Ya estamos a 8 de diciembre y si habéis seguido los The Game Awards 2023 eso implica que hoy necesitaréis más de un café para despertaros. El evento de Geoff Keighley ha vuelto a romper con todo y aunque nos haga trasnochar, nos gusta seguirlo. Eso sí, en un 2023 la mar de espectacular y donde todo parecía fenomenal, los "GOTY Awards" han sido objeto de críticas y malas miradas por cómo han tratado a los ganadores del "Premio a Mejor Juego del Año": Larian Studios por Baldur's Gate 3.
Este año no hemos tenido la presencia del "Niño de Bill Clinton", como lo llamaron los espectadores; tampoco se han dejado caer aquellos que el pasado verano exigieron novedades de GTA 6. Sabíamos que Geoff Keighley había aumentado la seguridad y ha quedado claro, pero el periodista canadiense tenía un "enemigo" que superar: el tiempo en el escenario y los discursos largos. Eso sí, esta no es la mejor forma de combatirlo.
¿Una falta de respeto en los The Game Awards 2023?
Incluso el propio Christopher Judge, ganador de "Mejor Interpretación" el año pasado, bromeó sobre el tiempo que le robó al evento el año pasado, unos 9 minutos, más o menos. Hablamos de un evento largo, que se prolonga hasta altas horas de la madrugada en España, pero la organización colocó un cartel luminoso con un contador de apenas 30 segundos para los discursos de los ganadores y un mensaje: "por favor, termina".
Esto ha causado preocupación entre muchos jugadores y asistentes a la gala de anoche. La productora y Directora de operaciones en Meta, Javiera Cordero, subió a Twitter (la actual X de Elon Musk) un vídeo de Swen Vincke y el equipo de Larian recogiendo el premio al mejor juego del año y el insistente cartel que pedía que acabasen ya. Una petición que se entiende lógica, los Premios Óscar también tienen exigencias similares (45 segundos como norma general), pero que también ha dejado en evidencia a la comunidad debido a la falta de tacto por parte del equipo de Geoff Keighley, especialmente cuando Vincke recuerda en su discurso a un miembro de Larian fallecido durante el desarrollo del juego.
"Si ganara el juego del año y dedicara el premio a un miembro de mi equipo que murió durante el desarrollo y viera las palabras 'Por favor, termina', estaría jodidamente enojado", cita la productora de Meta. De hecho, el caso de Cordero no es el único. Muchos han criticado la forma en que Keighley trata a las superestrellas del cine como Simu Liu o a miembros de la industria como Hideo Kojima, mientras parece no estar interesado en el resto. Incluso la presentación de Matthew McConaughey de Exodus o el anuncio de LEGO Fortnite duraron más que lo que se supone es una celebración del videojuego.
Manifestaciones a las puertas de los GOTY
Por otro lado, tenemos el problema de los despidos y la ola de problemas que ha afectado repetidamente a la industria durante todo el año, algo que ha dejado una brecha importante en el medio. Una situación compleja que llegó después de darse a conocer la manifestación de varios trabajadores de diferentes compañías a las puertas del Peacock Theater de Los Ángeles.
Si bien no supuso un altercado violento, no lo pretendían, y tampoco interrumpieron los premios, sí que quisieron dejar claro que debemos celebrar los videojuegos, sí, pero con conciencia. Algunos de ellos, afectados por los recortes de personal en diferentes estudios, esgrimieron carteles en los que se podía leer mensajes como "El mejor año para los juegos es el peor año para los desarrolladores", o "las cuotas de despidos de 2023 son demasiado altas".
Por ello, mientras un miembro de la industria, Swen Vincke, galardonado con el premio más importante del evento, se toma su tiempo para agradecer al jurado, a sus compañeros en otros estudios y a su comunidad, esta polémica deja en muy mal lugar a Geoff Keighley y sus The Game Awards.
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