A finales de la década de 1980 y principios de la de 1990, una saga cinematográfica se apoderó de la imaginación del público y se convirtió en un auténtico fenómeno cultural. Regreso al Futuro, dirigida por Robert Zemeckis y protagonizada por Michael J. Fox como Marty McFly, trascendió la mera experiencia cinematográfica para convertirse en un ícono de la cultura pop. La trama, con sus viajes en el tiempo, personajes carismáticos, buenos diálogos, aventuras trepidantes, incesto moderado y falta de carreteras, enganchó espectadores de todas las edades. La primera película de la saga fue un éxito inmediato, lo que llevó a la producción de dos secuelas igualmente exitosas.
El éxito vertiginoso de la primera película se repitió en las dos continuaciones. Regreso al Futuro II, estrenada en 1989, y Regreso al Futuro III, lanzada en 1990, continuaron la historia de Marty McFly y el Doc, llevándonos a emocionantes aventuras en el futuro y en el lejano oeste de 1885, respectivamente. Regreso al Futuro Parte II mantuvo la misma fórmula mágica que hizo que la original fuera tan querida: una trama ingeniosa y llena de giros sorprendentes, efectos especiales impresionantes y el carisma inigualable de Michael J. Fox como Marty. La película se desarrolla en un futuro distante, en 2015, un año que en ese momento parecía futurista y lleno de tecnología avanzada. Ni que decir tiene que todavía no hemos tenido noticia de las zapatillas autoajustables y que sigo esperando mi coche volador.. Aunque sus predicciones futuristas no se han hecho realidad, la película sigue siendo un tesoro nostálgico.
Por su parte, Regreso al Futuro Parte III cambió completamente de escenario y estilo, llevando a los personajes a la época del Salvaje Oeste. Esta película exploró temas de valor, amistad y heroísmo en un entorno único. A pesar de su desviación de la fórmula establecida en las películas anteriores, Regreso al Futuro Parte III fue bien recibida tanto por críticos como por el público. La trilogía en su conjunto se convirtió en un hito del cine, y las peripecias de Marty McFly se arraigaron en la cultura pop de una manera que pocos filmes logran, pero casi le cuestan la vida a Michael J. Fox.
El peligroso accidente en Regreso al Futuro III
Tras de la magia de la pantalla, el rodaje de Regreso al Futuro III estuvo marcado por un peligroso incidente que casi cambia la historia de la saga. En esta entrega, Marty McFly se encuentra en el Salvaje Oeste y se enfrenta al poco amigable, Buford Tannen. En una escena crucial de la película, Marty es capturado por Tannen y su pandilla y está a punto de ser ahorcado. Lo que pocos saben es que el actor Michael J. Fox decidió realizar la peligrosa escena del ahorcamiento por sí mismo.
Las tomas amplias de Marty McFly colgando del cadalso en Regreso al Futuro III fueron realizadas por un especialista, pero las tomas cercanas requerían la participación directa de Fox. Para garantizar su seguridad, se le proporcionó una caja sobre la que debía mantenerse en pie durante la escena. La idea era que Fox simulara estar balanceándose en la caja para dar la ilusión de que estaba colgado. Sin embargo, en una de las tomas, Fox cometió un error de cálculo que casi resulta fatal, lo que provocó que la cuerda se apretara peligrosamente alrededor de su cuello.
En sus propias palabras, Fox recuerda: "No puedo evitar pensar que, si hubiera esperado un poco más, habría terminado con una lesión cerebral grave". La cuerda bloqueó temporalmente la arteria carótida de Fox, causando que perdiera el conocimiento mientras colgaba de la cuerda en el set. Un ahorcamiento real. Por suerte, el director Robert Zemeckis se dio cuenta a tiempo de la gravedad de la situación y ordenó que desataran al actor.
¿Relación entre el accidente y el Parkinson?
El incidente en el set de Regreso al Futuro III fue un momento terrorífico que cambió la vida de Michael J. Fox: el actor se enfrentó a consecuencias físicas y emocionales. La escena casi le cuesta la vida, y poco después del accidente, Fox comenzó a experimentar síntomas inexplicables, incluido el movimiento involuntario de su dedo meñique izquierdo. Esta anomalía fue el primer indicio de lo que más tarde se diagnosticaría como la enfermedad de Parkinson. Incluso en ese momento, Fox no conectó el incidente de la película con los primeros síntomas.
Aunque Michael J. Fox ha hablado abiertamente sobre su enfermedad de Parkinson, la pregunta de si el peligroso accidente en el set de Regreso al Futuro III desempeñó algún papel en su desarrollo sigue estando sin respuesta. Los médicos que examinaron a Fox en ese momento sugirieron que el estrés y el trauma podrían haber contribuido a sus síntomas iniciales, pero no hay una confirmación definitiva de que el accidente haya causado la enfermedad. En su libro Lucky Man, el actor menciona que explicó a su médico el accidente y cómo la cuerda lo dejó momentáneamente inconsciente, sin que el especialista estableciera una relación directa. Sin embargo, la conexión sigue siendo posible ya que la enfermedad de Parkinson es compleja y muchos factores pueden contribuir a su desarrollo.
Regreso al Futuro III puede ser recordada como una película icónica de la cultura pop, pero también de que a veces los actores se juegan la vida incluso en escenas de lo más sencillas. Aunque la pregunta sobre si este incidente desencadenó la enfermedad de Parkinson de Fox sigue siendo un misterio sin resolver, su lucha y su compromiso con la visibilización y concienciación sobre la enfermedad lo convierten en un ejemplo social, cuyo legado va mucho más allá de la pantalla.
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