Como manda la tradición, y a pesar de haberse estrenado por Netflix, Rebel Moon de Zack Snyder tendrá dos versiones alternativas que prometen ser muy distintas a las dos películas de la saga de fantasía y ciencia ficción vistas hasta ahora. Como mínimo, cada una de ellas tendrá una hora más de metraje adicional en lo que promete ser un montaje mucho más bizarro y para adultos. Pero hoy no os venimos a hablar del cineasta estadounidense, sino de otra película del género, esta mucho más pausada, estrenada hace 30 años con un Director's Cut.
Antes de entrar en materia, un resumen de la cinta cinta. Hasta el fin del mundo (Bis ans Ende der Welt en su versión original en alemán) fue una superproducción de 22 millones de dólares, un pastón para la época y el alcance poco comercial de su premisa, que llevaba al espectador a ser partícipe durante cerca de cinco horas de una road movie por un sombrío y futurista mundo muy tecnológico, al menos frente al 1991 en el que el film debutó originalmente en las cines, con Solveig Dommartin, Sam Neill, William Hurt y Max von Sydow en su reparto.
"Año 1999. Mientras conduce, una mujer choca con unos delincuentes que acaban de atracar un banco y que la obligan a colaborar con ellos en el traslado del dinero a un lugar de París. En el trayecto, conoce a Sam, un fugitivo perseguido por la CIA, que le explica que los delitos que le imputan son falsos y que lo que en realidad quieren es arrebatarle un invento de su padre que permite grabar los sueños". — Sinopsis de Hasta el fin del mundo
Hasta el fin del mundo se lanzó, como decíamos, en 1991, acabando por ser un fracaso gigantesco. No gustó a buena parte de la prensa, y apenas llegó a recaudar algo más de 752.000 dólares pese a una costosa inversión, siendo olvidada muy rápido por la audiencia, aunque su banda sonora fue un éxito (con canciones de U2, Talking Heads, Peter Gabriel, Nick Cave, etc.). Sin embargo, la historia detrás de este largometraje no había hecho más que empezar.
El proyecto de toda una vida
Hasta el fin del mundo fue y es el proyecto de una vida para Wim Wenders, su director. Empezó a madurar la idea más de 10 años antes de su lanzamiento, en 1977, pero no fue hasta coger algo de buena prensa en la industria que pudo hacerse con la financiación suficiente como para desarrollar tal ambiciosa obra. Pero por mucho nombre que ya se hubiera hecho en cines por aquel entonces, nadie en Hollywood iba a estar tan loco de lanzar una película tan larga. Así, y aunque tenía un montaje inicial de 20 horas, se vio obligado a comercializarla en EE.UU. en una "reader's digest version" (o versión resumida) de 158 minutos. En Europa, a su vez, pudimos ver algo más, 179 minutos. Más de una hora menos frente a la duración del Director's Cuts del que hoy os hablamos en este tema.
Wenders aceptó a regañadientes recortar hasta tal extremo su película, y lo hizo por un buen motivo que explicó años más tarde: llevarse una copia de su obra:
"La película ideal, la que yo quería hacer, duraba algo menos de cinco horas. Intenté en vano convencer a mis socios de que aceptaran estrenarla en dos partes. Todos insistían en sus contratos. Tuve que aceptar entregar lo que sabía que iba a ser un Reader's Digest desastroso de mi película. Pero decidí que prefería hacerlo yo mismo a dejar que otro la destrozara. Y eso fue útil. Porque cuando mi montador y yo tuvimos la versión ideal, la guardamos, hicimos una copia de esa copia de trabajo y luego seguimos cortando la película en pedazos hasta que llegamos a un metraje aceptable". Wenders vía Valture
Por supuesto, no bastante con tener una copia del metraje en la que poder trabajar en tus ratos libres para lanzar una película de tal magnitud. "Como el montaje original había tenido tantos fallos y había funcionado tan mal en taquilla, nadie quiso estrenar la versión más larga" y el Director's Cut de Hasta el fin del mundo se pospuso más de dos décadas, cuando The Criterion Collection lanzó una edición restaurada a 4K de este montaje de 4 horas con 47 minutos. Si te interesa verlo, puedes hacerlo en España por de Tivify y través de acontra+.
Vía | Espinof
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