En la industria del cine, hay encuentros y desencuentros que quedan grabados en la memoria colectiva, especialmente cuando afectan a franquicias muy queridas por los aficionados. Es el caso de la Saga Star Trek y cuando el genial David Lynch estuvo a punto de dirigir una película dentro de esta célebre franquicia de ciencia ficción. Aunque sorprendente, estuvo cerca de convertirse en realidad en el año 1998, con la película Star Trek: Insurrection, la novena película de la franquicia.
¿Demasiado extraño para la Federación de Planetas?
Según explicó Patrick Stewart, reconocido por su papel como el icónico Capitán Jean-Luc Picard en la saga Star Trek (y que trabajó con este director en Dune), Lynch fue sugerido como director para Insurrection. Sin embargo, esta sugerencia no fue tomada en cuenta, y el lugar de dirección recayó finalmente en Jonathan Frakes, un viejo conocido de los trekkies por interpretar al Comandante William Riker en la serie Star Trek: La Nueva Generación, y que ha terminado siendo uno de los mejores directores de la saga.
La elección de Lynch como director planteaba ciertos desafíos: su estilo onírico, que a menudo incluye elementos sobrenaturales, podría haber chocado con la narrativa más convencional de Star Trek. La película Star Trek: Insurrection se centra en una trama que involucra a la tripulación de la Enterprise en un conflicto entre dos especies alienígenar por aprovechar el poder curativo de un planeta y que lleva a Picard y su equipo a enfrentarse a la propia Federación de Planetas. Una premisa que dificilmente podría haber encajado bien con el estilo distintivo de Lynch, por lo que la decisión de no contratarle finalmente como director parece lógica, aunque puede haber sorprendido a algunos dado su renombre.
Fotograma de Dune, de David Lynch
Conocido por su estilo personal y a menudo surrealista, Lynch había dirigido una serie de películas aclamadas por la crítica, incluyendo obras maestras como Terciopelo Azul y Mulholland Drive. Su visión única habría aportado una dimensión completamente nueva al universo de Star Trek, pero tal vez Paramount decidió jugar sobre seguro con su licencia y no arriesgarse con una producto que finalmente resultara demasiado extraño y alejado de lo que los fans de la saga esperaban ver.
Aunque Lynch no llegó a dirigir una película de Star Trek, no es ajeno al género de la ciencia ficción, claro. De sobra es sabido que en 1984 Lynch dirigió la primera adaptación cinematográfica de la novela Dune de Frank Herbert que llegó a los cines, una obra de ciencia ficción épica que llegó a la gran pantalla con una recepción mixta tanto en crítica como en taquilla. Además, Lynch fue considerado por George Lucas para dirigir El Retorno del Jedi, la película que cerraba la trilogía original de la Saga Star Wars. Sin embargo, Lynch rechazó la oferta.
Otro aspecto interesante en la relación de Lynch con Star Trek es la leyenda urbana que sugiere que el director rodó un episodio piloto de más de tres horas para Star Trek: La Nueva Generación, tan extraño que causó el despido fulminante del productor responsable el día del primer visionado. Sin embargo, esta historia parece ser más mito que realidad, ya que no existen pruebas concretas que respalden esta afirmación y resulta difícil de creer que una afición tan entusiasta y meticulosa como la de Star Trek todavía no haya dado con el metraje original.
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