidenses defienden que Dotcom consiguió de forma ilícita unos 167 millones de euros gracias a la actividad de Megaupload. Por ello, el gobierno de EE.UU. ha intentado su extradición desde que fue detenido, una opción que el alemán ha podido alargar gracias a distintas peticiones para evitarla. Sin embargo, después del fallecimiento de Finn Batato (uno de los cuatro detenidos) y de que los otros dos socios, Bram van der Kolk y Mathias Ortman, se declarasen culpables, la extradición a Estados Unidos es cada vez más posible.
Sin embargo, aunque haya centrado casi todos sus esfuerzos en evitar dicha situación, Kim Dotcom no ha parado desde su detención en 2012 hasta hoy. En 2013, un año después de ser detenido, Dotcom lanzó Mega, la sucesora de Megaupload que, pese a ser bastante popular, no ha conseguido los números de su antecesora. No obstante, Dotcom abandonó la compañía en septiembre de ese mismo año. Tras eso, lo intentó con la música lanzando un álbum llamado “Good Times” y también hizo sus pinitos en política con un partido que, pese a no triunfar, llamó la atención por su férrea defensa de los derechos en internet.
En la actualidad, Kim Dotcom se mantiene activo a través de su perfil de Twitter. En él, en el que acumula más de 1 millón de seguidores, comparte algunas de sus vivencias y se describe como un emprendedor, artista, gamer, padre de 6 hijos y, por encima de todo, un luchador incansable por la libertad en internet. Por ello, Dotcom ha dedicado todos sus esfuerzos a defender su nombre desde 2012, fecha en la que fue detenido y comenzó su caída a los infiernos. Y, pese a intentarlo, la justicia neozelandesa sigue dictaminando que es culpable de distintos cargos de extorsión, blanqueo de capitales y, por encima de todo, infracción de derechos de autor.
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Imagen principal de MrKimDotcom (YouTube).
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