Puede que aún no estés al tanto, pero tanto mi compañero Rubén Márquez como un servidor llevan un tiempo intentando abrirse paso en Twitch con un programa de actualidad sobre videojuegos llamado GG. Emitimos de lunes a jueves a las 15:00 hora peninsular española durante alrededor de una hora, y lo llevamos haciendo desde hace un poco más de un año. Por eso, es el momento ideal para que ambos reflexionemos sobre cómo es hacer streaming en la plataforma más conocida para ello.
Aunque nunca hayas hecho streaming, seguramente sepas por leérselo a la gente en redes sociales, o por noticias como la de que el 90 % de los canales emite para 3 o menos espectadores de media, que es tremendamente complicado abrirte un hueco. Esto es cierto incluso para marcas o webs bastante conocidas como es la propia 3DJuegos, porque si algo hemos constatado es que Twitch es dos cosas: un baño de humildad y una carrera de fondo.
"Pocas cosas más tristes hay en Internet que un chat de Twitch desangelado"
No os lo vamos a negar, pocas cosas más tristes hay en Internet que un chat de Twitch desangelado; especialmente si lo que haces es un contenido informativo o que busca generar interacción con el público. Y no hay solución mágica a esto, igual que nadie consigue un grupo de colegas con los que ir al cine de la noche a la mañana. La relación con los espectadores en esta plataforma es tan directa, que requiere de tiempo, pero también de interacciones directas que marquen al espectador.
El sentimiento de pertenencia a la comunidad es el objetivo final, pero ahí se puede llegar de diversas formas. La historia de cada espectador con nuestro canal es distinta, pero me gusta la que han tenido algunos "reformados". Sí, gente que ha venido a trolear, o que su primer mensaje ha sido completamente despectivo tanto para nosotros como streamers, como para el resto del chat.
Recientemente estamos haciendo más entrevistas. Aquí con David Canela de Tequila Works.
A no ser que viváis debajo de una piedra, sabréis que la llamada guerra de consolas tiene a unos cuantos (y ruidosos) seguidores de Xbox y PlayStation luchando por ver qué electrodoméstico reproductor de videojuegos es mejor de forma objetiva. Pues ya van varias ocasiones en las que alguien llega con ganas de gresca, insultando o menospreciando las opiniones vertidas en el programa, pero que es reconducido hacia la luz, la luz de opinar lo que quieras, pero no faltar al respeto a nadie.
Seguramente ese sea uno de los mayores triunfos que nos llevamos de la experiencia de este año en Twitch. No tanto por la habilidad de hacer cambiar de opinión a la gente por nuestra parte, como el apoyo de una comunidad en el chat que está en completa sintonía con el tono del programa y que sabe identificar este tipo de situaciones y reconducirlas.
Los mantras de Twitch son verdad
Quizás lo más sorprendente de este año en Twitch sea la veracidad de ciertos mantras que llevamos escuchando hasta la saciedad sobre la plataforma. Por ejemplo, nuestro mayor éxito ha llegado cuando menos caso a las escaletas y planes hacemos, y más usamos dinámicas como la amistad entre nosotros y el juego que da el chat. La naturalidad, en nuestro caso, sí que es una herramienta top.
"Desde el principio hemos tenido muy claro que el objetivo del GG no podía ser sólo dos personas hablando y sentando cátedra"
Es curioso porque antes de empezar con la aventura del GG en el Twitch de 3DJuegos entre los compañeros de esta santa casa y VidaExtra el miedo era no tener suficiente interacción en el chat. Ya no sólo que la gente no casase con nuestro estilo de ver la vida y los videojuegos, sino que quienes se animasen a vernos no se viesen impulsados a interactuar.
A día de hoy, con una comunidad que sin ser nada revolucionario sí acuden religiosamente a intentar que entre todos pasemos un buen rato, el miedo de Rubén es precisamente el contrario, que esto crezca tanto que nos sea imposible poder mantener esa constante conversación con toda esa gente a la que, emisión tras emisión, inevitablemente le vas cogiendo cariño.
Desde el principio hemos tenido muy claro que el objetivo del GG no podía ser sólo dos personas hablando y sentando una cátedra que, aún más después de 23 años en esto si sumamos nuestra experiencia, sabemos que no tenemos. Queríamos que el GG fuésemos nosotros, pero también la gente que se acercaba a vernos y a comentar, desde sus opiniones sobre juegos hasta las historias de su día a día.
Si algo tenemos que agradecerle a este año en Twitch es precisamente la satisfacción de ver cómo, empezando desde la nada más absoluta, entre los amigos del chat y nosotros hemos conseguido crear una comunidad sana, con ganas de disfrutar de los videojuegos sean de la plataforma que sea y, para qué engañarnos, también algo viejuna.
Que gente peinando canas haya cambiado su forma de entretenimiento diario habitual por pasar a escucharnos y charlar con nosotros es, sin duda alguna, un regalo que nunca podremos agradecer lo suficiente. Si hace dos años nos dices que nuestro momento favorito de la jornada iba a ser emitir en Twitch, es más que probable que no te hubiese creído.
Ver 1 comentarios