Pocas celebridades que deben su popularidad a las plataformas de vídeo son tan populares como Logan Paul. El excéntrico estadounidense, que comenzó su andadura en Vine para más tarde trasladarse a YouTube y llegar incluso a combatir contra Floyd Mayweather, se ha convertido en una de las personalidades más conocidas de internet. Y, por ello, todos los focos se han puesto sobre él al revelarse que aún debe una enorme cantidad de dinero después de haberse visto envuelto en la confección y la promoción de un juego NFT.
En 2021 Logan Paul promocionó CryptoZoo, un título inspirado en la saga Pokémon que utiliza tecnología NFT para comprar, vender y coleccionar animales exóticos virtuales. En esencia, el objetivo principal es criar estos animales para, llegado el momento, cruzarlos con otros y lograr especies exóticas. Así, cuánto más exótico sea el animal, más ZOO Coins (la moneda del juego) se podrían conseguir con él. Sin embargo, después de embolsarse casi 2,5 millones de dólares con la venta de 10.000 huevos NFT, han pasado dos años y el juego sigue sin ser una realidad.
Un usuario perdió cerca de 300.000 euros
Como relata el portal francés JeuxVideo en una reciente publicación, los inversores de proyecto se toparon con un agujero sin fondo que solo les ha reportado pérdidas. Entre ellos, el caso más flagrante es el de un usuario australiano que perdió 297.000 euros, una cifra que no parece poder recuperar ya que la demanda sigue sin avanzar. En un principio, Logan Paul negó lo recogido en esta demanda (aspectos como, por ejemplo, intento de estafa), pero un mes más tarde se disculpó e incluso se ofreció a reembolsar el dinero a las víctimas, un aspecto para el que había trazado un plan dividido en tres etapas:
- La destrucción de sus tokens ZOO con el objetivo de impulsar el valor en poder de los inversores.
- Introducción de 1.000 ETH para permitir a los inversores recuperar su participación inicial de 0,1 TH.
- Reanudación del desarrollo del juego.
En la actualidad, meses después del anuncio de Paul, la deuda de este con los inversores supera los 3,6 millones de dólares. En estos momentos, las víctimas siguen reclamando su dinero en distintas publicaciones del estadounidense en redes sociales. Y, de hecho, Zach Kelling (ingeniero jefe de Crypto Zoo) reconoció que Paul le debe “al menos un millón de dólares” por su trabajo, un aspecto que demuestra que el creador de contenidos ni siquiera pagó a aquellos que trabajaron en el juego.
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