Un momento fatídico para los usuarios de PC llega cuando deben enfrentarse a la avería de su dispositivo. En caso de que la garantía siga vigente, la angustia es menor, pero la situación cambia cuando ya han pasado varios años desde la compra y los componentes afectados pueden llegar a protagonizar una reparación excesivamente cara. Sin embargo, el protagonista de la historia de hoy, que estaba tranquilo al gozar del amparo de la garantía, ha vivido una situación que nunca llegó a pasar por cabeza: el fabricante destrozó su ordenador portátil.
Como señala el afectado en una publicación de Reddit, el pasado mes de abril decidió comprar un Lenovo Ideapad 5, un PC que ronda los 800 euros que cuenta con valoraciones positivas. Así, adquirió el mismo a través de Amazon, razón por la que la garantía del producto está a cargo del gigante norteamericano de compraventa en línea. Para su desgracia, después de apenas medio año experimentó un problema con las bisagras unidas a la pantalla. Como el equipo sigue en garantía, contactó con Amazon para saber qué hacer y, a partir de este punto, su historia comenzó a adoptar tintes trágicos.
Un técnico destrozó su ordenador y ahora no se hace cargo
Tal y como indica en la publicación original, después de contactar con Amazon decidió enviar el PC al servicio postventa de Lenovo para obtener un certificado de daños, un documento que necesita el portal de compraventa para emitir una devolución o, en el mejor de los casos, sustituir el producto por otro igual o similar. Sin embargo, el técnico de Lenovo no leyó la nota que se adjuntó junto al portátil indicando por qué estaba averiado y, tras abrirlo de forma brusca, este se rompió por completo al partir la pantalla en dos.
A partir de este punto, Lenovo le indicó al usuario que el portátil era irreparable y que la única opción era costear una reparación que, en resumidas cuentas, costará “el 75% del precio” (algo más de 500 euros). El usuario, incrédulo ante esta noticia, decidió contactar directamente con Amazon, pero estos le avisaron que tienen las manos atadas porque necesitan el citado certificado de daños para emitir el reembolso. Por ello, el portátil se encuentra en un limbo de garantías y reparaciones, ya que ni la primera cubre los daños causados por el técnico ni la segunda será posible si el usuario no paga. Y, al haber sucedido en Turquía, dónde la ley está fuera de la jurisdicción de la UE, todo queda en manos de lo que decida hacer Lenovo o el usuario si finalmente accede a pagar la reparación.
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