Las plataforma de contenidos de series y películas a la carta como Netflix, HBO o Disney +, la industria de los contenidos deportivos de pago por visión o la industria del cine con Hollywood a la cabeza, siempre han luchado por frenar la piratería. Con las suscripciones a precios "bajos", este porcentaje bajó de forma notoria, pero en el pasado 2023, la piratería ha ganado muchos adeptos.
Según un reciente estudio publicado por Bloomberg, los piratas informáticos que copian en cuestión de segundos una película o un programa de televisión de plataformas legales para alojarlos en sus servicios ilegales, se embolsan unos 2.000 millones de dólares anuales gracias a los anuncios y las suscripciones.
Ya en términos de lo que a pérdidas se refiere, la piratería cuesta a la economía estadounidense unos 30.000 millones de dólares en ingresos perdidos al año y unos 250.000 puestos de trabajo, según estimaciones del Global Innovation Policy Center de la Cámara de Comercio de EE.UU. El impacto global es de unos 71.000 millones de dólares anuales, cifra que podría aumentar en años venideros si no le ponen freno a esto y los precios de estas suscripciones siguen subiendo.
2 millones de usuarios que pagan entre 5 y 10 dólares por contenidos piratas
Poniendo en contexto estos datos preocupantes de la piratería para estas empresas, unos dos millones de estadounidenses pagan entre cinco y diez dólares mensuales para ver películas, series o partidos deportivos en webs piratas, por lo que de subir más los precios, plataformas como Netflix, HBO, DAZN y derivados, podrían sufrir más bajas en detrimento de este tipo de webs.
En Estados Unidos estiman que se pierden 30.000 millones de dólares al año por contenidos piratas y 250.000 empleos
Al apenas tener costes, más allá que los del mantenimiento de dominio, una parte lo invierten en publicidad para dar a conocer estas páginas y aumentar su tráfico de visitas, lo que se traduce en un mayor ingreso, ya sea por publicidad o por los pagos de estas suscripciones a precios reducidos. La piratería vuelve pisando fuerte y trae más de un quebradero de cabeza a las grandes empresas. Ahora tocará ver cuál es la respuesta de estas. Si luchar a la desesperada por cerrar este tipo de canales, subir los precios de las suscripciones, o por mantener su producto sin subir precios, a pesar de las pérdidas millonarias que están sufriendo como Disney+.
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