El auge de las redes sociales y las plataformas de vídeo, dos elementos en crecimiento desde hace más de una década, ha traído consigo la posibilidad de que millones de personas puedan vivir gracias a sus acciones en estos portales. Por ello, ser influencer se ha convertido en el sueño de muchos ya que, en esencia, les da la posibilidad de generar ingresos a cambio de colaborar con compañías, crear una marca propia y otras posibilidades similares. Pero, para desgracia de un sector de estos, Bruselas se ha puesto las pilas y ha anunciado que va a limitar el alcance de las acciones de un sector que puede ser muy dañino.
Como recoge el portal el Diario, Bruselas ha puesto el foco en los influencers financieros. En los últimos años, este tipo de creadores de contenido se ha especializado en recomendar inversiones relacionadas con la bolsa, las criptomonedas u otro tipo de activos que reporten beneficios a cambio de un riesgo a asumir. Sin embargo, muchas personas han señalado que han perdido cantidades ingentes de dinero después de un mal consejo, un aspecto al que hay que sumar que muchos de estos influencers no tienen la formación o el conocimiento necesarios para ofrecer recomendaciones válidas. Y, por ese motivo, ha decidido actuar para intentar prevenir estas situaciones.
Las compañías pagarán los platos rotos de los influencers
Como señala Irene Castro en la publicación citada, la intención de la Comisión Europea es que los anuncios sean “imparciales, claros y no engañosos”. Además, añade que estos tendrán que “presentar los riesgos y beneficios de una manera equilibrada”, un aspecto al que deben sumar “las características clave de los productos”. De esta forma, la intención de Bruselas es que los influencers no viertan consejos maliciosos ni busquen beneficiarse económicamente con sus recomendaciones, una práctica que ya han llevado a cabo algunos con malas intenciones que recomiendan acciones concretas que les reportan ingresos.
Así, la entidad europea señala de forma directa a las compañías como las responsables de los contenidos que difunden este tipo de perfiles. Por tanto, si han sido contratados o incentivados para crear contenidos promocionales, la Comisión Europea considerará responsable a la compañía que ha formalizado el acuerdo. Y, por consiguiente, emitirá las multas pertinentes o, en el peor de los casos, incentivará la retirada de licencias. Así, la intención es revisar esta normativa dentro de tres años para comprobar su correcto funcionamiento y, en caso de necesitarlo, establecer una nueva serie de modificaciones para garantizar que no sucedan casos maliciosos.