El impacto que pueda llegar a tener la inteligencia artificial en la sociedad es un aspecto preocupante para los expertos. Algunos, los más extremistas, han vaticinado que esta tecnología podría llegar a acabar con la humanidad tal y como la conocemos. Y otros, más centrados en aspectos laborales, señalan que la IA podría llegar a dejarnos sin trabajo en los próximos 20 años si continúa con la tendencia actual. Sea como fuere, la falta de regularización y el crecimiento sin control podría suponer un peligro si no se toman medidas.
Por ello, un reciente estudio de OpenAI (los creadores de ChatGPT) ha querido ahondar en una particular premisa: cuánta ayuda ofrece GPT-4 a la hora de crear armas biológicas. En los últimos meses, científicos, legisladores y expertos en ética han asegurado que los modelos IA potentes pueden ayudar a terroristas, delincuentes y otro tipo de actores malintencionados. Y, por ello, OpenAI ha querido profundizar en esta hipótesis con un estudio que ha involucrado a 100 participantes: 50 expertos en biología avanzada y 50 estudiantes de biología a nivel universitario.
La inteligencia artificial ofrece una ligera ventaja
Como recoge The Verge en una reciente publicación, OpenAI dividió a los 100 participantes en grupos aleatorios: por un lado, unos contaron con acceso sin restricciones a GPT-4, el modelo de lenguaje que da vida a la versión más avanzada de ChatGPT; por otro, los restantes pudieron consultar internet, pero sin tener la opción de utilizar el chatbot. Así, les plantearon cinco tareas de investigación relacionadas con armas biológicas (por ejemplo: ¿cómo sintetizar y rescatar el virus del Ébola?), y tras esto puntuaron del 1 al 10 en función de distintos criterios como precisión, innovación y exhaustividad.
Para sorpresa de nadie, los resultados determinaron que el grupo que utilizó inteligencia artificial consiguió respuestas más detalladas que el que no. Sin embargo, según detalla OpenAI, su bagaje final fue “ligeramente superior”, ya que la diferencia no fue muy amplia. Por ende, sí es cierto que la IA puede ayudar a agentes malintencionados, pero los creadores de ChatGPT aseguran que las diferencias son mínimas. Y, por si hiciera falta aclararlo, revelaron que solo hay “una pequeña posibilidad”, prácticamente ínfima, de que ChatGPT ayude a crear armas biológicas.
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