La llegada de Elon Musk a Twitter, producida hace casi un año, supuso el comienzo de una serie de polémicas que aún hoy se mantienen activas. Cuando el multimillonario se puso al frente de la red social, una de sus primeras acciones fue realizar un recorte extremo de plantilla. Por ello, miles de empleados dejaron de formar parte de la compañía de forma inmediata. Y, pese a que esto se convirtió en el día a día de las empresas tecnológicas, la situación entre los ex-miembros de Twitter y la plataforma es tan tensa que han tenido que recurrir a un tercero imparcial para intentar buscar una solución.
Ello fue consecuencia, como recoge el portal Ars Technica, de la victoria judicial que logró Twitter a comienzos de año. Después de sufrir una demanda colectiva, la plataforma consiguió que los empleados se sometieran a derecho de arbitraje, una práctica que se resume en que un tercer agente imparcial es el encargado de mediar entre los dos implicados (en este caso, Twitter y sus antiguos empleados). Sin embargo, el proceso está estancado porque, en resumidas cuentas, la compañía se ha negado a formar parte del mismo por cuestiones económicas.
Twitter no quiere sentarse a negociar con sus antiguos empleados
Según informa una nueva demanda presentada por los afectados, Twitter no quiere negociar porque no tiene intención de pagar el arbitraje. Al parecer, en este tipo de situaciones los acuerdos indican que los empleados pagan una tasa nominal de presentación para “iniciar las reclamaciones ante los Servicios Judiciales de Arbitraje y Mediación”; por su parte, las compañías (en esta ocasión Twitter) deben asumir “el resto de tasas de arbitraje”, una situación que la red social no está dispuesta a asumir.
Por ello, teniendo en cuenta que debe asumir el pago de tasas millonarias de cerca de 2.000 empleados despedidos que se han querellado contra la compañía, Twitter le solicitó a la entidad responsable que repartiera las tasas de pago entre las dos partes. Sin embargo, acceder a esta petición supondría una infracción de las normas, razón por la que la JAMS no contempla ceder a las peticiones de Twitter. En lo que respecta a los empleados, Shannon Liss-Riordan (abogada de estos) informó que Twitter no es consciente de lo costoso que sería forzar el arbitraje, razón por la que le recomendó no estirar la situación. Pero, al menos por el momento, la red social no tiene intención de continuar con el proceso.
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